Ira Sachs, el lobo con piel de cordero
El cineasta, considerado el nuevo l¨ªder del 'queer cinema', prosigue en 'Verano en Brooklyn' con su dibujo de la sociedad actual occidental
A Ira Sachs siempre le acompa?a una sonrisa. A su cine, no. Si con El amor es extra?o, Sachs (Memphis, 1965) subi¨® un escalaf¨®n, con Verano en Brooklyn (LIttle men en su t¨ªtulo original) el cineasta ha confirmado que ha tomado el pulso a la sociedad estadounidense, y por extrapolaci¨®n a la occidental. Desde un punto de vista muy alejado a los m¨¢s militantes Ken Loach y Robert Gu¨¦diguian, el estadounidense habla tambi¨¦n del efecto de la econom¨ªa mundial en la gente de la calle, en c¨®mo la gentrificaci¨®n est¨¢ desertizando las grandes ciudades occidentales y, por supuesto, la relaci¨®n con los inmigrantes en este siglo XXI que huele a xenofobia. Pero Sachs va m¨¢s all¨¢ en Verano en Brooklyn para ahondar en la amistad entre dos ni?os, que sufrir¨¢n en su fraternidad el enfrentamiento entre sus familias. Un trabajo como todos los suyos: de pu?o de hierro en guante de seda. "O como me acus¨® el otro d¨ªa alguien: 'eres un lobo con piel de cordero".
"Como ni?o intent¨¦ entender a mis padres, comprender la decepci¨®n que sufrieron conmigo... Eso sigue ah¨ª"
En Verano en Brooklyn, Sachs, neoyorquino nacido en otra ciudad, como casi todos los neoyorquinos de coraz¨®n, esconde varias pinceladas autobiogr¨¢ficas. Como que el pasado de su marido, Boris Torres, inmigrante ecuatoriano crecido en Williamsburg -como uno de los ni?os- y estudiante en el mismo instituto de arte al que desea ir el otro chaval. "En el fondo, me inspiro en lo que me rodea. Incluso te dir¨ªa que estoy en todos los personajes". ?Y sufri¨® la presi¨®n de los adultos? "Te responder¨ªa que esto ha surgido desde que soy padre, aunque en lo m¨¢s profundo este inter¨¦s por el desarrollo emocional de la infancia siempre ha estado ah¨ª. Como ni?o intent¨¦ entender a mis padres, comprender la decepci¨®n que sufrieron conmigo... Eso sigue ah¨ª, y con todos esos sentimientos podr¨ªa haber estado haciendo cine toda mi vida". A continuaci¨®n confiesa que siente m¨¢s hijo que progenitor, aunque desde que tuvo a los gemelos "la perspectiva ha cambiado".
Y todo ello en un guion medid¨ªsimo. "Escribo con mucho cuidado, pero hago cambios en los ensayos. Bueno, hago caso a Jean Renoir cuando dice eso de abrir ventanas durante el rodaje. Pero todo se reduce al reparto y las localizaciones, eso es lo decisivo". Aqu¨ª se la jug¨® con dos actores infantiles, que sujetan el pulso del drama. "Yo dejo abierto al actor la construcci¨®n emocional, pero les pido que respeten el libreto".
A Sachs le han colocado en Estados Unidos la etiqueta de queer filmmaker, ya que en su cine refleja de una manera u otra los problemas de los homosexuales y en general del colectivo LGTB. "No me importa, porque en t¨¦rminos sociales y art¨ªsticos ha habido una larga tradici¨®n. En los noventa en Nueva York hubo la explosi¨®n del New Queer Cinema, y yo fui parte de ¨¦l. Ha sido una etiqueta hist¨®rica, y ahora me toca portarla a m¨ª. Es curioso: he hecho Verano en Brooklyn tras dos filmes expl¨ªcitamente homosexuales y eso me ha abierto las puertas de la industria. Los ejecutivos han descubierto de golpe que puedo hacer todo tipo de cine. Recuerdo cuando Gus Van Sant hizo muy conscientemente Drugstore Cowboy tras Mala noche y empez¨® otra carrera". Y por eso Sachs, que construye sus pel¨ªculas desde una frase, se plantea as¨ª la siguiente: "Una familia sube de excursi¨®n una monta?a".
"En los noventa en Nueva York hubo la explosi¨®n del New Queer Cinema, y yo fui parte de ¨¦l. Ha sido una etiqueta hist¨®rica, y ahora me toca portarla a m¨ª"
No hay personajes homosexuales en Verano en Brooklyn; sin embargo, la amistad infantil mostrada parece jugar con la posibilidad de un amor adolescente. "Para m¨ª, no haya nada er¨®tico entre ellos, ahora bien, est¨¢ abierto a lo que piense el p¨²blico. Cuando muestras a dos personajes as¨ª en pantalla, la sexualidad la pone el director".
Al cineasta le interesa que su obra recordara a la de Henry James, "por la cantidad de capas que esconde en un novela". Y en otras entrevistas le hablan de sus similitudes con Preston Sturges y Frank Capra. "Porque hablan de conflictos sociales, de dolores interiores". Puesto entre la espada y la pared, elige a Sturges. "Por su luminosidad, por c¨®mo ense?a la vida, al estilo de Jean Renoir. Ahora, por dios, no me estoy comparando con ellos". Puede que Sachs sea el queer Preston Sturges. "Ser¨ªa divertido, ?verdad?".
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