¡°Todas las historias humanas son pol¨ªticas¡±
El cineasta ingl¨¦s estrena a sus 80 a?os 'Yo, Daniel Blake', con la que gan¨® en el pasado festival de Cannes su segunda Palma de Oro
Yo, Daniel Blake es la historia de un hombre bueno abandonado por un sistema malo. Un trabajador honrado sufre un ataque al coraz¨®n que le condena al reposo. Sin ingresos, solicita apoyo del Estado y se ve enredado en una cruel espiral burocr¨¢tica. Esperas absurdas al tel¨¦fono, entrevistas humillantes, formularios est¨²pidos, funcionarios a los que el sistema ha desprovisto de empat¨ªa. Kafka en los a?os de la austeridad. En esa deshumanizadora espiral Daniel se encuentra con Katie, madre soltera de dos hijos, obligada a mudarse a Newcastle porque el sistema dice que no hay lugar donde alojarlos en una ciudad, Londres, con 10.000 viviendas vac¨ªas. Daniel se convierte en un padre para Katie y un abuelo para los ni?os. La humanidad que desprenden subraya la indignidad del monstruo que los condena. He ah¨ª, como habr¨¢n reconocido sus fieles, el toque Ken Loach.
Su cine siempre ha estado del lado de los de abajo y, con 80 a?os, la realidad le sigue proporcionando argumentos para ponerse detr¨¢s de la c¨¢mara. Yo, Daniel Blake, Palma de Oro en el ¨²ltimo festival de Cannes (la segunda de Loach), es una pel¨ªcula espartana. No hacen falta piruetas para conmover con esta historia que escribi¨® Paul Laverty, amigo y guionista, despu¨¦s de patearse bancos de alimentos, centros de empleo y otros escenarios tr¨¢gicos del Reino Unido de hoy, donde conoci¨® a muchos daniels y katies. La realidad de Loach (Nuneaton, 1936) est¨¢ ah¨ª fuera para quien quiera verla. Pero en un mundo inmune a los datos, la emoci¨®n que despliega el cineasta para contar esa realidad resulta m¨¢s valiosa que nunca. Recibe a EL PA?S en sus oficinas del Soho londinense.
Pregunta. ?C¨®mo hemos llegado a la situaci¨®n que describe su pel¨ªcula?
Respuesta. Es un proceso inevitable, es la forma en que se ha desarrollado el capitalismo. Las grandes corporaciones dominan la econom¨ªa y eso crea una gran bolsa de gente pobre. El Estado debe apoyarlos, pero no quiere o no tiene recursos. Por eso crea la ilusi¨®n de que si eres pobre es tu culpa. Porque no has rellenado tu curr¨ªculo correctamente o has llegado tarde a una entrevista. Montan un sistema burocr¨¢tico que te castiga por ser pobre. La humillaci¨®n es un elemento clave en la pobreza. Te roba la dignidad y la autoestima. Y el estado contribuye a la humillaci¨®n con toda esa burocracia est¨²pida.
P. ?Abandonar a los m¨¢s desfavorecidos es una elecci¨®n pol¨ªtica?
R. Es una elecci¨®n pol¨ªtica nacida de las demandas del capital. Si los pobres no aceptasen que la pobreza es su culpa, podr¨ªa haber un movimiento que desaf¨ªe el sistema econ¨®mico. Los medios hablan de gente vaga, de adictos, de personas que tienen demasiados hijos, que compran televisores grandes¡ Siempre encuentran historias para culpar a los pobres o a los migrantes. Es una forma de demonizar la pobreza. Este invierno muchas familias tendr¨¢n que elegir entre comer y calentarse. Hay una determinaci¨®n de la derecha para no hablar de ello y es asombroso que lo toleremos.
P. La situaci¨®n recuerda a Cathy Come Home, su pel¨ªcula de 1966 sobre una familia joven que se ve en la calle. ?Qu¨¦ ha cambiado en 50 a?os?
R. Ahora es peor. Entonces a¨²n funcionaban los elementos del Estado de bienestar, ahora no. La sociedad hoy no est¨¢ tan cohesionada. Sucede en toda Europa. El sistema se ha vuelto peor porque el proceso capitalista avanza.
P. ?Las historias humanas son su veh¨ªculo para articular mensajes pol¨ªticos?
R. Todas las historias humanas son pol¨ªticas. Tienen consecuencias pol¨ªticas. Ni Katie ni Dan son animales pol¨ªticos. No dan discursos, no van a reuniones. Pero la situaci¨®n en la que se encuentran est¨¢ determinada por la pol¨ªtica. Tiene que haber individuos. No vale alguien que represente algo. Deben ser idiosincr¨¢sicos. Deben ser personas con cosas particulares que las hagan especiales.
P. ?Todo el cine es pol¨ªtico?
R. El cine estadounidense rinde culto a la riqueza. Los personajes tienen dinero y casas bonitas. Y nunca se explica de d¨®nde viene ese dinero. Todos se ven muy saludables, con cuerpos perfectos. El subtexto es que la riqueza es buena, que el privilegio es bueno. Adem¨¢s de otros mensajes, como que el hombre con la pistola resolver¨¢ todos tus problemas. Hay una agenda de derechas en el cine estadounidense. Excepto Chaplin, claro. Sus pel¨ªculas contienen una cierta pol¨ªtica radical, la del hombre peque?o que gana.
P. Usted apoya a Jeremy Corbyn, el controvertido l¨ªder laborista ?Cree que su proyecto de izquierda podr¨ªa cambiar la realidad que describe en su pel¨ªcula?
R. S¨ª, soy optimista. Sanders, Podemos, Syriza... Hay una sensaci¨®n de que otro mundo es posible. El auge de Corbyn es muy esperanzador, pero es sistem¨¢ticamente atacado por toda la prensa, la BBC, incluso los peri¨®dicos de izquierdas. Es una gran lucha, pero es muy popular entre las bases.
"El cine estadounidense rinde culto a la riqueza. Los personajes tienen dinero y casas bonitas. Y nunca se explica de d¨®nde viene ese dinero. Hay una agenda de derechas en ese cine"
P. A menudo, como ha demostrado su pa¨ªs, sucede que entre los m¨¢s desfavorecidos calan los mensajes populistas y xen¨®fobos.
R. Ofrecen una respuesta simple: los inmigrantes se llevan tu trabajo. Es lo mismo que el auge del fascismo en los a?os 30. Es f¨¢cil se?alar al diferente. La gente siempre es vulnerable a las respuestas sencillas. La izquierda tiene una respuesta m¨¢s complicada.
P. ?Qu¨¦ piensa cuando oye decir a Theresa May que los tories son el partido de la clase trabajadora?
R. Ser¨ªa una broma si no fuera porque nadie se lo discute. Es un Gobierno que utiliza el hambre como arma, que hace a la gente hambrienta para disciplinarla. Es propaganda.
P. Insinu¨® que Jimmy¡¯s Hall (2014) iba a ser su ¨²ltima pel¨ªcula, pero volvi¨® y gan¨® la palma de oro. ?Con esta s¨ª echa el cierre?
R. No lo s¨¦. Como en f¨²tbol, iremos partido a partido. Hay muchas historias que contar pero f¨ªsicamente el cine es muy exigente.
P. ?C¨®mo le gustar¨ªa se recordado?
R. Como alguien que no se rindi¨®, supongo. No rendirse es importante, porque la lucha sigue. Y la gente tiende a rendirse cuando se hace vieja.
Babelia
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