¡°Ir a los toros significa ejercer la democracia¡±
C¨¦sar Rinc¨®n, la figura m¨¢s importante de Colombia, celebra la vuelta de los toros a Bogot¨¢
Julio C¨¦sar Rinc¨®n Ram¨ªrez (Bogot¨¢,1965), en los carteles, C¨¦sar Rinc¨®n, ¨ªdolo de la afici¨®n madrile?a y renovador del toreo en los 90. Rinc¨®n consigui¨® una gesta inalcanzable, cuatro salidas a hombros por la Puerta Grande de Las Ventas una misma temporada. En 1991 lleg¨® a la c¨¢tedra del toreo lleno de sue?os y con un concepto tan cl¨¢sico que result¨® rompedor en tiempos de toreros tremendistas adictos al arrim¨®n. Rinc¨®n fue la mejor cara de su pa¨ªs en un momento en que los titulares los acaparaban atentados y detenciones. Su retirada definitiva fue en febrero de 2008, precisamente, en la Santa Mar¨ªa, donde ahora vuelven los toros tras cinco a?os de prohibici¨®n.
Pregunta: ?Qu¨¦ significa para usted la reapertura de la plaza el pr¨®ximo domingo?
Respuesta: Poder ir a los toros significa ejercer la democracia. Los taurinos somos una minor¨ªa, indudablemente, pero tenemos el derecho. El toreo es una expresi¨®n art¨ªstica y cultural que debe protegerse. La vuelta de los toros significa que somos libres, aunque a muchos no les guste.
P. A pesar de este lustro sin festejos, las entradas se vendieron en horas, ?la afici¨®n sigue viva?
R. El domingo se re¨²ne la Colombia taurina, tambi¨¦n la Am¨¦rica taurina. Es una unidad de todas las partes del pa¨ªs. Es una manera de sentirnos unidos en un d¨ªa hist¨®rico. El arraigo popular debi¨® prevalecer sobre el capricho de un pol¨ªtico. Un alcalde no est¨¢ para hacer lo que quiera, sino para todos.
P. ?Qu¨¦ hace falta para blindar los toros en Colombia?
R. Hace falta movilizaci¨®n para que eso suceda. Todos los d¨ªas recibimos ataques por ejercer nuestra libertad. Atacar la fiesta se ha convertido en algo pol¨ªticamente correcto. En 1991, despu¨¦s de mi paso por Madrid fui muy bien recibido en mi pa¨ªs. No solo por los taurinos. Tuve un homenaje en la alcald¨ªa, audiencia con el presidente de la Rep¨²blica. Hasta hace pocos a?os los pol¨ªticos iban a los toros, era algo importante. Hoy soy un criminal. Se ha traspapelado todo. Solo se me ocurre definirlo de una manera, hipocres¨ªa. Hay que ser transparente. Siempre he cre¨ªdo en eso, en que el toro pone a cada uno en su sitio.
P. Dice que pas¨® de h¨¦roe a criminal, ?ya no se le conoce en su ciudad?
R. A veces me he sentido un poquito solo. Los toreros ya no somos un colectivo que forme parte de la sociedad con reconocimiento. Los criminales, en cambio, s¨ª son aceptados y reconocidos de muchas maneras. No entiendo por qu¨¦ se habla tanto de maltrato animal cuando el verdadero maltrato est¨¢ en la cadena c¨¢rnica. Eso s¨ª que no es comparable con c¨®mo se cr¨ªa el toro de lidia. Hay un gran cobard¨ªa. Las grandes empresas han dejado de apoyar, de tener presencia en el ambiente.
P. ?Qu¨¦ har¨ªa falta para que Colombia tuviera otro C¨¦sar Rinc¨®n?
R. Lo necesitamos, sin duda, pero no es f¨¢cil. El talento nace, pero se tienen que hacer, que ejercitar. Si no hay caminos para forjar a esos ni?os que tienen vocaci¨®n, no habr¨¢ futuro. Como s¨ª sucede con el ciclismo, por ejemplo. En Espa?a muchas diputaciones, con las escuelas taurinas, ayudar a que crezcan las ilusiones de esos ni?os. Se da una formaci¨®n profesional, unos valores... Aqu¨ª, en cambio, no pueden ejercer esa determinaci¨®n. Es algo que no entiendo, pagamos impuestos por todo pero no revierte en el sector. Aqu¨ª no tenemos ni toreros, ni tampoco profesores. Cada vez somos m¨¢s clandestinos.
P. Usted sigue siendo ganadero en Espa?a y en Colombia, ?por qu¨¦?
R. Porque el toro me lo ha dado todo. El pr¨®ximo d¨ªa 29 lidio en la Santa Mar¨ªa. Es una gran responsabilidad. Yo pago impuestos como ganadero, la seguridad social de mis empleados. Me sorprende que para recaudar el Estado s¨ª funciona, pero para lo dem¨¢s somos ilegales.
P. Su ganader¨ªa en Colombia se llama Las Ventas del Esp¨ªritu Santo, un tributo a la plaza de Madrid, ?qu¨¦ significa para usted esa plaza?
R. Madrid me cambi¨® la vida. Cuando dicen ¡®de Madrid al cielo¡¯ siempre pienso que es verdad porque a mi me pas¨®. En el a?o 91 sal¨ª en hombros cuatro veces por la Puerta Grande. Dijeron cosas espectaculares de mi. Las Ventas fue siempre mi lanzadera, mi examen para la temporada.
P. Usted ha quedado para la historia enmarcado con un toro de Baltasar Ib¨¢n, Bastonito, ?qu¨¦ recuerda de aquella faena?
R. Fue muy lindo. Gracias a Dios y a esta profesi¨®n se me recuerda unido a un toro. Han pasado m¨¢s de 25 a?os del 21 de mayo de 1994 y seguimos unidos, C¨¦sar Rinc¨®n y Bastonito. Nos encontramos un hombre dispuesto a mostrar un toro fiero, bravo, encastado. Fue muy bonito. Estoy orgulloso de la magia que crea la tauromaquia, de estar en esa p¨¢gina de la historia.
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