Trump y Clinton en la casa del terror
Los candidatos estadounidenses aparecen como personajes aterradores de 'Doomocracy', una instalaci¨®n del artista mexicano Pedro Reyes
El terror que infunden el monstruo de Frankenstein y Dr¨¢cula no es nada comparado con el que pueden causar Donald Trump y Hillary Clinton. Los debates en los que se han enfrentado los candidatos a la presidencia de Estados Unidos son de lo m¨¢s horroroso del panorama electoral de ese pa¨ªs, aunque no lo ¨²nico. Las guerras permanentes que disputa la naci¨®n norteamericana en el exterior, sus problemas raciales, la proliferaci¨®n de armas, los abusos de la polic¨ªa, el cambio clim¨¢tico y hasta el consumo de az¨²cares procesados tienen un lugar en Doomocracy, la versi¨®n pol¨ªtica de la casa del terror, una instalaci¨®n interactiva del artista mexicano Pedro Reyes, que puede verse en Nueva York hasta el d¨ªa 6 de noviembre.
¡°La obra trata sobre el p¨¢nico ante lo que puede ocurrir el 8 de noviembre si Estados Unidos elige a Trump¡±, dice el creador sobre la exposici¨®n de 15 habitaciones que ¡°toma su material de trabajo de uno de los temas que m¨¢s angustia y horror nos causa hoy en d¨ªa, la pol¨ªtica¡±. Las pr¨®ximas elecciones estadounidenses est¨¢n entre los temores principales, por lo que? Trump y Clinton tienen un lugar especial en esta casa de los horrores pol¨ªticos (con un desenlace que el autor intelectual no quiso revelar), pero no son la atracci¨®n principal. En cada uno de los cuartos se intent¨® hacer una alegor¨ªa con monstruos del cat¨¢logo de las pel¨ªculas de terror, pero en lugar de utilizar criaturas imaginarias, m¨¢s de 40 actores recrean situaciones que reflejan los miedos reales de la vida norteamericana.
Una figura de la Estatua de la Libertad de 10 metros de altura que evoca al caballo de Troya recibe a los visitantes, como una cr¨ªtica a la pol¨ªtica exterior del pa¨ªs norteamericano que constantemente realiza intervenciones militares "en nombre de exportar la democracia". Se puede vivir la experiencia policial que sufren muchos migrantes o asistir a un funeral en el que los f¨¦retros son personalizados de acuerdo al postre favorito del fallecido. ¡°Este esperpento es una mezcla de horror y humor. Sobre todo se burla de la forma en la que se busca crear un estado de psicosis social a trav¨¦s de los medios masivos¡±, explica Reyes v¨ªa telef¨®nica a EL PA?S desde Nueva York, donde abri¨® las puertas de Doomocracy.
La antigua terminal militar de Brooklyn, una localizaci¨®n que el artista considera ¡°afortunada¡± porque su obra critica en algunas partes la doctrina proteccionista y militar de EE UU, cobija tambi¨¦n otras habitaciones: una que recrea la adicci¨®n a los antidepresivos y a los opi¨¢ceos que convierten a quienes los consumen en una especie de zombies; otra para los bancos, "vampiros que a trav¨¦s de sus rescates financieros chupan la sangre del dinero p¨²blico", y hasta una f¨¢brica artesanal de aire del Himalaya. ¡°Es un espacio est¨¦tico que es muy t¨¦trico y que por su arquitectura inspira una gran opresi¨®n y recuerda la Primera Guerra Mundial. Fue una especie de gran f¨¢brica de la muerte¡±, se?ala.
Con esta instalaci¨®n, Pedro Reyes, que se ha dado a conocer en el mundo del arte por sus trabajos de cr¨ªtica social como Disarm (Desarme) ¡ªuna exposici¨®n que mostraba instrumentos musicales fabricados a partir de 6.700 armas de fuego recolectadas en M¨¦xico¡ª, censura principalmente la hegemon¨ªa norteamericana. Sobre su pa¨ªs reconoce que, aunque ser¨ªa una casa diferente, tendr¨ªa mucho material con el cual trabajar pues est¨¢n viviendo ¡°las consecuencias de haber elegido al presidente equivocado¡±.
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