Tras del arquero tr¨¢gico
Wajdi Mouawad nos lleva al Hades en un viaje apasionante entre la Grecia de Pericles y la actual, y entre cine y teatro
El viaje al Hades es el m¨¢s peligroso que el hombre emprender pueda. Wajdi Mouawad recorre ese camino lleno de revueltas en Inflamaci¨®n del verbo vivir, epopeya autoconfesional donde explica que renunci¨® a montar Filoctetes para buscar en la Grecia actual las huellas del m¨ªtico arquero, durante un periplo que pasa a mostrarnos.
INFLAMMATION DU VERBE VIVRE
Autor y director: Wajdi Mouawad, a partir de ¡®Filoctetes¡¯, de S¨®focles. Dramaturgia: Charlotte Farcet. Int¨¦rpretes: Dimitri Kranias y W. Mouawad. Luz: S¨¦bastien Pirmet. Espacio sonoro: Michel Maurer. M¨²sica: Michael Jon Fink.
Madrid. Teatro Valle-Incl¨¢n, 28 y 30 de octubre.
En pos de la respuesta a una gran pregunta (¡°?Qu¨¦ hacer?¡±), Mouawad nos transporta desde la sala donde iba a ensayar la abrumadora tragedia de S¨®focles hasta una bacanal, en donde j¨®venes atenienses intentan distraerse del abrazo monetarista de la Escuela de Chicago, pasando por Delfos (cuyo or¨¢culo dice haber emigrado a los EE UU) y por mil lugares de un pa¨ªs donde las ruinas de la ¨¦poca cl¨¢sica alternan con las que est¨¢n dejando los adalides de la austeridad.
El espect¨¢culo salta con fluidez portentosa de la era de Pericles a la nuestra; de la introspecci¨®n, al paisaje; de la poes¨ªa, a la acci¨®n, y del escenario, a la pantalla. Lo arcano resuena en lo contempor¨¢neo y viceversa. Cuando Mouawad habla de la admiraci¨®n que el joven Eur¨ªpides sent¨ªa por S¨®focles, alude a la suya por Robert Lepage, cuyos solos hipertecnol¨®gicos, y m¨¢s en concreto La cara oculta de la luna, son fuente de inspiraci¨®n, por ejemplo, de la escena donde el protagonista levita como en las antiguas comedias de magia, ante la ventanilla del aeroplano.
Por momentos, la funci¨®n es toda ella cine: el deambular del autor y director liban¨¦s por localizaciones panor¨¢micas desoladoras, recuerda el de ciertos personajes de Pasolini y el de Josef K en El Proceso, de Welles. En busca del origen de su desasosiego medular, se pone en trance de perder la vida, cruza la laguna Estigia, desciende al Infierno, que se parece a Grecia como una gota a otra; encuentra all¨ª un taxista que le gu¨ªa, y filosofa. Su viaje teatral reproduce paso por paso el periplo real de Mouawad por tierra, mar y aire. Sus reflexiones en voz alta prenden todo nuestro inter¨¦s, con un solo instante de desmayo, y nos lanzan en pos de un horizonte que se desplaza siempre un poco m¨¢s all¨¢, como el sombrero reci¨¦n ca¨ªdo al suelo cuando el payaso tonto quiere recogerlo.
En suma,?Inflamaci¨®n habla de c¨®mo el pr¨®jimo puede servirnos de gu¨ªa ante la ausencia de los dioses, de la servidumbre que produce el endeudamiento en personas y pa¨ªses, de la urgencia de disfrazar una realidad abrumadora y del anhelo de luz, m¨¢s luz.
Babelia
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