Los directores latinoamericanos apuestan por el cine de autor

Como no pod¨ªa ser menos en la babel del cine latinoamericano, con sus distintos matices, los directores del continente reivindican el cine de autor frente al sistema de producci¨®n de pel¨ªculas que impera en Hollywood. En una reuni¨®n a puerta cerrada celebrada en el Teatro El Milagro,? en pleno centro de la Ciudad de M¨¦xico y en el marco de los Premios F¨¦nix que se entregan hoy, tres de los cineastas que compiten por el galard¨®n a la Mejor Direcci¨®n: los brasile?os Gabriel Mascaro (Boi Neon) y Kleber Mendon?a Filho (Aquarius) y el catal¨¢n Albert Serra (La muerte de Luis XIV), moderados por el polaco Pawel Pawlikoski, ganador del Oscar a la Mejor Pel¨ªcula Extranjera por Ida en 2015, debatieron este mi¨¦rcoles sobre la cocina del s¨¦ptimo arte. Pese a sus diferentes trayectorias y estilos (Mascaro viene del mundo del documental, Serra de la literatura y Mendon?a Filho, de la cr¨ªtica de cine), a que en el encuentro se mezclaron varios idiomas y a que el director de Aquarius dice no sentirse "latinoamericano, como todos los brasile?os", coincidieron en la reivindicaci¨®n de la autor¨ªa intelectual de los filmes, incluso del gui¨®n, frente a los estadounidenses que delegan m¨¢s el trabajo en la realizaci¨®n de una pel¨ªcula.

"?Cu¨¢les son las diferencias con el cine anglosaj¨®n y c¨®mo conciben la direcci¨®n?", fue la pregunta del polaco Pawlikoski, con unas gafas negras de sol que no se quit¨® ni un segundo durante el encuentro. Serra, un cineasta inclasificable y que se ha autodefinido como el mejor de Espa?a, cuyo Luis XIV es su primer largo fuera de Catalu?a, afirm¨® que empez¨® a hacer cine a los 26 a?os gracias a la expansi¨®n de la tecnolog¨ªa digital y porque "seg¨²n te vas haciendo mayor, hay que hacer algo, todo se vuelve muy aburrido". En su caso, las pel¨ªculas tienen algo de performance, "de recuperar esas noches m¨¢gicas de los s¨¢bados con amigos", tanto que rueda de una forma especial: a veces cambia el gui¨®n sobre la marcha, no escribe los di¨¢logos, solo los temas a tratar, no tiene ideas preconcebidas y durante el rodaje si est¨¢ lejos de la escena, no quiere oir los di¨¤logos y si est¨¢ cerca, se pone de espaldas. "Ryan Gosling me cont¨® que el director de Drive, Nicholas Winding Refn, no se quit¨® los cascos durante todo el rodaje y le funcion¨®", dijo. Tampoco le importan mucho los aspectos t¨¦cnicos, que siempre se pueden corregir en postproducci¨®n, y en cambio tiene una teor¨ªa psicol¨®gica para enfrentarse al rodaje: que el director es el menos egoc¨¦ntrico de un equipo que, en teor¨ªa, solo quiere "destrozar" la pel¨ªcula.

"Coincido con Albert en muchas cosas, excepto en eso de ponerme de espaldas", asegur¨® Mendon?a Filho, que se ha quedado fuera de la nominaci¨®n por Brasil a los Oscar de este a?o por la campa?a del equipo de su pel¨ªcula contra el presidente conservador Michel Temer, pero a diferencia del catal¨¢n, tiene colaboradores en los que conf¨ªa. Su obsesi¨®n es el sonido y le preocupa, sobre todo, la verdad en la pantalla, mucho m¨¢s que la precisi¨®n t¨¦cnica. "Hay grandes pel¨ªculas cl¨¢sicas, obras maestras, en las que la escena cumbre est¨¢ fuera de foco. No creo en la perfeccion absoluta sin belleza", asegur¨® y cit¨® a Lars Von Trier como el cineasta que consigui¨® dotar de prestigio al cine digital y a una honestidad que ¨¦l tambi¨¨n profesa. En este sentido, Gabriel Mascaro, cuya segundo largo Boi neon, ambientado en el mundo de los rodeos de Brasil, fue la gran sensacion del Festival de Cine de Venecia, tampoco hace mucha distinci¨®n entre ficci¨®n y documental, sino que maneja una especie de h¨ªbrido, y presta mucha atenci¨®n a la m¨²sica. "Manej¨¦ hasta tres guiones distintos, lo mio es m¨¢s un proceso de investigar un tema y asi te vas acercando a la historia, es m¨¢s una experiencia", afirm¨®.

Como no pod¨ªa ser menos, la reciente y falsa pol¨¦mica sobre Bernardo Bertolucci y la ocultaci¨®n del detalle de la mantequilla a Maria Schneider en El ¨²ltimo tango en Par¨ªs, tambi¨¦n sobrevol¨® el encuentro ante las inevitables preguntas por las relaciones entre actores y directores. "Un poco de violencia con los actores no est¨¢ mal", asegur¨® Serra, que a veces utiliza el truco de que uno de los int¨¦rpretes no sepa qu¨¦ va a pasar en la escena y el otro s¨ª, justo a la manera del director italiano. "Los actores no son muy listos en ese sentido. Yo los elijo porque los conozco en la vida real y me caen bien como personas, pero nunca son tan interesantes como ante la pantalla", asegur¨® el catal¨¢n para quien el casting, como para el resto, la fotogenia, entendida como la presencia esc¨¦nica, es una parte fundamental. "Hasta un 50% o un 60% de la pel¨ªcula", asegur¨® Mendon?a Filho, que record¨® las desavenencias de directores como Polanski, Hitchcock y Kubrick con muchos de sus int¨¦rpretes. Mascaro cerro el debate con una an¨¦cdota muy grafica: "Le dije a uno de los protagonistas que ten¨ªa que masturbar a un caballo. me respondi¨® que cuando yo lo hiciera primero. Y lo hice, pero claro, despu¨¦s ya no se pod¨ªa rodar esa escena". "A veces, incluso podemos ser amables con los prisioneros", brome¨® Pawlikoski.?