Doce Pasos con Pablo Ramos

Pablo Ramos (Avellaneda, Argentina, 1966) es un autor de largo recorrido. Entre sus obras destacan las novelas integrantes de una trilog¨ªa tem¨¢tica, a la que Hasta que puedas quererte solo se halla fuertemente vinculada aunque puede leerse de manera independiente. Esa trilog¨ªa est¨¢ compuesta por El origen de la tristeza (2004), La ley de la ferocidad (2007) y En cinco minutos lev¨¢ntate Mar¨ªa (2010). Son obras insertadas directamente en una autoficci¨®n que ha novelado y cambiado los muebles de sitio de la habitaci¨®n, pero claramente imantadas respecto del infierno del alcoholismo y adicci¨®n de su propio autor. Hasta que puedas quererte solo pretende ser muchas cosas, y una de ellas es mostrar sobre qu¨¦ tintes y colores puso el pincel Ramos para ficcionar personajes y situaciones en, al menos, esa trilog¨ªa. Despojar de una piel de cebolla m¨¢s su literatura de ficci¨®n.

Adem¨¢s de novelista, Ramos ha publicado libros de cuentos ¡ªCuando lo peor haya pasado (2005) o El camino de la luna (2012)¡ª, poes¨ªa ¡ªLo pasado pasado (1998)¡ª y ha colaborado en guiones cinematogr¨¢ficos ¡ªEl esta?o de los peces o Historia de un clan¡ª.

El libro est¨¢ estructurado bas¨¢ndose en el Programa de los Doce Pasos que en su d¨ªa se ide¨® para tratar el alcoholismo y que despu¨¦s se ha utilizado para cualquier tipo de adicciones y dependencias. Cada Paso en el libro de Ramos contiene su enunciado, explicaci¨®n, una relaci¨®n de personas que establecieron contacto con ¨¦l en sus muchos a?os en el infierno como paso previo a una narraci¨®n breve.

El libro tiene una parte testimonial, casi did¨¢ctica, muy personal, probablemente importante para su autor, pero que ¡ªquiz¨¢s, s¨®lo quiz¨¢s¡ª no lo sea tanto para el lector. Se trata de la explicaci¨®n de los Pasos, de las deudas del narrador con aquellas personas afectadas por su adicci¨®n, as¨ª como su intento de entenderse, perdonarse y quererse. El poso espiritual, la creencia en Dios o en la necesidad de remarcar que nada se puede hacer sin el otro, un alcoh¨®lico s¨®lo puede apoyarse y dejar de beber si conf¨ªa en otro alcoh¨®lico. Eso es revelador en todos los relatos. La necesidad del otro para romper el solipsismo de la adicci¨®n, esa carrera a reventar hasta convertirte en un muerto en vida, cosificar los personajes que te rodean. La prosa de Ramos es directa y aunque quiz¨¢s estorbe ver el andamiaje nunca derrumba el libro. En parte porque en cada Paso tenemos la recompensa de una narraci¨®n directa, potente, gestionada con una habilidad literaria y emocional soberbia.

Ramos no comete el pecado de crear belleza de la sordidez. Hay un esfuerzo por no perder de vista que el dolor es dolor, y el desastre, desastre

Ramos es consciente de cu¨¢les son sus recursos y su talento, y los afina y los hace trabajar sin que sobre o falte nada. Las narraciones funcionan con una aroma m¨¢s fanteriano que carveriano, con todos los ingredientes del guiso en su punto. Los personajes ¡ªsu hermano Gabriel, Andrea o esa barbaridad inolvidable de Willy¡ª, la voz narrativa, el pellizco emocionante sin caer en el dramatismo o la cursiler¨ªa. Nos encontramos de lleno, desde la primera hasta la ¨²ltima hoja, con unas p¨¢ginas que, sin renunciar a literaturizar la realidad, nos la muestra fea, hermosa, tierna, repulsiva, siempre humana. Ramos no comete el pecado de crear belleza de la sordidez, de la ca¨ªda, de la mugre y la traici¨®n. En absoluto. Hay un esfuerzo por no perder de vista que el dolor insoportable es dolor insoportable; el desastre, desastre, y las muertes o las calamidades, asumibles, perdonables, pero con la responsabilidad de quien las causa por acci¨®n, exceso, dejaci¨®n o mera de?sidia social. Reh¨²ye todas las posibilidades de ponerse una m¨¢scara. En pocas ocasiones ¡ªy quiz¨¢s ah¨ª s¨ª tiene sentido la organizaci¨®n de los Doce Pasos, porque sin ese coitus interruptus exist¨ªa el peligro del embriagador romanticismo loser o el amor a la redenci¨®n borrachuza tipo Chinaski¡ª encontraremos que intelectual y (casi) f¨ªsicamente te llegue la adicci¨®n, el holocausto, la soledad, el h¨¢mster en su jaula rodeado de heces, droga y alcohol.

Reitero la idea de que no se trata de un manual de autoayuda, sino de una docena de narraciones que hablan de la necesidad de la ayuda al otro y del otro a ti. Narraciones por las que transitan personajes que no son h¨¦roes ni villanos, que no saben ni mantenerse en pie ni dejarse morir. Su prosa r¨¢pida, po¨¦tica, potente y nada enamorada de s¨ª misma ni del autor de su periplo redentor hace que despu¨¦s de leerlo tengas ganas de leer otros libros de Pablo Ramos, pero para nada de probar droga o alcohol en mucho tiempo.

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Autor:?Pablo Ramos.

Editorial:?Alfaguara.

Formato: versi¨®n Kindle y tapa blanda (208 p¨¢ginas).

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