Una torre expansiva
Libros y autores. Debates y encuentros. Tres d¨¦cadas dan para mucho. Un viaje por los recuerdos de un fiel veterano de la feria mexicana
La Feria Internacional del Libro de Guadalajara cumple 30 a?os como una inmensa torre que se expande en c¨ªrcu?los conc¨¦ntricos, quiz¨¢ porque las ruinas circulares de la de Babel aspiraban a rozar los cielos. Escritores de todos los g¨¦neros literarios y lectores de todas las edades, editores de cientos de casas editoriales y dise?adores de pincel o pantalla digital, agentes literarios y traductores de todas las lenguas, acad¨¦micos y pensadores, intelectuales y vendedores, artistas y fantasmas se multiplican a?o con a?o bajo una inmensa carpa de una celebraci¨®n que se ha consolidado como la m¨¢s grande del idioma espa?ol y que tambi¨¦n abre ventanas a escritores de las otras lenguas del planeta.
Por aqu¨ª han pasado en p¨¢gina y en persona los m¨¢s destacados y entra?ables autores de obras intemporales, ediciones interminables y lecturas que se heredan de generaci¨®n en generaci¨®n. Bajo la clara sombra de la FIL se han apuntalado los premios a notables trayectorias bibliogr¨¢ficas y a todos los actores de las diversas caras del libro: por m¨¦rito editorial, por pasi¨®n bibli¨®fila, por g¨¦nero y circunstancia. A partir de 1991 fueron conformando la honrosa galer¨ªa de lo que se llamaba Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo hasta el a?o 2005. Recuerdo a Nicanor Parra ante una panda de intolerantes universitarios que exig¨ªan que el poeta declarase si cre¨ªa o no en Dios, a lo que respondi¨® que ¡°s¨ª¡, se llam¨® Juan Sebastian Bach¡±, o la mano de Eliseo Diego cuando enroscaba la tapa de una lujosa pluma fuente. Recuerdo a Julio Ram¨®n Ribeyro, por supuesto fumando, y a N¨¦lida Pi?¨®n, que hablaba cantando; a Augusto Monterroso, que afirm¨® en un discurso que ser¨ªa breve y dijo entonces: ¡°Muchas gracias¡±. Recuerdo el premio para Juan Jos¨¦ Arreola y la noche en que present¨® un hermoso librito degustando ante el p¨²blico una honrosa botella de champ¨¢n, y a Juan Mars¨¦, que hablaba como los ¨¢ngeles en 1997; a Juan Garc¨ªa Ponce en 2001, y siguieron Cintio Vitier, Rubem Fonseca y Juan Goytisolo, hasta que el premio para Tom¨¢s Segovia suscit¨® la lamentable confusi¨®n que motiv¨® el cambio de nombre y se convirti¨® por dos a?os en Premio FIL de Literatura (a secas), con Carlos Monsiv¨¢is y Fernando del Paso, y luego, Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances, con Ant¨®nio Lobo Antunes¡, y as¨ª, tres d¨¦cadas donde toda una generaci¨®n pas¨® de ser meramente lectora a la de escritores en ciernes, blogueros por doquier, presentadores en potencia, conferencistas poco a poco consuetudinarios sin dejar de leer a cada uno de los autores galardonados y los cientos de buenos ensayistas, notables novelistas, pr¨ªstinos poetas, minuciosos cronistas y todos los g¨¦neros de diversos idiomas y banderas que han paseado sus biograf¨ªas por los pasillos de esta FIL que a?o con a?o aumenta en su n¨²mero de lectores visitantes y en espacios de exhibici¨®n, venta, conversaci¨®n, debate y tertulia de libros y literaturas.
