Javier Sicilia: ¡°Pe?a Nieto est¨¢ enterrando a los muertos en el silencio¡±
El escritor y activista mexicano rememora en 'El deshabitado' la tragedia, los d¨ªas de horror tras el asesinato de su hijo en 2011
Javier Sicilia se sume en el silencio de la escritura. ¡°No hay nada m¨¢s que decir¡±, reconoce. En 2011, tras el asesinato de su hijo Juan Francisco, escribi¨® el ¨²ltimo de sus poemas y ahora presenta su obra m¨¢s dolorosa: El deshabitado, con la que pondr¨¢ fin a su etapa como novelista. En ella rememora la tragedia, los d¨ªas de horror, los hechos que acabaron por convertirlo en el hombre roto y mutilado que es hoy. A lo largo de sus p¨¢ginas relata c¨®mo vivi¨® la muerte de Juanelo y la de seis de sus amigos en Cuernavaca, cinco a?os despu¨¦s de que el expresidente Felipe Calder¨®n comenzara aquella cruenta guerra contra el narcotr¨¢fico que desangra a M¨¦xico desde hace ya una d¨¦cada.
¡°Los horrores del nazismo se instalaron con otros nombres y otros rostros¡±, defiende en este libro. Una novela que al poeta, hecho activista, le gustar¨ªa que leyera Enrique Pe?a Nieto, ¡°aunque probablemente mi tragedia ya no le diga nada¡±, confiesa. Y es que no tiene esperanza en que la clase pol¨ªtica acabe con esta ¡°crisis criminal¡±, con una guerra en la que los j¨®venes son el blanco perfecto. El objetivo prioritario de una larga contienda que est¨¢ acabando con el futuro de M¨¦xico. ¡°Un fuego arde como una epidemia por el pa¨ªs: el de un hijo asesinado¡±, relata en la obra.
Pregunta. ?Se siente deshabitado?
Respuesta.?S¨ª. Vivo deshabitado y es terrible. Estoy al margen del mundo. Aunque tambi¨¦n tiene un sentido positivo. No me hago trampas, ni ilusiones. Trabajo la sustancia de la vida espiritual: el amor. La ¨²nica forma de resistencia frente a este universo maligno.
P. ?Esta novela sirvi¨® para abrir o para cerrar heridas?
R. Para sanar un poco. Escribir de un drama tan brutal permite recobrar el sentido, recuperarme en lo humano. La violencia surge de la p¨¦rdida de significados. Es la mudez, la idiotez. Ante eso hay que responder con la palabra.
P. Pero abandona la escritura¡
R. S¨ª porque no hay nada m¨¢s que decir. El silencio es tambi¨¦n una forma de protesta. Y adem¨¢s la obra queda. Vivimos en un entorno demasiado ruidoso donde todo el mundo habla y la palabra se designifica. La violencia que vivimos es una crisis de palabras, de falta de silencio.
P. Cuando se sent¨® frente a Felipe Calder¨®n le dijo que lo que ¨¦l llamaba bajas colaterales ten¨ªan rostro humano ?Qu¨¦ mensaje le transmitir¨ªa a Enrique Pe?a Nieto?
R. Le transmitir¨ªa lo mismo. Cuando era candidato le dije que no ten¨ªa coraz¨®n, que su discurso era fr¨ªo y matematizado. Entonces se volte¨® hacia m¨ª enojado y lo neg¨®. Pero durante estos cuatro a?os al frente del Gobierno hemos descubierto que carece de ¨¦l. Le regalar¨ªa este libro, aunque probablemente mi tragedia ya no le diga nada y le traer¨ªa al ¨²ltimo de los padres o las madres que han perdido a su hijo. Pe?a Nieto hace lo mismo que Felipe Calder¨®n: reduce todo a cifras y trata de borrar la realidad, enterrando a los muertos en el silencio.
P. ?M¨¦xico est¨¢ ahora m¨¢s cerca o m¨¢s lejos de la paz?
R. M¨¢s lejos porque [los mandatarios] no encaran el problema. No tienen la capacidad de percatarse de la tragedia y de la emergencia humanitaria que existe. Sus discursos tratan de negar y minimizar la realidad. Y cuando la comunidad internacional pone en evidencia la crisis que vivimos, como hizo el GIEI, los corren. Esa actitud fomenta la impunidad y la violencia.
P. ?C¨®mo vivi¨® la desaparici¨®n de los 43 normalistas de Ayotzinapa?
R. Con mucho horror y enojo. Hubo siete asesinados en 2011 en Cuernavaca y a 200 kil¨®metros, dos a?os despu¨¦s, hubo 43 desaparecidos y seis muertos. Cuando [el secretario de Gobernaci¨®n] Miguel ?ngel Osorio Chong y [el exprocurador general] Jos¨¦ Murillo Karam me invitaron a dialogar les dije que mi mensaje se lo hab¨ªa repetido varias veces y nunca me hab¨ªan hecho caso. Y todo por corruptos, por pendejos, por hijos de la chingada. ?Qu¨¦ m¨¢s puedo hablar con ellos?
P. ?La legalizaci¨®n de la marihuana medicinal ser¨ªa un avance?
R. Llega tarde, despu¨¦s de que hayan muerto cientos de miles de personas. Adem¨¢s hay que legalizar todas la drogas, no ¨²nicamente la marihuana y parar el comercio de armas. Debemos ponerle tambi¨¦n un l¨ªmite al consumo y a la violencia que constantemente aparece en televisi¨®n.
P. En esta realidad atroz que describe, ?d¨®nde encuentra la esperanza?
R. No tengo esperanzas. Simplemente respondo con lo ¨²nico que conozco: el amor. Sin ¨¦l y sin la lucha de quienes buscamos una soluci¨®n al pa¨ªs, la noche ser¨ªa absoluta.
P. M¨¦xico ha tenido a dos exgobernadores dados a la fuga y uno de ellos, Javier Duarte, contin¨²a pr¨®fugo de la Justicia. ?La impunidad es transversal?
P. Es que ellos tambi¨¦n son narcotraficantes. No solo eso, son violentadores de los derechos humanos. Se les persigue por corrupci¨®n pero tambi¨¦n se les deber¨ªa buscar por las redes que dejaron y que seguir¨¢n operando [tras dejar el cargo] junto al narco. Pero no son los ¨²nicos. Otros gobernadores act¨²an como ellos y se les mantiene en el poder, como Graco Ram¨ªrez. Un corrupto ligado a redes del crimen organizado. Hay muchos mandatarios protegidos que cuando dejen de estarlo, quedar¨¢n abandonados a su suerte, los acusar¨¢n y los dejar¨¢n huir.
P. ?En M¨¦xico, el joven es un blanco perfecto?
R. Es una guerra contra ellos. La mayor parte de los muertos y desaparecidos son j¨®venes. Tambi¨¦n lo son un inmenso n¨²mero de los asesinos que contrata el crimen organizado. Y los que no han ca¨ªdo en la violencia no tienen oportunidades laborales. La batalla es contra ellos y tambi¨¦n contra el pa¨ªs porque si los perdemos, el futuro de la naci¨®n se acaba.
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