La superioridad de los valores actuales de la tauromaquia

Los valores del toreo son muy superiores a los defectos que tratan de achacarle los antitaurinos, que quieren politizar este espect¨¢culo para hacerlo vulnerable, de forma que la representaci¨®n de la corrida tiene asegurada una larga y exitosa supervivencia.

As¨ª lo han puesto de manifiesto el dramaturgo Albert Boadella, el torero Luis Francisco Espl¨¢ y el periodista Miguel ?ngel Moncholi, en una mesa redonda celebrada en la Fundaci¨®n Wellington de Madrid con el t¨ªtulo de ¡®La Fiesta en la encrucijada¡¯.

Frases determinantes de los tres ponentes: por ejemplo, la afirmaci¨®n de Moncholi de que "¨¦ste no es un espect¨¢culo de derechas ni de izquierdas, sencillamente es del pueblo"; de Boadella sobre los ataques de los nacionalistas a la Fiesta porque ¡°se creen que as¨ª atacan a Espa?a"; y de la reivindicaci¨®n de Espl¨¢ del ejemplo franc¨¦s, "en la regi¨®n de La Camarga, donde conviven ecolog¨ªa, caza, toreo y turismo".

¡°No es f¨¢cil que la sociedad de hoy acepte sin reservas el ritual del toreo¡±, advirti¨® Boadella. Sin embargo, en su propio rito est¨¢ el gran valor del espect¨¢culo "dado que la sangre en el ruedo no es k¨¦tchup, como ocurre en el teatro. Y eso le cuesta entenderlo a muchos p¨²blicos".

"En todas las artes y costumbres, incluso en la Misa, han cambiado los ritos. En los toros, no. Apenas alg¨²n matiz en m¨¢s de un siglo, lo dem¨¢s sigue igual. Lo que demuestra la solidez de la corrida, que no necesita cambiar nada". Aunque Boadella abog¨® por abundar en nuevos planteamientos en la defensa de los toros, "desde enfoques que apenas se ensayan y dar¨ªan muy buenos resultados, como los puntos de vista ecol¨®gicos y medioambientales".

En tono un tanto espiritual y emocionado, Luis Francisco Espl¨¢ habl¨® con agradecimiento por las aportaciones que le ha dispensado su profesi¨®n. "Todo va muy r¨¢pido en las relaciones humanas, sociales y mercantiles¡±, -dijo-, ¡°me preocupa esa velocidad de v¨¦rtigo que no te deja disfrutar de tantos placeres como tiene la vida; lo veo en mis hijos, una evoluci¨®n absoluta del rito del alimento, del amor o de la m¨²sica. La sociedad de ahora prescinde del rito y va hacia la banalizaci¨®n".

"Y yo le debo al toreo no haber banalizado nada en mi vida", a?adi¨®, porque, seg¨²n ¨¦l, este espect¨¢culo se regodea en el rito y trae a todos, espectadores y actores, la muerte como expresi¨®n. "Ese caf¨¦ que tomaba en el hotel antes de vestirme de luces para salir despu¨¦s hacia la plaza, me sab¨ªa a gloria, porque sab¨ªa que pod¨ªa ser mi ¨²ltimo caf¨¦. Y es que todo tiene una dimensi¨®n distinta ante la posibilidad de lo finito que marca la muerte".

El torero, ya retirado de los ruedos, dijo ser "agn¨®stico en la vida, aunque creo en las religiones y soy tremendamente respetuoso con todas ellas, y no creo en la pol¨ªtica, pero respeto todas las ideolog¨ªas. En realidad, cuando digo que no creo, miento; pues he cre¨ªdo en el toro y eso me ha dado una humildad tremenda, un sentido de la convivencia especial".

"Con lo que no estoy de acuerdo, nunca lo estar¨¦, es con esa superioridad moral que se atribuyen los 'antis'", a?adi¨®. "Esto no se puede imponer. Creo en los toros como un art¨ªculo de fe. Y los taurinos damos un ejemplo de civismo yendo a la plaza y dialogando sobre la corrida al acabar, ya en la calle".