M¨¢s de media Espa?a fuera de escena
Madrid y Catalu?a concentran el 53% del p¨²blico teatral y casi tres de cada cuatro euros recaudados
Cada d¨ªa un aficionado al teatro puede pasarse un buen rato ante la cartelera de Madrid. ?Qu¨¦ le apetece? ?Un cl¨¢sico, una obra experimental, un musical? Decide, compra y disfruta. El mismo dilema se abre ante el seguidor catal¨¢n. Hay opciones de sobra, toda la semana. En buena parte de Espa?a, en cambio, la elecci¨®n es radicalmente m¨¢s f¨¢cil. Y obligada. ¡°Muchos teatros solo abren viernes y s¨¢bado¡±, lamenta Juan Antonio Hormig¨®n, secretario general de la Asociaci¨®n de Directores de Escena. Los datos lo confirman: una de cada dos funciones se celebra en Madrid o Catalu?a, que suponen el 52,8% de los asistentes y el 72,8% de la recaudaci¨®n, seg¨²n el ¨²ltimo Anuario de la SGAE, referido a 2015.
¡°Por un lado, es normal. Son grandes centros, con ofertas potentes, muchos clientes potenciales, asistencia del resto de Espa?a y varios espacios de corte comercial. Pero ser¨ªa interesante tener m¨¢s equilibrio: ni puede haber un teatro en cada barrio, ni capitales con salas a medio gas o comunidades donde solo se hacen obras en las fiestas de los pueblos. Hay muchos teatros infrautilizados¡±, asevera Norka Chiapusso, director t¨¦cnico del ¨¢rea de Teatro y Danza de Donostia Kultura. Por comparar con otras artes, en cine y m¨²sica popular la concentraci¨®n de espectadores y funciones entre Madrid y Catalu?a apenas supera el 30%.
¡°No faltan teatros. Lo que se necesita es programaci¨®n y que la ayuda se dirija m¨¢s hacia la distribuci¨®n que a la producci¨®n¡±, ataca I?aki Guevara, secretario general de la Uni¨®n de Actores y Actrices. Lo cierto es que casi el 60% de los 1.569 teatros espa?oles se halla fuera de Madrid y Catalu?a, seg¨²n el Anuario de Estad¨ªsticas Culturales que publica el Ministerio de Cultura. Y todos los entrevistados coinciden en que las salas no son el problema. Tras un plan que empez¨® en los ochenta, cientos de espacios fueron rehabilitados, hasta crear una casa para el teatro en cada rinc¨®n de Espa?a, explica Jes¨²s Cimarro, presidente de Faeteda (Federaci¨®n Estatal de Asociaciones de Empresas de Teatro y Danza).
Hay, eso s¨ª, matices: solo en Madrid y Catalu?a la presencia privada es relevante (cuatro de cada 10 salas). ¡°Los particulares se han ido retirando, no les sale rentable¡±, tercia Chiapusso. En el resto del pa¨ªs, la titularidad p¨²blica supone la aplastante mayor¨ªa. Adem¨¢s, esos teatros m¨¢s ¨ªntimos ¡ªde hasta 100 butacas¡ª y a menudo arriesgados de los que gozan madrile?os y catalanes son mercanc¨ªa rara en las dem¨¢s comunidades, donde la gran mayor¨ªa de las salas cuenta con entre 200 y 500 asientos. ¡°Con el IVA al 21%, la gente con compa?¨ªas o teatros peque?os ha dejado de existir. O el que estaba en Almer¨ªa se ha ido a Madrid, lo que nutre el auge de tanta sala alternativa en la capital¡±, agrega Guevara.
Dos autonom¨ªas y un pa¨ªs entero
Madrid y Catalu?a suponen el 54,6% de las funciones y el 72,8% de la recaudaci¨®n, seg¨²n el Anuario de la SGAE.
El 23,2% de los espa?oles asisti¨® a alguna obra en 2015. Y el 2,2% hizo teatro, seg¨²n el Anuario de Estad¨ªsticas Culturales del Ministerio.
En 2015 hab¨ªa 1.569 salas, 23 m¨¢s que en 2014; significa 3,4 espacios teatrales por cada 100.000 habitantes.
Las compa?¨ªas aumentaron en 2015, hasta 3.640 (23 m¨¢s que en 2014), el dato m¨¢s alto en un lustro. Y en 2015 hubo 787 festivales teatrales, 133 m¨¢s que en 2014.
M¨¢s mon¨®logos
Compa?¨ªas, en realidad, tampoco parecen faltar: en 2015, hab¨ªa 3.640, el n¨²mero m¨¢s alto en un lustro. Y casi el 60% estaba fuera de Madrid y Catalu?a. Aunque los entrevistados s¨ª apuntan a una reducci¨®n de las giras. ¡°Me acuerdo de viajes de un a?o. Luego, se pas¨® al fin de semana. Y, finalmente, a un d¨ªa como mucho¡±, asegura Guevara. Y Hormig¨®n denuncia otro s¨ªntoma de la crisis: ¡°Cada vez se hacen obras con menos actores y m¨¢s mon¨®logos. Si hay cuatro int¨¦rpretes, ya es una superproducci¨®n¡±.
En busca de soluciones, el INAEM (Instituto Nacional de las Artes Esc¨¦nicas y de la M¨²sica) ide¨® en 2014 el programa Platea, para ¡°corregir estos desequilibrios y reactivar la circulaci¨®n de espect¨¢culos¡± a nivel local, explica el secretario general, Carlos Fern¨¢ndez-Peinado. El proyecto se centra en la contrataci¨®n conjunta de compa?¨ªas entre el INAEM y los organismos locales, con un presupuesto de cinco millones, que gener¨® ¡°830 funciones y 150.000 espectadores en toda Espa?a¡± en 2016. Fern¨¢ndez-Peinado destaca tambi¨¦n las subvenciones para las giras o el apoyo a la Red de Teatros Alternativos.
Cimarro lo considera ¡°un revulsivo¡±. Y ve el vaso medio lleno: ¡°Hay muchos lugares donde se hace teatro y salas municipales que contratan a varias compa?¨ªas¡±. Los dem¨¢s tachan Platea de parche, o peor. ¡°Puede que incluso agrave el sistema: como el dinero lo pone el Gobierno, todos quieren obras como Incendios, de Mario Gas, que por capacidad t¨¦cnica y de cach¨¦ deber¨ªa pasar por capitales o pueblos importantes¡±, defiende Guevara.
Los entrevistados piden m¨¢s bien la bajada del IVA, una Ley de Teatro consensuada con las comunidades y un ¡°plan estrat¨¦gico¡± en cada autonom¨ªa. La clave, dice Hormig¨®n, est¨¢ en la constancia: ¡°Que haya compa?¨ªas estables en un centro determinado. La continuidad es lo que hace que se genere un p¨²blico, que se cree m¨¢s inter¨¦s¡±. Y no solo los s¨¢bados.
Babelia
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