La reina destronada

Empezaron por arremeter contra el cartel, minucioso y bello ¨®leo hiperrealista del pintor Joaqu¨ªn Risue?o que en las redes se tom¨® a pitorreo al confundirlo con un montaje fotogr¨¢fico. Lleg¨® al punto de ser reemplazado por otro, este s¨ª con una vulgarota selecci¨®n de fotograf¨ªas, que es el que se luce en los cines. Comenz¨®, pues, con mal pie La reina de Espa?a gracias a estas gamberradas difundidas por Internet. Y luego, es bien conocido, ha seguido y sigue con el recordatorio del discurso de Fernando Trueba al recibir el a?o pasado el Premio Nacional de Cinematograf¨ªa, que de nuevo circula ahora por las redes como prueba de su antiespa?olidad. En aquel momento Jim¨¦nez Losantos se despach¨® a gusto en su programa llam¨¢ndole ¡°progre infecto¡±, ¡°manguta¡±, ¡°tio tonto¡± y otras lindezas, para concluir que ¡°los franceses no te admitir¨ªan ni para recoger la basura¡±.

Fernando Trueba ya hab¨ªa manifestado en otras ocasiones que detesta los nacionalismos y las llamadas identidades culturales. Lo hizo, por ejemplo, entre otros lugares, en el festival de Nantes en un coloquio con Carlos Saura donde derroch¨® ese humor ¨¢cido que le caracteriza. Se mostr¨® all¨ª contrario a las ¡°fronteras verticales que separan los pa¨ªses¡±, declar¨¢ndose ap¨¢trida, porque ¨¦l lo que se siente es ¡°ciudadano del cine.¡± Y lo concret¨®: ¡°La realidad es hostil y a trav¨¦s de la literatura y el cine descubr¨ª otra realidad m¨¢s amable.¡± ?Qu¨¦ tiene de malo todo ello?

A Fernando Trueba le gustan las provocaciones. Siendo m¨¢s joven lo mismo interrump¨ªa a Berlanga en una charla para regalarle p¨²blicamente como homenaje un chorizo cular como trataba de agredir con un cubo de agua a un cr¨ªtico al que no le hab¨ªa entusiasmado su ¨²ltima pel¨ªcula, o declaraba que el actor c¨®mico que m¨¢s le hab¨ªa hecho re¨ªr era Dal¨ª, o se confesaba ateo en la ceremonia de los Oscar porque su ¨²nico dios era Billy Wilder. ¡°El humor est¨¢ por encima de las ideolog¨ªas¡±, dijo en Nantes. Y a trav¨¦s del humor, m¨¢s o menos acertado, ¨¦l se expresa en la vida y con mucha frecuencia en sus pel¨ªculas. Pero es posible que no sea el nuestro un pa¨ªs de buen humor y que predomine la irritaci¨®n, a pesar de los muchos motivos que podr¨ªa haber para la risa. Negra, por supuesto.