Un pacto pol¨ªtico del pasado como soluci¨®n de presente
Cebri¨¢n y ?lvarez Junco coinciden en la presentaci¨®n de las memorias del periodista en su mirada sobre el valor de la Transici¨®n
La Transici¨®n espa?ola a la democracia no fue un camino de rosas ni ten¨ªa un resultado predeterminado. Esa fue una de las ideas centrales de la presentaci¨®n ayer en Madrid de Primera p¨¢gina (Debate), las memorias de Juan Luis Cebri¨¢n que abarcan el periodo entre 1944, cuando naci¨®, y 1988, cuando dej¨® la direcci¨®n de este diario tras 12 a?os. El presidente del Grupo PRISA y de EL PA?S dialog¨® con el historiador Jos¨¦ ?lvarez Junco y la escritora Soledad Pu¨¦rtolas, moderados por el periodista Carles Francino, en un acto que supuso, en gran medida, una defensa de todo lo bueno que tuvieron aquellos a?os en que lleg¨® la democracia.
¡°Nos creemos que los procesos hist¨®ricos, como la Transici¨®n, ten¨ªan que ser as¨ª, acabaron como ten¨ªan que acabar, y no es as¨ª. Pudo terminar mucho peor. Era algo muy fr¨¢gil y los que la vivieron desde dentro, como puede leerse en el libro, ten¨ªan una sensaci¨®n de mayor fragilidad¡±, defendi¨® ?lvarez Junco.
La historia que narra Cebri¨¢n sirve para entender por qu¨¦ la Transici¨®n fue inmediatamente bautizada as¨ª. Su experiencia como periodista tiene un largo periodo previo a la recuperaci¨®n de la democracia tras la muerte de Franco, en medios tan diversos como los diarios Pueblo o Informaciones, o al frente de los servicios informativos de TVE. Se trataba entonces, relat¨® Cebri¨¢n, de sortear como fuese posible la censura franquista. Las amenazas y el miedo llegaron despu¨¦s del fallecimiento del dictador. ¡°Las amenazas empezaron en serio cuando muri¨® Franco, porque fue entonces cuando empezamos a ejercer la libertad¡±, dijo. ¡°Pero no solo ten¨ªan miedo los que ejerc¨ªan la oposici¨®n, miedo al Ej¨¦rcito, fundamentalmente; tambi¨¦n sufr¨ªan ese miedo los cuadros del franquismo: miedo a las posibles responsabilidades pol¨ªticas, econ¨®micas o penales que se les pod¨ªan exigir¡±, a?adi¨®. Ese miedo, concluy¨® Cebri¨¢n, se convirti¨® as¨ª en el verdadero motor de la reconciliaci¨®n de los espa?oles.
Pu¨¦rtolas reconoci¨® su asombro al conocer por el libro el papel clave que jug¨® Manuel Fraga en la fundaci¨®n de EL PA?S. Y Cebri¨¢n, que cuenta en sus memorias su primera relaci¨®n con el exministro franquista y luego fundador de Alianza Popular (AP), sus desencuentros posteriores y la abrupta manera con que Fraga intent¨® sin ¨¦xito imponer sus ideas en la l¨ªnea editorial del peri¨®dico, quiso ponerle como ejemplo de la reconciliaci¨®n: ¡°Hay que recordar que fue ¨¦l, un ministro de Franco, un hombre duro, ¡®soy un liberal que fusila¡¯, lleg¨® a decir, quien introdujo a su rival, Santiago Carrillo, entonces en la clandestinidad, en una conferencia en el Club Siglo XXI¡±.
"?T¨² te operar¨ªas del car¨¢cter?"
Una vida dedicada al periodismo desde puestos de responsabilidad y en medio de situaciones complicadas y graves causa desencuentros y tensa amistades. A todo ello dedica Juan Luis Cebri¨¢n su libro de memorias, lo que motiv¨® que el moderador, Carles Francino, no pudiese evitar la pregunta final de la presentaci¨®n: ¡°?Te operar¨ªas el car¨¢cter?¡±. ¡°Creo que no has le¨ªdo bien el libro. Yo no me enfad¨¦ con nadie. Fueron ellos los que se enfadaron conmigo¡±, le respondi¨® Cebri¨¢n.
Cebri¨¢n lament¨® que su generaci¨®n no haya sido capaz de transmitir a quienes han venido despu¨¦s la importancia que tuvo esa reconciliaci¨®n, pero tampoco se mostr¨® nost¨¢lgico por la posible ¨¦pica de un periodo ¡°en el que hubo bastante trauma¡±.
Frente a esa ¨¦poca, reivindic¨® la actual, porque ¡°la democracia no es aburrida¡±. ¡°Lo que me preocupa en estos momentos es que la democracia deje de ser democr¨¢tica. En estos momentos triunfa la apelaci¨®n a las emociones y no a los intereses, y eso es una derrota de los principios de la Ilustraci¨®n¡±, opin¨®.
?lvarez Junco se mostr¨® rotundo al afirmar que ¡°no ha habido 50 a?os tan buenos en la historia de Espa?a como los ¨²ltimos¡±. Tanto el historiador como el periodista y acad¨¦mico coincidieron en que la soluci¨®n de los problemas actuales, algunos de ellos arrastrados desde el principio de la democracia, como el conflicto territorial, es la misma que se utiliz¨® en la Transici¨®n: el acuerdo pol¨ªtico. ¡°Aquello fue fundamentalmente un pacto pol¨ªtico, un pacto que en gran medida lo hicieron los franquistas. Nadie duda de que Fraga, Ros¨®n o Su¨¢rez eran franquistas, pero supieron hacer un camino honrado hacia la democracia, con la ayuda de la oposici¨®n de entonces¡±, seg¨²n recalc¨® el presidente de PRISA.
Cebri¨¢n ha intentado en sus memorias que se comprenda a esos personajes, desde la visi¨®n del periodista. ¡°Creo en el periodismo riguroso y profesional, que cuenta los hechos y no los protagoniza, porque el periodista es, ante todo, un testigo. Y eso he pretendido¡±, concluy¨®.
Babelia
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