¡°Cuando veo mis pel¨ªculas en espa?ol parece que solo hablan de sexo¡±
Fran?ois Ozon estrena 'Frantz', un largometraje europe¨ªsta en tiempos de auge de los nacionalismos
A?o 2016: Brexit, cierre de fronteras, amenazas de construcci¨®n de muros, auge de nacionalismos. 1919: tras la Primera Guerra Mundial muchas heridas todav¨ªa est¨¢n abiertas tanto metaf¨®rica como literalmente. El cineasta franc¨¦s Fran?ois Ozon (Par¨ªs, 1967) lleva ese momento del siglo XX a este del XXI. En Frantz, que se estrena en Espa?a el 30 de diciembre, el director cuenta la historia de un soldado franc¨¦s que visita la tumba de otro joven combatiente alem¨¢n, una suerte de prolongaci¨®n de esa tregua de Navidad que fue una excepci¨®n al principio del conflicto.
Ozon niega que su pel¨ªcula est¨¦ basada en Remordimiento de Ernst Lubitsch, al menos en un primer momento. "La idea de construir esta historia surge de la lectura de una exitosa obra de teatro de los a?os veinte de Maurice Rostand, L'Homme que j'ai tu¨¦ ("El hombre al que mat¨¦"). Ya hab¨ªa empezado a escribir el guion cuando descubr¨ª que hab¨ªa una pel¨ªcula, ?y de Lubitsch! Me replante¨¦ si seguir. La vi y decid¨ª que s¨ª, ellos hablan desde el punto de vista franc¨¦s yo quer¨ªa hacerlo desde el alem¨¢n", explica el director en su fugaz paso por Madrid para presentar el film.
En esa ficci¨®n que es el cine, una irrealidad que a veces sirve para mostrar la realidad, Ozon, siguiendo su marca de la casa, juega con el espectador. Frantz se mueve entre dos mundos: la verdad y la mentira; usa el blanco y negro (tuvo que convencer a sus productores, pero le daba m¨¢s veracidad) y el color; se habla en franc¨¦s y en alem¨¢n indistintamente en Francia y en Alemania. "Me gusta la ambig¨¹edad", le dice a EL PA?S. "Las cosas no son definitivas, ni n¨ªtidas, se pasa de una a otra sin cortes. Yo mismo soy muy dual. ?Ese es mi problema!". En esa ambig¨¹edad seguir¨¢ nadando en su pr¨®xima pel¨ªcula, El amante doble, en la que promete que recobrar¨¢ su particular sentido del humor, otra de sus se?as de identidad que en Frantz no ten¨ªa cabida. Retomando la frontera entre lo real y lo falso y en esta era de la posverdad. ?Est¨¢ la verdad sobrevalorada? "No voy a hacer un elogio de la mentira. Pero en una ¨¦poca en la que hay que saberlo todo de todo, en la que se exige transparencia, s¨ª que har¨ªa un elogio de la ficci¨®n para enfrentarnos a la realidad. Quiz¨¢ para eso est¨¢ el cine. Lo que intento mostrar en esta pel¨ªcula es que a veces una mentira ayuda a vivir. Mi papel no es contestar si eso est¨¢ bien o no, es dejarle espacio al espectador para que, si quiere, se lo cuestione".
El mensaje antibelicista tanto de Remordimiento (1932) como de la obra de teatro var¨ªa en el filme de Ozon. ?l conoce lo que volvi¨® a ocurrir 20 a?os despu¨¦s de ese 1919 en el que transcurre Frantz. El caldo de odio y nacionalismo que se fue cocinando entre Francia y Alemania -y que el director deja ver en algunas escenas- desemboc¨® en la Segunda Guerra Mundial. El cineasta no esconde el sentido pol¨ªtico de su pel¨ªcula: "Es europe¨ªsta. Una de las razones para llevarla a cabo fue el momento que vivimos: el auge de los nacionalismos, las mentes cada vez m¨¢s cerradas, el miedo al extranjero". Los ant¨ªdotos los muestra en el filme, por all¨ª pasan Manet y Friedrich, Rilke y Verlain: "La cultura une a pueblos diferentes: la pintura, la m¨²sica, la literatura...", asegura Ozon.
A pesar de que la chispa que enciende el relato la generen dos hombres, el peso, el protagonismo del filme y la que va dosificando cada parte de la historia es Anna, la prometida del soldado alem¨¢n muerto, personaje encarnardo por Paula Beer (Berl¨ªn, 1995). Ganadora del Premio Marcello Mastroianni a mejor actriz emergente por este papel en el pasado Festival de Venecia y que, seg¨²n el director, ha enamorado a los espectadores franceses. Probablemente al resto tambi¨¦n, ella es gran parte de la pel¨ªcula, su evoluci¨®n, el camino que recorre. "Fue un riesgo, no la conoc¨ªa. Pero cuando la observ¨¦ en la primera escena que rodamos y se le cay¨® una ¨²nica l¨¢grima justo en el momento en el que yo quer¨ªa, dije: '?He ganado! ?Es m¨ªa!", celebra Ozon.
Que sea una mujer el personaje principal de una pel¨ªcula de Ozon no es una sorpresa. Cuando se le habla sobre los elementos comunes en su trayectoria dice no ser muy consciente. "Me doy cuenta cuando me preguntan por ellos. Supongo que es normal, tengo obsesiones como todo el mundo y eso se plasma en mis filmes". En particular, sobre los personajes femeninos, los prefiere: "Me interesan m¨¢s, me da la impresi¨®n de que reflexionan m¨¢s, tienen un comportamiento m¨¢s pausado y eso permite dar m¨¢s en una historia. Me gusta trabajar con actrices, me parece que son m¨¢s inteligentes que los actores, entienden mejor al realizador y est¨¢n m¨¢s dispuestas que los hombres a dejarse dirigir". Lo que no baraja, por ahora, es trabajar con actrices espa?olas: "No podr¨ªa rodar en un idioma que no hablo. Adem¨¢s los actores espa?oles son muy sexuales cuando act¨²an. Cuando veo mis pel¨ªculas dobladas al espa?ol tengo la sensaci¨®n de que solo hablan de sexo".
Babelia
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