El d¨ªa en que Franco cruz¨® el Manzanares
Una investigaci¨®n adelanta seis d¨ªas la fecha en que las tropas sublevadas penetraron en Madrid en 1936 antes de ser rechazadas y quedarse estancadas
Unos cientos de metros separan a las tropas de Franco de su objetivo: cruzar el Manzanares y poner un pie en Madrid. El mando republicano sabe que los sublevados quieren entrar en la capital por el oeste, atravesando el r¨ªo por las inmediaciones del puente de los Franceses. Forma la ¨²ltima l¨ªnea de defensa en esa zona un destacamento de la XI Brigada Internacional, integrado en su mayor¨ªa por voluntarios alemanes. Dos compa?¨ªas son enviadas apresuradamente con algunos milicianos a tomar posiciones junto al puente. A mediod¨ªa, empiezan a llover bombas y se presenta un batall¨®n enemigo que trata de cruzarlo. El tiroteo arrecia. Les lleva dos horas rechazar el asalto. Una de las compa?¨ªas sufre 14 bajas mortales y 40 heridos. Los supervivientes se afanan reforzando los parapetos. ¡°Tankangriff¡±, murmuran: temen un ataque con tanques. Atardece mientras el comandante del destacamento de las Brigadas redacta un informe sobre el combate y lo firma con su nombre: Hans. Es el 9 de noviembre de 1936. A sus espaldas, Madrid aguarda a que se decida su suerte y junto a ella, Espa?a contiene la respiraci¨®n.
80 a?os despu¨¦s, las hojas muertas crujen al caminar por la orilla del Manzanares. Luis de Vicente se?ala con el dedo los impactos en la vieja caseta de un jardinero, muy cerca del puente de los Franceses. ¡°Los m¨¢s profundos parecen de bala¡±, comenta este miembro del Grupo de Estudios del Frente de Madrid, Gefrema), una asociaci¨®n que investiga c¨®mo fue la Guerra Civil en la capital, ofrece rutas guiadas y conferencias. A pocos metros al norte se alza el talud del ferrocarril. La l¨®gica lleva a De Vicente a pensar que se registr¨® un combate a muy corta distancia entre unidades situadas sobre la v¨ªa y otras apostadas en la caseta y su entorno. ¡°Me llam¨® la atenci¨®n. Se supone que los sublevados no llegaron hasta aqu¨ª¡±, reflexiona. Estas dudas le llevaron a emprender una indagaci¨®n que ha durado cerca de una d¨¦cada.
La mayor¨ªa de estudios hist¨®ricos establecen que las tropas de Franco, tras tomar la Casa de Campo, lograron cruzar el r¨ªo el 15 de noviembre de 1936 vade¨¢ndolo a la altura de la Ciudad Universitaria, donde quedaron estancadas hasta el fin de la guerra. Nunca llegaron a tomar la zona del puente de los Franceses, que se convirti¨® en un s¨ªmbolo de resistencia al que los madrile?os le cantaron coplas ¡ª "Puente de los Franceses,/ mamita m¨ªa,/ nadie te pasa".
De Vicente sostiene, en cambio, que hubo un cruce previo el 9 de noviembre, seis d¨ªas antes, pocas horas despu¨¦s del combate descrito por Hans en su informe, conservado en el archivo hist¨®rico del PCE. Todo apunta a que era Hans Khale, oficial alem¨¢n al mando del batall¨®n Edgar Andr¨¦ de la XI Brigada Internacional.
Sobre lo que ocurri¨® aquella noche ¡°hay mucha bruma¡±, comenta, pero la documentaci¨®n que ha recopilado y publicado en la revista Frente de Madrid, que edita el Gefrema, lleva a pensar que se desat¨® una batalla en la margen oriental del Manzanares. Los franquistas lograron cruzar la zona cuando ya oscurec¨ªa y penetraron en el barrio de Arg¨¹elles, en Moncloa, siempre seg¨²n esta versi¨®n. ¡°Se lleg¨® a combatir a pocos metros de la c¨¢rcel Modelo e incluso hubo tanquetas enemigas que subieron por la calle de Marqu¨¦s de Urquijo hasta la de Princesa. La situaci¨®n qued¨® controlada al amanecer, cuando los brigadistas, junto con guardias de Asalto, retomaron el puente de los Franceses¡±, sostiene De Vicente.
