El escritor Juan Eduardo Z¨²?iga, premio Nacional de las Letras
Cr¨ªtico literario y traductor, es conocido por su trilog¨ªa sobre la Guerra Civil en Madrid
El escritor, cr¨ªtico literario y traductor Juan Eduardo Z¨²?iga (Madrid, 1919), conocido por su trilog¨ªa de la Guerra Civil en Madrid, ha sido distinguido hoy con el premio Nacional de las Letras, dotado con 40.000 euros, concedido por el Ministerio de Educaci¨®n, Cultura y Deporte, que reconoce el conjunto de la obra de un autor espa?ol en cualquiera de las lenguas del Estado. Es otro galard¨®n a una trayectoria distinguida con el premio Nacional de Traducci¨®n en 1987 y con el Nacional de la Cr¨ªtica en 2003.
Z¨²?iga es esa figura esquel¨¦tica y elegante que hasta hace nada paseaba por las orillas del Retiro, como si escudri?ara a¨²n las nieves de anta?o, cuando esta ciudad, capital de la gloria, como titul¨® su libro sobre este lugar durante la Guerra Civil, era el escenario po¨¦tico y tremendo del mill¨®n de cad¨¢veres que cont¨® D¨¢maso Alonso. Este mediod¨ªa le dieron un premio que se merece por lo menos desde que escribi¨® ese libro. Y a sus 97 a?os lo celebraba con su mujer, la escritora y editora Felicidad Orqu¨ªn, en esa misma geograf¨ªa fr¨ªa que est¨¢ en su memoria pertinaz de la guerra.
Esa guerra lo dej¨® al rojo vivo, aunque lo que recuerda de ese tiempo, de esos a?os que vivi¨® en la ciudad cercada, es que fue la escritura la que lo salv¨® del fr¨ªo de aquel temporal moral que vivi¨® ¨¦l con su generaci¨®n. Al mediod¨ªa, cuando ha sabido el premio, volv¨ªa a su casa del hospital, donde se hace pruebas para que la tensi¨®n mejore; desde hace tiempo, esos ojos enormes que guarda detr¨¢s de unas gafas de roca ya no le funcionan como antes; pero sigue escribiendo con su letra menuda y antigua. Con esa letra escribi¨® la trilog¨ªa que lo distingue y que es la memoria del Madrid helado por la metralla y el viento. Esa trilog¨ªa contiene Largo noviembre en Madrid, La tierra ser¨¢ un para¨ªso y la citada Capital de la gloria. Madrid es su ra¨ªz, fue su martirio, desde hace a?os es la habitaci¨®n de su literatura.
De ¨¦l dijo uno de sus grandes amigos, el novelista Manuel Longares: ¡°Z¨²?iga conoce el riesgo de pisar la calle. Por eso, al rebasar el portal de su casa pone la mano en los telefonillos, como para concederse un respiro antes de acometer la audacia¡±. En la escritura es minucioso y callado; ha vivido, dec¨ªa Longares despu¨¦s de conocerse la noticia del premio a su amigo, ¡°en un profundo silencio; no muestra ostentaci¨®n alguna, y su escritura se parece a ese car¨¢cter, a esa actitud. Ver que un maestro as¨ª es premiado supone un est¨ªmulo grande¡±. Se recompensa, dice de ¨¦l Longares, ¡°a una persona consagrada a la literatura, a contar lo que pas¨® aqu¨ª con el vuelo que lo desprende del realismo social que abund¨® en su generaci¨®n, la del 50. Como Juan Benet, como algunos otros, se desprendi¨® de ese modo de decir, como se advierte en El coral y las aguas¡±.
Su trilog¨ªa madrile?a marca ese modo de escribir. Un d¨ªa le pregunt¨¦ c¨®mo lo hab¨ªa dejado la guerra. No, no lo dej¨® al rojo vivo. ¡°M¨¢s bien experiment¨¦ lo contrario. Not¨¦ como un d¨ªa nublado, un d¨ªa de esos de llovizna madrile?a que sopla el aire helado de la sierra. Esa era la situaci¨®n vital de aquellos a?os. Sobreviv¨ªa con el gran esfuerzo de la cultura. La cultura fue el punto de apoyo, la que me ayud¨® a tener cierto calor. Escribir me salv¨® de aquel fr¨ªo. Y de esa frialdad del ambiente tuve que pasar a un periodo en el que yo sintiera ese vigor de la creaci¨®n; deb¨ªa inventar los personajes, revestirlos de inter¨¦s¡±.
