Perplejidad ante la nueva directora de la Filmoteca Espa?ola
La nueva directora de la instituci¨®n es alguien sin relaci¨®n alguna con el mundo del cine
Perplejidad es lo que ha producido el nombramiento como nueva directora de la Filmoteca Espa?ola de la funcionaria Ana Mar¨ªa Gallego Torres, hasta ahora subdirectora adjunta en la Subdirecci¨®n General de Coordinaci¨®n Interinstitucional en Violencia G¨¦nero, o lo que es lo mismo, alguien profesionalmente sin relaci¨®n alguna con el mundo del cine y de los museos. Casi un a?o han tardado los responsables del Ministerio de Cultura en decidir qui¨¦n ocupar¨ªa ese tan importante puesto desde la dimisi¨®n del director anterior, Chema Prado, que estuvo 27 a?os en dicho cargo m¨¢s otros 14 como programador. Es decir, un hombre de cine, como lo son los actuales directores de las filmotecas de Par¨ªs, Lisboa o Roma, por citar las de pa¨ªses vecinos, o las de cualquier lugar del mundo. Cons¨²ltese al respecto la web de la FIAF (Federaci¨®n Internacional de Archivos de Films) y se apreciar¨¢ la formaci¨®n t¨¦cnica especializada de cada uno de ellos.
Sobre este nombramiento hab¨ªa rumores para todos los gustos, como los hubo antes sobre el nuevo responsable del ICAA (Instituto de Cinematograf¨ªa y Artes Audiovisuales), tras el cese de la tambi¨¦n funcionaria Lorena Gonz¨¢lez. El nuevo director general result¨® ser ?scar Graefenhain de Codes, que proviene del mundo del deporte, es decir, tampoco del cine. ¡°Aqu¨ª no hay inter¨¦s por conservar el patrimonio¡±, declar¨® Chema Prado a este peri¨®dico tras su dimisi¨®n. Desde luego, no parece que las autoridades tengan un gran inter¨¦s por el tema, a juzgar por la preparaci¨®n profesional de los finalmente nombrados.
Hay una excepci¨®n, menos mal, en el terreno de la Filmoteca. Hace un par de semanas se nombr¨® nuevo programador y director adjunto al cr¨ªtico de cine y profesor Carlos Reviriego, que llega con ganas pero, eso s¨ª, a una Filmoteca diezmada por las jubilaciones de sus t¨¦cnicos y por la alargada desidia administrativa. Para dirigirla, ?no quedan en sus filas gente preparada y entusiasta del cine aunque no sean funcionarios de carrera? ?Por qu¨¦ tendr¨ªan que serlo? ?Por qu¨¦ estos pol¨ªticos no se toman en serio de una vez la conservaci¨®n y difusi¨®n del patrimonio f¨ªlmico?
En fin, demos el voto de confianza obligado, pero esto no pinta bien, se?or ministro de la Cultura. T¨®mese el tema en serio, ya va siendo hora.
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