La intimidad de Picasso, en Buenos Aires
Un recorrido por los dibujos del malague?o anima la programaci¨®n del museo de Arte Moderno
¡°?Sabr¨¢ Pablo Picasso que est¨¢ en Buenos Aires?¡±, se pregunta el ministro de Cultura Angel Mahler en el Museo de Arte Moderno porte?o (MAMBA). El cargo est¨¢ all¨ª junto al alcalde de la ciudad, Horacio Rodr¨ªguez Larreta, para inaugurar una muestra que fue curada en forma simult¨¢nea entre esta casa y el Mus¨¦e national Picasso-Paris. El recorrido por las 74 obras del artista es transversal a todos los momentos de su creaci¨®n, desde que cumpli¨® los 16 a?os, hasta un a?o antes de su muerte, en 1973, y permite apreciar sus primeras miradas de las figuras, su apego al cubismo y el posterior traspaso al surrealismo. ¡°Buenos Aires es una ciudad muy culta donde las expectativas culturales son muy altas, y es por eso que hemos trabajado muy duro para poder estar a la expectativa de los habitantes¡±, afirm¨® Erol Ok, Director General del Mus¨¦e, de visita en Argentina.
Titulada M¨¢s all¨¢ de la semejanza, se trata de la primera muestra retrospectiva en el pa¨ªs dedicada a los dibujos de Picasso, que fueron atesoradas por el propio artista en vida y que hoy pertenecen a la Colecci¨®n del Mus¨¦e, luego de que sus herederos las donaran al Estado franc¨¦s en 1979 y 1990, cumpliendo as¨ª la voluntad del difunto. La curadur¨ªa est¨¢ a cargo de Victoria Noorthoorn, directora del MAMBA, por Argentina, y Emilia Philippot, por Francia. Seg¨²n la tutela, las im¨¢genes refieren a ¡°nuestra naturaleza animal, nuestra posibilidad de ser multifac¨¦ticos, nuestro poder de invenci¨®n y reinvenci¨®n¡±. Tambi¨¦n se nota una especial obstinaci¨®n del joven Picasso en la anatom¨ªa femenina, las curvas de los cuerpos, su mixtura con los accesorios (en especial los sombreros) y la permanente observaci¨®n sobre la cabeza de la mujer. Todo graficado mediante las t¨¦cnicas del l¨¢piz, la pluma, tinta china y carbonilla.
¡°Picasso fue un eterno investigador¡±, refiere Noorthorn, ¡°De dibujo en dibujo, Picasso estudi¨®, sin pausa, a la figura: estudi¨® tanto su construcci¨®n como su deconstrucci¨®n, su integridad y su potencial desintegraci¨®n, su coherencia y su deformaci¨®n, sin importar cu¨¢n semejante a ella, o no, fuese el resultado final. Al intentar asir la verdadera naturaleza del ser humano, Picasso puso en acci¨®n un gesto contundente: en el estudio de lo particular -por ejemplo, de un determinado modelo- busc¨®, y encontr¨®, aquello que podr¨ªa ser considerado universal en el hombre. Busc¨®, y encontr¨®, su propia visi¨®n sobre la humanidad¡±. Las obras se presentan ordenadas en forma cronol¨®gica y est¨¢n incluidas la ¨¦poca azul; sus investigaciones de 1906 a 1908 del llamado ¡°cubismo primitivo¡±, durante el cual el artista se nutri¨® de una enorme cantidad de influencias tales como la escultura ib¨¦rica y la obra de avanzada de Ingres, Gauguin y C¨¦zanne, entre otros.
El proyecto del Mus¨¦e national Picasso-Paris, que posee una de las m¨¢s destacadas colecciones de la obra de Picasso a nivel internacional, se inici¨® en 1974, un a?o despu¨¦s del fallecimiento del artista, y fue inaugurado en 1985 con la refacci¨®n para su emplazamiento del H?tel Sal¨¦ en 5, rue de Thorigny, Par¨ªs. Posee la ¨²nica colecci¨®n p¨²blica en el mundo que atraviesa la totalidad de la producci¨®n del malague?o, con un invaluable patrimonio de m¨¢s de 5.000 obras, entre ellas pinturas, esculturas, dibujos y grabados, junto a un archivo de decenas de miles de documentos. M¨¢s de 70 de ellas ahora se pueden ver en Buenos Aires, hasta el 28 de febrero de 2017 y por poco m¨¢s de un d¨®lar, o gratis, si se visita los martes. Es casi seguro que Picasso ya est¨¢ al tanto de todo.
Babelia
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