Mel Gibson: ¡°Prefiero los h¨¦roes de carne y hueso a los superh¨¦roes¡±
La nueva pel¨ªcula del director estadounidense puso en pie al p¨²blico en Venecia y es candidata al 'Oscar'
¡°La ¨²ltima d¨¦cada ha sido interesante pero he trabajado en m¨ª mismo y me siento genial¡±. As¨ª se presenta estos d¨ªas Mel Gibson, el hijo pr¨®digo de Hollywood. La estrella de sagas como Mad Max y Arma Letal, el consagrado director de Braveheart (1995) y el penitente millonario detr¨¢s del fen¨®meno llamado La pasi¨®n de Cristo (2004) fue excomulgado de la industria por el racismo y la misoginia de sus palabras. Hubo quien pens¨® que su carrera hab¨ªa acabado. Pero en una era en la que discursos similares han llevado al presidente electo a la Casa Blanca no sorprende el regreso de Gibson. Su nueva pel¨ªcula como director, Hasta el ¨²ltimo hombre, puso al p¨²blico en pie en el Festival de Venecia y en Hollywood se habla de un posible Oscar. ¡°A todos nos gusta el reconocimiento. Pero la verdadera recompensa es el trabajo. Han sido a?os de altos y bajos pero ahora me siento tan bien que lo siguiente ser¨ªa levitar¡±, acepta mes¨¢ndose una barba cana de ermita?o que oculta su rostro.
Hasta el ¨²ltimo hombre es una obra cl¨¢sicamente Gibson, llena de fe y violencia, la biograf¨ªa de Desmond Doss, un cristiano pacifista de la Am¨¦rica profunda que se alist¨® en la Segunda Guerra Mundial pero nunca blandi¨® un arma. Una historia de valor y convicci¨®n que Gibson compara con William Wallace en Braveheart. ¡°Es la historia de un h¨¦roe y tiene algo con lo que conectas, que sirve de inspiraci¨®n personal¡±, resume. Ese fue el argumento que convenci¨® a Doss a ceder los derechos a su Iglesia tras a?os de no querer ver su vida en la pantalla. Gibson tambi¨¦n pas¨® dos veces de esta historia con la que ahora tanto conecta.
No es solo Gibson el que ha cambiado. O la opini¨®n que tienen de ¨¦l en esta industria. Hollywood es diferente. Gibson siempre ha preferido ¡°los h¨¦roes de carne y hueso a los superh¨¦roes¡± que ahora dominan la pantalla. Pero esas historias no venden en la actualidad. Incluso el hombre que ha generado cerca de 1.900 millones de euros en la taquilla mundial tiene problemas para financiar estos filmes. Por eso durante el rodaje se vio forzado a hacer del agua, vino. Volviendo a la Australia en la que se cri¨®, y donde no ha rodado desde hace 30 a?os, la estrella hizo posible su ¨¦pica historia por 37,3 millones de euros, filmando las batallas en el espacio de un campo de f¨²tbol y utilizando todos los trucos que conoc¨ªa para conseguir el impacto deseado. ¡°El filme marca la madurez de los equipos de rodaje australianos¡±, se enorgullece de la cinematograf¨ªa que le vio nacer como estrella. Con ellos utiliz¨® m¨¢s efectos pr¨¢cticos que digitales, enterrando peque?as c¨¢maras en el terreno para captar las explosiones o llamando a su doble de acci¨®n favorito (Mic Rodgers) para coreografiar las batallas. Todo rodado en 59 d¨ªas que estir¨® hasta 61. Un filme que transform¨® en fiesta familiar cuando, junto a Andrew Garfield como protagonista, cont¨® con Milo Gibson como uno de los soldados. ¡°Y otro de mis hijos fue camar¨®grafo¡±, comenta con orgullo esperando el nacimiento de su noveno v¨¢stago junto a Rosalind Ross, a quien saca 35 a?os.
Pero como recuerda Gibson, Hasta el ¨²ltimo hombre es la primera pel¨ªcula en la que ha sido contratado como director. ¡°Este no es un proyecto propio. Es el ¨²nico que logr¨¦ financiar¡±, aclara a las llanas del cambio en la industria. Cierto que sol¨ªa producir sus propios proyectos e hizo saltar la banca con La pasi¨®n de Jes¨²s. ¡°Pero te acabas quemando¡±, admite. Pese a los cambios, la falta de apoyo y estos a?os en los que como actor solo ha contado con trabajos de menores para abajo tipo Machette Kills (2013), Los Mercenarios 3 (2014) o Blood Father (2016), Gibson no ha dejado de so?ar y asegura que tiene ¡°unos cinco guiones en casa¡± en los que est¨¢ trabajando. ¡°Tambi¨¦n de los que nadie quiere tocar¡±, a?ade. ¡°Pero siento esa necesidad de contar historias as¨ª que seguir¨¦ de una forma u otra, en cine o desarrollando otros proyectos. O cocinando. Lo que sea con tal de compartir una experiencia cultural. Es esa necesidad de expresarnos la que nos aleja de la c¨¢rcel¡±, afirma mes¨¢ndose de nuevo esa barba de loco que se ha dejado para The Professor and the Madman, pel¨ªcula que rueda junto a Sean Penn en Irlanda.
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