Nostalgia de los cr¨ªmenes ¡®sanos¡¯ en Palermo
Entrevista con Santo Piazzese con motivo de la publicaci¨®n en Espa?a de 'Asesinato en el jard¨ªn bot¨¢nico', un cl¨¢sico de la novela negra mediterr¨¢nea
Nacer y crecer en medio de la barbarie mafiosa puede tener extra?os efectos. Tras varias d¨¦cadas con m¨¢s de 150 asesinatos al a?o solo en Palermo (sin contar desapariciones o muertes a la lupara blanca, es decir, sin sangre, por envenenamiento o asfixia) Santo Piazzese (Palermo, 1948) echaba de menos los asesinatos comunes, por celos, envidia o dinero. Por eso cuando la mafia asesin¨® en 60 d¨ªas a los jueces Falcone y Borsellino y redujo dr¨¢sticamente su actividad por la reacci¨®n del Estado a un ¨®rdago intolerable, Piazzese dej¨® a un lado sus investigaciones biol¨®gicas y escribi¨® Asesinato en el jard¨ªn bot¨¢nico, que Siruela edita en espa?ol para celebrar su vig¨¦simo aniversario.
De verbo incontenible y discurso cartesiano, Piazzese charla con EL PA?S en Barcelona, donde ha acudido como uno de los invitados estrella de BCNegra. Cada pregunta da lugar, en su voz calmada, a una peque?a clase magistral. ¡°El delito es siempre una patolog¨ªa, pero hay delitos que forman parte de la sociedad como la enfermedad es parte de la vida y luego est¨¢n los mafiosos, que son una patolog¨ªa de la patolog¨ªa. En Palermo murieron un alcalde, un presidente regional, el jefe de la polic¨ªa, forenses, pol¨ªticos. Es algo ¨²nico en el mundo¡±, resume.
El delito es siempre una patolog¨ªa, pero hay delitos que forman parte de la sociedad como la enfermedad es parte de la vida y luego est¨¢n los mafiosos, que son una patolog¨ªa de la patolog¨ªa
Asesinato en el jard¨ªn bot¨¢nico tiene al culto, c¨ªnico y divertido Lorenzo Lamarca, un profesor universitario que es una eficaz mezcla entre Philip Marlowe y Woody Allen, como protagonista estrella. La novela es un melanc¨®lico retrato de Palermo y del mundo universitario, un homenaje a los cl¨¢sicos mediterr¨¢neos del g¨¦nero negro y una autopsia de los males de la sociedad a trav¨¦s de una trama criminal que sirve de excusa. ¡°Tengo la misma iron¨ªa, los mismos gustos culturales y los dos somos metereop¨¢ticos terminales, nuestro humor depende del clima. Ah¨ª se acaban los parecidos¡±, asegura mucho m¨¢s serio de lo que lo dir¨ªa Lamarca cuando se le pregunta por su personaje. ¡°No digas que se parece al Gatopardo, eso s¨ª que no. En Italia lo hacen porque sirve para vender m¨¢s libros¡±, avisa este desencantado del 68, ah¨ª se vuelve a cruzar con su v¨¢stago literario, que mantiene la esperanza de que algo as¨ª ¡°se repita en el futuro pero de manera diferente¡±.
El tono sobrio y sutil de Piazzese pueden desorientar al interlocutor cuando, con la misma voz con la que ha explicado la historia reciente de la mafia asegura que para ¨¦l fue un alivio que no encontrasen al culpable de la muerte a tijeretazos de una vendedora de pelucas. Ni una sonrisa al soltarlo. ¡°Fue una prueba de que la tecnolog¨ªa no acaba con la investigaci¨®n cl¨¢sica, que no lo puede todo. Con la tecnolog¨ªa ocurre lo mismo que con los arrepentidos: le quitan valor al trabajo policial¡± afirma, preocupado por un mundo en el que no quepan sus argumentos sencillos, sus cr¨ªmenes de andar por casa.
Cient¨ªfico de formaci¨®n y carrera, le cuesta elegir entre ciencia y literatura como mejor medio para llegar a la realidad y tratar de comprenderla. ¡°Leonardo Sciascia dec¨ªa que la literatura es el lugar donde vive la verdad. Es probable que haya m¨¢s verdad en la literatura pero no es f¨¢cilmente demostrable¡±, concluye tras un largo circunloquio en el que navega por las dos aguas intelectuales que definen su vida.
Amante de Philip Marlowe por encima de cualquier otra cosa ¨C¡°Chandler es uno de los grandes escritores estadounidenses del siglo XX. Leerlo con 18 a?os cambi¨® algo en m¨ª¡±¨C Piazzese ha entrado en una hiperactividad literaria a edad avanzada parecida a la de su amigo Camilleri. Con tres novelas publicadas de Lamarca, ahora prepara un libro sobre Spotorno, el comisario de Asesinato en el jard¨ªn bot¨¢nico; una novela no negra sobre la p¨¦rdida de la inocencia con Lamarca de protagonista y una antolog¨ªa de cuentos que juegan con la idea de que Fabio Montale, ese monumento literario creado por el franc¨¦s Jean Claude Izzo para retratar Marsella, no ha muerto.
Le queda a¨²n un rato para glosar la obra de V¨¢zquez Montalb¨¢n y reconocer la influencia de Pepe Carvalho en su personaje. ¡°Barcelona tiene un clima parecido al de Palermo¡±, comenta feliz mientras mira a la calle, con el humor a punto, anhelando, quiz¨¢s, encontrarse con una pizca del mal cotidiano para alimentar su otro mundo.
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