Nada mejor que ¡®Sherlock¡¯ para abrir el nuevo a?o de series
La ficci¨®n protagonizada por Benedict Cumberbatch regresa con su cuarta temporada
El retorno a la BBC del detective m¨¢s c¨¦lebre del mundo, y por ende del a?orado Benedict Cumberbatch como su encarnaci¨®n televisiva, va a ser algo m¨¢s que uno de los platos fuertes del calendario festivo en la peque?a pantalla del Reino Unido. El estreno de la nueva entrega de Sherlock este primero de enero (en Espa?a estar¨¢ disponible en Netflix el 2 de enero) supone la llegada de la cuarta temporada de la serie que se despidi¨® hace dos a?os consagrada como un fen¨®meno internacional de audiencias gracias a su original adaptaci¨®n de las aventuras de Holmes a la modernidad.
Es cierto que Holmes y su fiel colega Watson (en otra feliz recreaci¨®n a cargo de Martin Freeman) ya protagonizaron una incursi¨®n puntual en la parrilla como regalo de a?o nuevo de este 2016. Pero aquel cap¨ªtulo especial, ambientado por una vez en la era la victoriana que en realidad alumbr¨® al investigador creado por sir Arthur Conan Doyle, supo a poco entre los millones de fans de la serie. Y Cumberbatch ha accedido finalmente a descabalgarse de su carrera de estrella de Hollywood para retomar el hilo de la historia, en la que sus coguionistas Steven Moffat y Mark Gatiss anuncian como la propuesta m¨¢s oscura de la saga.
El arranque de la cuarta temporada ¡ªintegrada, como siempre, por tres cap¨ªtulos de 90 minutos¡ª no podr¨ªa sin embargo ser m¨¢s prosaico para un Sherlock reci¨¦n aterrizado en las islas brit¨¢nicas. El amigo John Watson y su mujer Mary acaban de estrenarse como padres de una ni?a bautizada como Rosamund Mary (la ¡°primicia¡± del nombre ha corrido a cargo del Daily Telegraph), tarea demasiado ardua como para atender a la sospecha del detective de que la sombra del maligno Moriarty le reserva nuevas sorpresas aunque yazca desde hace tiempo en la tumba. Pero hay algo m¨¢s, un asunto aparentemente trivial que acaba concitando el inter¨¦s de la mente deductiva de Holmes¡
Aunque la BBC es bastante opaca sobre las futuras tramas para evitar incurrir en spoilers, no ha podido resistirse a la tentaci¨®n de utilizar como gancho el t¨ªtulo del primer cap¨ªtulo de la serie, The Six Thatchers. Su traducci¨®n no tiene que ver con el oficio de techador, sino con una colecci¨®n de bustos de la ex primera ministra Margaret Thatcher ¡ªfigura tan divisoria de la pol¨ªtica brit¨¢nica¡ª que alguien se empe?a en ir destruyendo. ¡°?Hay alg¨²n loco suelto? ?O quiz¨¢ alg¨²n motivo oculto nacido del pasado de Mary Watson?¡±, es la intrigante premisa con la que la radiotelevisi¨®n p¨²blica brit¨¢nica nos reintroduce en una serie cuya anterior temporada arrastr¨® una media de 11,8 milones de televidentes en Reino Unido, convirti¨¦ndose en la ficci¨®n de la BBC m¨¢s vista de la ¨²ltima d¨¦cada.
Si la galer¨ªa de villanos es una de las salsas de Sherlock, la peque?a estatura del gran actor brit¨¢nico Toby Jones est¨¢ destinada a convertirle en una de las estrellas de la funci¨®n de la mano del personaje de Culverton Smith, m¨¢s siniestro todav¨ªa que su antecesor Charles Augustus Magnussen (interpretado por el dan¨¦s Lars Mikkelsen). Sus nebulosas intenciones ser¨¢n confrontadas por Sherlock Holmes desde esa direcci¨®n en Baker Street que conforma el h¨¢bitat del detective en el Londres contempor¨¢neo, bajo el cuidado de la casera Mrs Hudson.
Tal ha sido la expectaci¨®n ante el regreso de Sherlock, que el acontecimiento televisivo de la temporada acabar¨¢ torn¨¢ndose tambi¨¦n en un ejercicio cin¨¦filo. Al tiempo que el 15 de enero la BBC emite en abierto el cap¨ªtulo final de la ¨²ltima temporada, The Final Problem, las salas de cine del Reino Unido e Irlanda cobrar¨¢n entrada al p¨²bico que quiera visionarlo en pantalla grande y con alg¨²n ¡°contenido exclusivo¡±, previsiblemente un metraje de mayor duraci¨®n que prolongue lo que muchos consideran que ser¨¢ la despedida definitiva de la serie.
?Habr¨¢ m¨¢s Holmes?
La posibilidad de una quinta temporada de Sherlock es inversamente proporcional a la creciente proyecci¨®n hollywoodiense de Benedict Cumberbatch, sostienen los m¨¢s agoreros. Su colega de serie, Martin Freeman, avalaba hace poco esa teor¨ªa subrayando de una forma algo cr¨ªptica que incluso las mejores historias tienen que llegar a su fin. Los art¨ªfices de la producci¨®n ni asienten ni niegan, pero el propio Cumberbatch sigue garantizando a sus fans que la cuarta entrega no va a ser un ep¨ªlogo. Aunque el actor brit¨¢nico ha triunfado al otro lado del Atl¨¢ntico con una nominaci¨®n al Oscar (por The Imitation Game) y el protagonismo en megaproducciones como la reciente Doctor Extra?o, siempre acaba regresando tierra natal. ?Por qu¨¦ no de la mano de ese detective que ha contribuido a aupar su estrella?
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