Obama y la ¡®politipop¡¯

En 2008 no exist¨ªan Instagram ni WhatsApp, Twitter y Facebook eran territorio juvenil y no habl¨¢bamos de virales. Para llegar a la Casa Blanca, Obama confi¨® su estrategia de redes a uno de los confundadores de Facebook y us¨® YouTube y newsletters con gancho para multiplicar el alcance de sus discursos. Fueron los primeros pasos de la pol¨ªtica en la era de las redes sociales.

Si antes los presidentes se fotografiaban con estrellas de cine, Obama tambi¨¦n lo ha hecho con youtubers. Una forma de aparecer en las pantallas de esa primera generaci¨®n que ha crecido con el m¨®vil en el bolsillo y ve cada vez menos televisi¨®n. De ah¨ª tambi¨¦n su presencia en Snapchat, Tumblr y Reddit, plataformas llenas de millennials.

En su faceta de showman, Obama ha protagonizado v¨ªdeos que tienen m¨¢s eco en Facebook y YouTube que en la tele, ya sea resumiendo su mandato a ritmo de jazz junto a Jimmy Fallon o leyendo tuits que le ponen a parir con Jimmy Kimmel. En EE UU, la pol¨ªtica-espect¨¢culo est¨¢ muy por encima de una visita a El Hormiguero o a la casa de Bert¨ªn Osborne.

El abrazo con Michelle tras su reelecci¨®n es uno de los tuits m¨¢s retuiteados. Hemos perdido la cuenta de sus fotos virales: su archivo de Flickr con 6.000 im¨¢genes de las dos millones que le ha tomado su fot¨®grafo es un escaparate de su estrategia de comunicaci¨®n. Parte del legado de Obama ser¨¢n sus virales. Usando en cada red las armas adecuadas, se convirti¨® en maestro del meme, el gran mem¨¦crata, como le bautiz¨® la periodista Delia Rodr¨ªguez en Memecracia, un ensayo sobre lo viral. Es la primera vez que habr¨¢ traspaso de redes sociales: perfiles con millones de seguidores que entregar¨¢ vac¨ªos a su sucesora o sucesor. Todo lo publicado se mudar¨¢ a otras cuentas.

A¨²n nos queda su despedida. Seguro que la traca final bien vale un retuit.