Toros y ¡®correbous¡¯

El 28 de julio de 2010, el Parlament de Catalu?a decidi¨® la prohibici¨®n de la fiesta de los toros en la Comunidad por 68 votos a favor, 55 en contra y nueve abstenciones, que entr¨® en vigor el 1 de enero de 2012.

Aceptaba as¨ª una Iniciativa Legislativa Popular, avalada por 180.169 firmas, que propon¨ªa la desaparici¨®n de los festejos taurinos, si bien no afectaba a los correbous, encierros a los que a los toros se les coloca palos encendidos en los cuernos o se les pasea atados (bous embolat), que cuentan con gran tradici¨®n en la zona del Ebro, en el sur de Tarragona. De hecho, el 21 de septiembre del mismo a?o, el ¨²ltimo pleno de la legislatura regul¨® esta pr¨¢ctica por 114 votos a favor, 14 en contra y cinco abstenciones.

El 25 de septiembre de 2011 se celebr¨® en la plaza Monumental de Barcelona la ¨²ltima corrida. Con el cartel de "no hay billetes" colgado en las taquillas hicieron el pase¨ªllo los diestros Juan Mora, Jos¨¦ Tom¨¢s y el catal¨¢n Seraf¨ªn Mar¨ªn, quien a las 20.16 horas de aquel d¨ªa, se dirigi¨® al centro del ruedo, dej¨® caer las orejas que portaba en las manos, se inclin¨® y bes¨® la arena. La plaza, puesta en pie, se vino abajo y lo aclam¨® enfervorizada, mientras el torero, envuelto en l¨¢grimas y con gestos de resignaci¨®n, correspond¨ªa al afecto.

Desde entonces, los toros est¨¢n desaparecidos de Catalu?a. Fue la culminaci¨®n de un largo proceso de acoso y derribo de los partidos nacionalistas a la fiesta taurina, aderezado por una p¨¦rdida de inter¨¦s de la sociedad, convenientemente mezclada por una evidente dejadez de los empresarios taurinos.

Sea como fuere, Catalu?a posee una larga y fecunda historia ligada a la tauromaquia, que se podr¨ªa resumir en los siguientes hitos:

- Los primeros compases taurinos se remontan al a?o 1387, pero el toreo moderno toma cuerpo en 1834, con la inauguraci¨®n de la plaza de El Tor¨ªn, en el barrio de la Barceloneta. La afici¨®n a los toros alcanza tal auge que se produce el hecho ins¨®lito de que, entre los a?os 1914 y 1923, funcionan tres plazas en Barcelona: El Tor¨ªn, Las Arenas y la Monumental; y ¨¦stas dos ¨²ltimas, conjuntamente, hasta 1977.

- Un catal¨¢n llamado Pedro Bala?¨¢ compr¨® la Monumental en 1947 y se convirti¨® en el empresario taurino m¨¢s importante de la historia. Fue un aut¨¦ntico revolucionario, convirti¨® a Barcelona en el centro del mundo taurino, y por sus plazas -tambi¨¦n regentaba Las Arenas-pasaron todas las grandes figuras de la tauromaquia.

- Muerto Manolete, un torero onubense de nombre Chamaco se erige en el ¨ªdolo de la afici¨®n catalana. Hasta 178 tardes lleg¨® a torear en Barcelona, muchas de ellas en compa?¨ªa de un catal¨¢n de finas maneras, Joaqu¨ªn Bernad¨®, que ostenta el r¨¦cord de actuaciones en la Ciudad Condal: 250 corridas y m¨¢s de 40 novilladas.

- En 1988, Pascual Maragall, alcalde de Barcelona, impuso a Bernad¨® la Medalla al M¨¦rito Tur¨ªstico, y pronunci¨® unas palabras para la historia: ¡°Los que nieguen la tradici¨®n taurina de Catalu?a desconocen su historia¡±.

- En 1965 falleci¨® Bala?¨¢ y con ¨¦l se march¨® la grandeza taurina catalana. Irrumpi¨® el turismo, el toro bravo se desnaturaliz¨® y con el progreso econ¨®mico surgieron otras formas de ocio, al tiempo que la afici¨®n comenz¨® a desertar de las plazas ante la inoperancia empresarial.

- La historia ha demostrado, adem¨¢s, que la tauromaquia nunca sirvi¨® en Catalu?a como elemento vertebrador. De hecho, all¨ª no pastan ganader¨ªas bravas, a excepci¨®n de cuatro encastes dedicados en exclusiva a los correbous, y s¨®lo existe una escuela taurina de car¨¢cter privado y que no recibe subvenci¨®n de ning¨²n organismo oficial.

- De todos modos, al tiempo que se esfumaba la afici¨®n a los toros, se pon¨ªa en marcha una estrategia pol¨ªtica, promovida por los partidos nacionalistas para hacer desparecer todo lo relacionado con la fiesta. As¨ª, en 1988, en Parlament promulga la Ley de Protecci¨®n de los Animales, que impide la celebraci¨®n de festejos en plazas port¨¢tiles, y proh¨ªbe la presencia en los festejos de los menores de catorce a?os. Posteriormente, en 2005, el Ayuntamiento de Barcelona declara a la capital catalana como ciudad antitaurina, acuerdo que se repite en numerosos municipios, de tal modo que por ¨¦sta u otras razones parecidas, se cerraron todas las plazas, a excepci¨®n de la Monumental: Tortosa, Olot, Tarragona, Sabadell, Figueras, Manresa, Camprod¨®n, Matar¨®, Gerona, Vic Cardona, San Feliu de Guixols y Lloret de Mar.

- De este modo, en 2009, la plaza barcelonesa solo program¨® 18 festejos, y los abonados no superaban los cuatrocientos aficionados.

- Ese mismo a?o, los partidarios de la abolici¨®n presentaron en el Parlament 180.169 firmas contra los toros, y el 18 de diciembre fue admitida a tr¨¢mite la Iniciativa Legislativa Popular, que culmin¨® el 28 de julio de 2019 con la prohibici¨®n definitiva.