Entre los testimonios orales y escritos que presenta para respaldar su relato sobresale el del voluntario brit¨¢nico John Sommerfield, que narr¨® en un diario la muerte de varios compa?eros de la XI Brigada el d¨ªa 9 durante unos combates nocturnos?en la Ciudad Universitaria contra regulares marroqu¨ªes. Cita tambi¨¦n a Mija¨ªl Koltsov, periodista sovi¨¦tico considerado uno de los hombres clave de Stalin en Madrid durante la guerra, quien escribi¨® que el d¨ªa 9 se produjeron combates en el parque del Oeste, cundi¨® el p¨¢nico y a los miembros del Estado Mayor republicano ¡°casi los arrastraron a la fuerza a los autom¨®viles para que los trasladaran cuanto antes al extremo oriental de la ciudad¡±.
¡°Es posible un cruce anterior, aunque a m¨ª no me conste. Lo que no es veros¨ªmil es que lo consiguiera un tanque¡±, opina Jorge Mart¨ªnez-Reverte, autor de algunos de los libros m¨¢s conocidos sobre la contienda, entre ellos La batalla de Madrid.
El presidente de la Asociaci¨®n Espa?ola de Historia Militar, Fernando Puell, recuerda que entre los d¨ªas 9 y 14 de noviembre los combates se sucedieron en la Casa de Campo y no descarta que desde all¨ª hubiese ¡°intentos¡± de cruzar el r¨ªo. De lo que no cabe duda es de que aquellos d¨ªas ambos bandos se jugaban mucho. ¡°La toma de la capital habr¨ªa supuesto el fin de la guerra¡ o casi¡±, incide Mart¨ªnez-Reverte.
Papel decisivo
De Vicente recalca que ¡°si hubo un d¨ªa en que las Brigadas Internacionales fueron decisivas fue aquel 9 de noviembre¡±. Defiende adem¨¢s que el cruce sobre el r¨ªo aquella jornada fue silenciado. Su teor¨ªa es que a ninguno de los dos bandos le interesaba en aquel momento que se conociese, en el caso de los republicanos por dos motivos: hubiese supuesto un golpe devastador para la moral de los defensores y reconocer que la ciudad hab¨ªa sido salvada por los voluntarios comunistas de las Brigadas podr¨ªa dar una imagen de radicalidad a la Rep¨²blica cuando intentaba conseguir el apoyo de las democracias europeas. En el caso de los sublevados, ¡°fue una frustraci¨®n muy grande¡±, ya que hab¨ªan rozado su meta, pero tuvieron que retirarse. Madrid no cay¨® hasta finales de marzo de 1939, tras el golpe de Estado del coronel Casado.
Puell explica que la llegada de las Brigadas Internacionales supuso ¡°una importante inyecci¨®n de moral¡± para la defensa de Madrid en noviembre de 1936. Los milicianos republicanos hu¨ªan con facilidad ante la acometida de las tropas profesionales a las que se enfrentaban. Sin embargo, los brigadistas ¡°no se retiran, no se mueven de su sitio¡±. Ello motiv¨® una reacci¨®n entre los milicianos, ¡°algo muy espa?ol: si estos aguantan, yo tambi¨¦n¡±.
El escritor Jorge Mart¨ªnez-Reverte coincide en la relevancia que tuvieron aquellos voluntarios en la resistencia de la capital: ¡°Fueron imprescindibles no solo como combatientes, sino, sobre todo, como fuerza moral¡±. El fracaso en la toma de Madrid "oblig¨® a los dos bandos a organizarse para combatir a un enemigo muy poderoso", destaca. "Eso convirti¨® el golpe de Estado fracasado en una larga guerra¡±.
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