La FIL ha sido un espacio de aprendizaje y discusi¨®n, un foro de debate y una sala de conciertos diversos. Por aqu¨ª anduvo la sombra de Joaqu¨ªn Sabina y los agentes inc¨®gnitos que custodiaban la vida de Salman ?Rushdie, por all¨¢ se han visto entre los largos pasillos a los personajes de novela y a los autores de otros siglos entre legiones de ni?os y no tan ni?os, todos lectores. S¨®lo la FIL ha sido capaz de confeccionar di¨¢logos entre autores que quiz¨¢ no aparec¨ªan reunidos en estante alguno, y tambi¨¦n una proyecci¨®n gal¨¢ctica donde Ray Bradbury parec¨ªa dirigirse en directo y en tiempo real desde alg¨²n rinc¨®n de Marte, o la conferencia transatl¨¢ntica en que Jos¨¦ Saramago desde la FIL platicaba con G¨¹nter Grass en Alemania. Es una fiesta y al mismo tiempo un hervidero de trabajo; es la semana en la que no pocos escritores aprovechan para cerrar ciclo anunciando los p¨¢rrafos por venir y abrazando a los colegas que s¨®lo se ven aqu¨ª, y es tambi¨¦n el mercado de los derechos acumulados, las posibles traducciones y las nuevas ediciones. Es la ronda de las fiestas y los bailes, por tradici¨®n y por sello editorial; la convivencia diaria con los lectores que buscan la dedicatoria de sus libros y la conversaci¨®n con sus autores.
En buena hora la FIL se abri¨® a las escuelas del Estado de Jalisco y permitir que escritores consagrados y autores noveles no s¨®lo conozcan el generoso paisaje de la regi¨®n, sino la convivencia con los estudiantes j¨®venes, los nuevos lectores y escritores en ciernes. De ida y vuelta, los c¨ªrculos conc¨¦ntricos de la FIL se inventaron tambi¨¦n el escaparate de presentar a escritores ante foros de mil j¨®venes que retacan los salones de la sede para abrir di¨¢logos, tanto como los que preparan durante todo un a?o las cartas a autores seleccionados para una conversaci¨®n en vivo que ser¨¢ una suerte de confirmaci¨®n. Que se sepa, es quiz¨¢ la ¨²nica fiesta de libros y lecturas donde se ha visto a ni?os levitando con globos multicolores entre payasos que cantan las letras en voz alta o jirafas dibujadas en pantallas que proyectan toda la imaginaci¨®n descabellada y desbordada de caricaturistas. Aqu¨ª han nacido poemas y tramas enteras de novelas in¨¦ditas, se han fincado afectos inquebrantables y amores para siempre.
Se trata de un circo de interminables pistas que a lo largo de tres d¨¦cadas ha sido coordinado y coreografiado por mujeres que llevan la batuta en las trincheras. Marisol Schulz Manaut, que dirige la FIL desde hace ya varios a?os, y sus predecesoras en el cargo han dado la admirable nota de saber consolidar un encomiable y admirable ej¨¦rcito de trabajadores y colaboradores incansables que privilegian la hospitalidad y cordialidad, la coordinaci¨®n minuciosa y los horarios perfectos con los que se sincronizan cientos de actividades: talleres para ni?os y cada una de las presentaciones, conciertos a diario y obras de teatro, lecturas en vilo y muestras gastron¨®micas, la ronda de los transportes e incluso el sosiego de la lectura que se percibe como contagio colectivo en cada uno de los pasillos, en cada uno de los hoteles y en todas las conversaciones entre lectores y escritores.
En la FIL se ha visto la conmovedora y encomiable abundancia de lectores no s¨®lo de Guadalajara o del Estado de Jalisco, sino de muchas regiones de M¨¦xico que acuden para comprar los libros por los que ahorran durante todo el a?o y para ver en persona a los autores que comparten y contagian ideas, imaginaci¨®n y memoria. Aqu¨ª se han paseado los escritores que transpiran grandeza intemporal y los que quedan congelados en intocables sonrisas de gaviero contemplando el mar, o de leyenda envuelta en mariposas amarillas y el que narr¨® los secretos de la musa que se vuelve anciana por las noches y el que murmuraba las llamas de pueblos de muertos donde alguien se derrumba al final como un mont¨®n de piedras. Aqu¨ª se han escuchado los pr¨ªstinos versos de una piedra hecha de Sol y la voz del poeta que se come a cucharadas una parte de la Luna, y entre los cientos de estantes se han visto desfilar las ediciones invaluables de libros que se leen como memoria viva de diversos paisajes y se hacen eco conversatorios y presentaciones que realmente confirman que lo ¨²nico que nos salva como personas, como pa¨ªs y como planeta est¨¢ en los libros, en los libros que cierto pol¨ªtico no pudo citar aqu¨ª mismo, pero tambi¨¦n en los poemarios que justifican la belleza de una mirada intemporal o en los ensayos que explican el resplandor de un instante y las cr¨®nicas que resumen al mejor oficio del mundo.
