Mozart en los Urales
Teodor Currentzis culmina la trilog¨ªa Da Ponte con una extraordinaria versi¨®n de 'Don Giovanni'
Encontrar a Mozart en los Urales. He aqu¨ª la tarea que ha resuelto Teodor Currentzis cinco a?os despu¨¦s de haberla emprendido. Y no porque pretendiera encabezar una misi¨®n arqueol¨®gica en busca del cad¨¢ver perdido, sino porque la ambici¨®n de reconstruir la trilog¨ªa que el compositor austriaco escribi¨® a partir de los libretos de Lorenzo da Ponte¡ªBodas de F¨ªgaro, Don Giovanni, Cos¨¬ fan tutte¡ª requer¨ªa un ejercicio de aislamiento y hasta de abstracci¨®n, quiz¨¢ para despojar a Mozart del prosa¨ªsmo, del amaneramiento o de la robotizaci¨®n al que tantas veces se lo expone.
Currentzis ha tenido a su lado una multinacional discogr¨¢fica tan poderosa como Sony. Y ha obtenido incluso la lealtad davidiana de una orquesta, Musicaeterna, construida a su medida y dispuesta a hibernar en Perm. Que se llam¨® Molotov en homenaje al incendiario ministro sovi¨¦tico y que aloja un teatro de ¨®pera donde Currentzis ha ejercido de director y de m¨¦dium. Ya lo hizo con las memorables entregas de Las bodas de F¨ªgaro y Cos¨¬ fan tutte, pero la aparici¨®n de Don Giovanni lleva m¨¢s lejos todav¨ªa el requisito trascendental en la coyuntura del erotismo y la muerte.
El triple disco es un cofre en todas sus connotaciones polis¨¦micas. Ya dec¨ªa Kierkegaard que Don Giovanni es la cima de la creaci¨®n humana
El triple disco es un cofre en todas sus connotaciones polis¨¦micas. Ya dec¨ªa Kierkegaard que Don Giovanni representa la cima de la creaci¨®n humana. Ya demuestra Currentzis que la ¨®pera deb¨ªa interpretarse, concebirse, como un viaje de iniciaci¨®n sin descanso, pudor ni paradas intermedias. Tanto desde el punto de vista formal ¡ªlas arias y los recitativos se encadenan a semejanza de las cuentas de un rosario¡ª como desde la perspectiva conceptual en la propia naturaleza del misterio. ¡°Qu¨¦ bella noche, es m¨¢s clara que el d¨ªa¡±, proclama Don Giovanni en el segundo acto aludiendo a la ambig¨¹edad del ¡°drama jocoso¡± y a la complejidad derivada de resolverla. La versi¨®n de Currentzis, en efecto, capta el claroscuro de Don Giovanni desde una lectura esencial, pero tambi¨¦n puede y debe disfrutarse desde presupuestos hedonistas, un placer sensorial que proviene de la exuberancia, de la sensualidad, de la tensi¨®n teatral que el maestro griego incorpora a su papel de mediador.
Lo hace desde la reivindicaci¨®n del libertino mismo. No cree Currentzis que Don Juan sea un criminal ni un violador, sino m¨¢s bien un ¡°hombre coherente con su pasi¨®n que desnuda la hipocres¨ªa de la sociedad que le rodea y que lleva hasta la muerte su propia concepci¨®n de la vida, dilat¨¢ndola lejos de todas las convenciones¡±.
Habla Currentzis al otro lado del tel¨¦fono con una voz timbrada y abaritonada. Se dir¨ªa que antes de interpretar las tres ¨®peras las ha cantado, m¨¢s o menos como si se tratara de un proceso de interiorizaci¨®n o de ¨®smosis felizmente inculcado en el espejo de su orquesta. ¡°Lo que hemos hecho en Perm es crear un h¨¢bitat musical. Nos hemos despojado de la rutina occidental, de la frivolidad con que tantas veces se tergiversa la ¨®pera. Y hasta nos hemos propuesto cultivar al p¨²blico. Educarlo. Acercarlo al conocimiento profundo de esta m¨²sica. Don Giovanni es una ¨®pera honda que Mozart escribi¨® enfermo, doloroso y deprimido. Es un acto creador extremo que te deja estremecido¡±.
Es Currentzis un perfeccionista. Lo demuestra la decisi¨®n que adopt¨® nada m¨¢s haber recibido la edici¨®n completa del disco: hab¨ªa que repetir la grabaci¨®n. Y no porque fuera est¨¦tica o interpretativamente deficiente, sino porque al Don Giovanni resultante de tantas horas de estudio y de trabajo le faltaban sensualidad y metaf¨ªsica.
Son los extremos de la ¨®pera misma. Que no est¨¢n en la superficie, sino en la profundidad, igual que las corrientes marinas. Currentzis logr¨® sumergirse hasta reconocerse en el Don Giovanni que cre¨ªa veros¨ªmil. Y que le ha proporcionado el derecho a convertirse en sumo ex¨¦geta. La prueba est¨¢ en que el Festival de Salzburgo va a encomendarle a partir del verano que viene los grandes proyectos mozartianos. Nadie mejor para afrontarlos que un director de orquesta griego, radicado en Perm y desintoxicado del manierismo que confunde a Mozart con el sabor de los bombones de chocolate y mazap¨¢n tan atractivos para el paladar de los turistas cuyos h¨¢bitos frecuentan la ciudad natal del maestro a orillas del Salzach.
W. A. Mozart. Don Giovanni (3 CD Deluxe Edition). Teodor Currentzis y Musicaeterna. Sony Classical. 29,99 euros
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