El hero¨ªsmo como espect¨¢culo
Los relatos sobre el regreso de la guerra pueden estar entrando en una nueva dimensi¨®n gracias a, o por culpa de, las nuevas tecnolog¨ªas
BILLY LYNN
Direcci¨®n: Ang Lee.
Int¨¦rpretes: Joe Alwyn, Garrett Hedlund, Steve Martin, Kristen Stewart, Mackenzie Leigh.
G¨¦nero: drama. EE UU, 2016.
Duraci¨®n: 113 minutos.
Los relatos sobre el regreso de la guerra, ya sea con consecuencias dram¨¢ticas (Los mejores a?os de nuestra vida, El regreso, Nacido el 4 de julio), o como retratos vivos de la heroicidad a los que pasear como ejemplo de honor y patria (Banderas de nuestros padres), pueden estar entrando en una nueva dimensi¨®n gracias a, o por culpa de, las nuevas tecnolog¨ªas. Que una acci¨®n b¨¦lica pueda convertirse en viral casi en vivo y en directo, y que sus protagonistas sean alzados, a medio trecho entre los monos de feria y la atracci¨®n de un partido de la Super Bowl, como superestrellas de la era de Internet, con el fin de tapar agujeros pol¨ªticos o econ¨®micos, lo han entendido a la perfecci¨®n el escritor estadounidense Ben Fountain, y ahora su adaptador, el cineasta taiwan¨¦s, pero gran retratista de Am¨¦rica, Ang Lee.
Billy Lynn, traslaci¨®n cinematogr¨¢fica de la novela El eterno intermedio de Billy Lynn, t¨ªtulo met¨¢fora del periodo de descanso b¨¦lico en EE UU de un grupo de soldados tras una gran haza?a en Irak, y del penoso juego de la ¨¦pica como espect¨¢culo durante el tiempo de vestuarios de un gran partido de f¨²tbol americano, es una obra de incuestionable inter¨¦s pol¨ªtico y social, que, adem¨¢s, arriesga mucho en su despliegue formal. En un pa¨ªs que empezaba a no comprender una guerra quiz¨¢ injusta e ilegal, pero que no distingu¨ªa entre dirigentes pol¨ªticos y soldados, entre intereses e instrumentos, el grupo de soldados se siente en casa como en la guerra y en la guerra como en casa. Cada secuencia de la pel¨ªcula tiene una aguda intenci¨®n pol¨ªtica, social y moral, de retrato de un grupo humano y del pa¨ªs que los cre¨®, los aliment¨® y seguramente los engullir¨¢. Cada soldado es un ni?o grande que, entre la parafernalia propagand¨ªstica, se siente humillado sin dejar de ser uno de los adictos a la fama que crean cada d¨ªa nuestras sociedades.
S¨¢tira jocosa y terror¨ªfica del american way of life, Billy Lynn se resume en la sensacional secuencia de la interpretaci¨®n del himno, todos firmes ante la bandera, l¨¢grimas en los ojos, pero con pensamiento del protagonista al margen: fornicando con una de las cheerleaders del partido, en la casa ideal de Am¨¦rica, con valla pintada de blanco al estilo Norman Rockwell. De aspecto documental e inmediato, acrecentado por esas c¨¢maras de alta definici¨®n a 120 fotogramas por segundo que le dan una apariencia extra?amente realista, Billy Lynn no es f¨¢cil de ver a causa de los planos subjetivos y las continuas miradas a c¨¢mara de sus personajes, la decisi¨®n m¨¢s controvertida de su director. Un recurso formal que, conscientemente, la aleja del esp¨ªritu de "historia-de-pel¨ªcula" para acabar entrando en la categor¨ªa de documento simulado.
Babelia
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