Esa trilog¨ªa fue ¡°una traves¨ªa de Madrid, relacion¨¢ndome con los personajes, no precisamente ejemplares, que no se adscribieron a ninguno de los dos bandos que estaban en contienda, sino que viv¨ªan en soledad, con mala conciencia por no tener un compromiso¡±. En ellos no hab¨ªa hero¨ªsmo; ¡°lo heroico estaba en esa cierta lejan¨ªa de una ciudad asediada, hambrienta, bombardeada¡±. De esa devastaci¨®n se salv¨® describi¨¦ndola, ¡°porque qui¨¦n sabe si en estos personajes tambi¨¦n hab¨ªa astillas de mi madera¡±.
Al mediod¨ªa se recupera de las experiencias hospitalarias y del susto que, tantos a?os despu¨¦s de merecerlo, le hab¨ªa dado que le concedieran el premio Nacional de las Letras. Se puso a descansar, con el prop¨®sito, despu¨¦s, de responder unas preguntas. Como muchos de su generaci¨®n castigada, ¨¦l no ha sido hombre de premios, sino de cicatrices.
En su fallo, el jurado ha reconocido a Z¨²?iga por "una vida dedicada a las letras, en las que ha sido un maestro tanto en el g¨¦nero del cuento, realista y fant¨¢stico, como en el ensayo literario y la traducci¨®n". Z¨²?iga fue un ni?o en la capital en pleno conflicto, la gran herida de su vida y episodio crucial que se convirti¨® en la materia de su memoria y su literatura. Estudi¨® Bellas Artes y Filosof¨ªa y Letras, especializ¨¢ndose en lenguas eslavas, lo que le ha permitido realizar estudios sobre los principales creadores de estas lenguas.
Entre sus obras tambi¨¦n destaca una biograf¨ªa de Turgueniev titulada Los imposibles afectos de Ivan Turgueniev (1977), varios ensayos sobre escritores rusos como Ch¨¦jov y numerosos art¨ªculos acerca de la cultura b¨²lgara. En 1945, elabor¨® su primer ensayo, titulado La historia de Bulgaria. Tambi¨¦n ha traducido a importantes novelistas y poetas de los pa¨ªses del Este, y a autores portugueses, como Urbano Tavares Rodrigues o Mario Dionisio. En 1987, consigui¨® el Premio Nacional de Traducci¨®n por la versi¨®n castellana de las obras del escritor portugu¨¦s Antero de Quental.
Ensayo sobre Larra
En 1951, edit¨® su primera novela, In¨²tiles totales, y m¨¢s tarde, en 1962, public¨® El coral y las aguas. En 1967 escribi¨® el ensayo Los art¨ªculos sociales de Mariano Jos¨¦ de Larra. En 1983 public¨® El anillo de Pushkin, libro considerado a la vez relato y ensayo. Misterios de las noches y los d¨ªas (1992), compuesto por cuarenta relatos breves; la novela Flores de plomo (1999), una cr¨®nica basada en datos hist¨®ricos de la noche en la que Mariano Jos¨¦ de Larra se suicid¨®. Finalmente, en 2010 publica Brillan monedas oxidadas, una recopilaci¨®n de relatos.
El jurado ha estado presidido por el director general de Industrias Culturales y del Libro, Jos¨¦ Pascual Marco; y la subdirectora general de Promoci¨®n del Libro, la Lectura y las Letras Espa?olas, M¨®nica Fern¨¢ndez, ha actuado como vicepresidenta. Han formado parte del jurado como vocales el autor galardonado en 2014, Emilio Lled¨®; la autora galardonada en 2015, Carme Riera; Pedro ?lvarez de Miranda, designado por la Real Academia Espa?ola; Xes¨²s Alonso, por la Real Academia Gallega; Aizpea Goenaga, por la Real Academia de la Lengua Vasca; Jordi Cornudella, por el Instituto de Estudios Catalanes; Manuel Rico, por la Asociaci¨®n Colegial de Escritores de Espa?a; Anna Grau, por la Federaci¨®n de Asociaciones de Periodistas de Espa?a; Fernando Valls, por la Asociaci¨®n Espa?ola de Cr¨ªticos Literarios; Paloma Garc¨ªa Picazo, por el Centro de Estudios de G¨¦nero de la UNED; Rafael Luis Gonz¨¢lez, por la Conferencia de Rectores de las Universidades Espa?olas, y Fernando Rodr¨ªguez Lafuente, por el ministro de Educaci¨®n, Cultura y Deporte.
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