No sin nostalgia, la magna reuni¨®n de las muchas literaturas que nos unen bajo la? del idioma, que poco a poco inunda todas las geograf¨ªas del planeta, tambi¨¦n marca la ronda de los escritores que ya no regresan en persona; a?o con a?o, al tiempo que aparecen los nuevos escritores con su primer libro ya impreso, Guadalajara rinde gratitud y homenaje a quienes confirman que la eternidad por fin comienza el lunes siguiente a la semana de Feria. Es la semana del recuerdo y conmemoraci¨®n y el anuncio de futuras efem¨¦rides, es la ocasi¨®n para celebrar a los nuevos premiados en el mundo de las letras y tambi¨¦n el anuncio de los libros que han de inundar los mercados del porvenir. Es la FIL, la m¨¢s importante reuni¨®n de la lengua castellana, del idioma espa?ol con todos los acentos con los que se habla a lo largo y ancho del mundo. La feria que empez¨® bajo una carpa con id¨¦nticos estantes de l¨¢mina amarilla y hoy es la escenograf¨ªa alucinante de las naos de dos pisos, las pantallas en movimiento y el papel de siempre con las mismas tintas, el abecedario intacto, multiplicado por palabras en una sinfon¨ªa colectiva que bien ha sido bautizada por Juan Cruz como nada menos que un FILagro.
Unas 800.000 personas visitar¨¢n la feria durante su 30? aniversario. 20.000 profesionales del mundo del libro ¡ªeditores, traductores, agentes, ilustradores, distribuidores¡¡ª de 27 pa¨ªses. 125 empresas buscar¨¢n hacer negocio con los 400.000 t¨ªtulos en 23 leguas distintas.
Durante nueve d¨ªas, desde hoy y hasta el 4 de diciembre, 650 autores de 44 pa¨ªses se repartir¨¢n entre los 34.000 metros cuadrados del evento. El eje: las mesas sobre las letras de la regi¨®n:?Viva Am¨¦rica Latina! M¨¢s all¨¢ del boom; Centroam¨¦rica cuenta; Latinoam¨¦rica ?sale del closet? Algunos nombres: Mario Vargas Llosa, Leonardo Padura, Enrique Krauze, Laura Restrepo, Gioconda Belli, Santiago Roncagliolo.
El reconocimiento al autor rumano Norman Manea (Bucovina, 1936), Premio FIL de Lenguas Romances, servir¨¢ de apertura. Otros autores no latinoamericanos convocados son el estadounidense John Irving, el italiano Roberto Calasso o los espa?oles Antonio Gamoneda, Rosa Montero y Manuel Rivas.
En la feria, que abri¨® sus puertas por primera vez el 28 de noviembre de 1987, tambi¨¦n ser¨¢ homenajeado Mario Vargas Llosa por su ochenta cumplea?os y el diario EL PA?S por su cuarenta aniversario. Hoy tendr¨¢ lugar la mesa Ser periodista hoy, con la participaci¨®n de Antonio Ca?o, director del diario, junto a responsables de medios mexicanos. El domingo se celebrar¨¢ un debate entre Mario Vagas Llosa, Juan Luis Cebri¨¢n, presidente el Grupo PRISA y EL PA?S y Antonio Ca?o.
Camilo Jos¨¦ Cela y Elena Garro ser¨¢n recordados en su centenario e Ignacio Padilla, fallecido este a?o, recibir¨¢ el reconocimiento de sus compa?eros mexicanos de la generaci¨®n del crack. DAVID MARCIAL P?REZ
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