¡°Siempre he logrado m¨¢s financiaci¨®n en el resto de Europa que en Reino Unido¡±
'Yo, Daniel Blake', del brit¨¢nico Ken Loach, recibi¨® subvenciones de la UE que el 'Brexit' pone en peligro para el cine de la isla
En medio siglo de carrera, el director de cine Ken Loach (Nuneaton, 1936) se ha granjeado tantos enemigos en su Inglaterra natal como amigos en la Europa continental. Con?El viento que agita la cebada,?la cinta que le vali¨® su primera Palma de Oro en Cannes en 2006, "la derecha inglesa se volvi¨® loca", seg¨²n el cineasta, porque no quer¨ªa o¨ªr que Irlanda fue una colonia brit¨¢nica en la que los militares se empleaban con una "brutalidad extraordinaria". "A los franceses les encant¨®", responde con iron¨ªa a la pregunta de si la pol¨¦mica complic¨® la financiaci¨®n de sus siguientes pel¨ªculas. "Siempre he logrado m¨¢s financiaci¨®n en el resto de Europa que en Reino Unido", contin¨²a Loach, que ha llegado a Madrid para disputar en la gala de los Goya el premio a mejor pel¨ªcula europea por Yo, Daniel Blake, su segunda Palma de Oro y un ejemplo de c¨®mo su cine de denuncia social ha prosperado gracias al continente: la cinta recibi¨®, junto a otros tres proyectos de la productora de Loach (Sixteen Films), 172.828 euros del programa de subvenciones de la UE que ahora el Brexit pone en peligro para los filmes brit¨¢nicos.
El director, que ya mostr¨® hace meses en Bruselas su preocupaci¨®n por el impacto del Brexit sobre el cine de la isla, cree que la salida de su pa¨ªs de la UE obstaculizar¨¢ coproducciones internacionales como Tierra y Libertad (1995), que rod¨® en Espa?a y en la que ¡ª seg¨²n ha recordado en la Academia de Cine de Madrid¡ª hizo "grandes amistades". Las pel¨ªculas y series de Reino Unido recibieron entre 2007 y 2015 unos 140 millones de euros del programa de la Comisi¨®n Europea Europa Creativa, unos fondos cuya continuidad ser¨¢ incierta tras la activaci¨®n del Brexit, para la que Theresa May ya cuenta con luz verde del Parlamento.
Yo, Daniel Blake (2016), que compite en los Goya contra?El editor de libros, El hijo de Sa¨²l y Elle, narra la odisea burocr¨¢tica de un carpintero reci¨¦n salido de un infarto para obtener una ayuda social del Estado ante su incapacidad, certificada m¨¦dicamente, para trabajar. Y est¨¢ tramada por Loach para dejar sin argumentos a "la derecha" de su pa¨ªs. "Blake es un hombre que ha aportado, que ha pagado sus cotizaciones toda la vida. La derecha siempre dice que tienes que cotizar antes de poder disfrutar las ayudas del sistema. Este es un hombre que ha hecho eso, as¨ª que se quedan sin respuesta", dice el director, que a?ade que el protagonista es un hombre sin adicciones ni "m¨¢s hijos de los que puede permitirse", uno de los "estereotipos" que reproduce la televisi¨®n sobre los que acuden al sistema de ayuda estatal.
"En Londres los alquileres son mucho m¨¢s altos que las ayudas sociales a las que se puede optar"
En su amarga andadura por las oficinas de empleo, Blake se encuentra con Katie, una madre?de dos ni?os soltera cuya precaria situaci¨®n ha sido documentada por Loach en investigaciones de casos reales previas al rodaje. "En Londres los alquileres son mucho m¨¢s altos que las ayudas sociales a las que se puede optar. As¨ª que las autoridades est¨¢n muy dispuestas a expulsar a cualquier persona hacia zonas mas baratas. Es lo que llamamos limpieza social, solo los ricos viven ya en el centro de Londres", dice sobre la situaci¨®n en la que se ve envuelta su personaje Katie, una mujer que, tras dos a?os en un albergue para personas sin hogar, se ve obligada a mudarse a Newcastle, a 500 kil¨®metros de la gran ciudad.
"El Brexit tendr¨¢ efectos nefastos para la clase trabajadora"
Con Yo, Daniel Blake, Loach cierra un c¨ªrculo que comenz¨® en 1966 con Cathy Come Home, un docudrama sobre una joven familia condenada a la pobreza por la falta de empleo que abri¨® un debate sobre el tema hasta en el Parlamento. Ambas cintas reflejan, sin embargo, un mundo pre-Brexit.?"La salida de Europa tendr¨¢ efectos nefastos para la clase trabajadora", dice el cineasta, que asegura que las empresas invertir¨¢n en la Uni¨®n Europea ¡ª"donde est¨¢ el mercado"¡ª y solo acudir¨¢n a Reino Unido si se les ofrece mano de obra barata, una mayor flexibilizaci¨®n de los despidos, bajos impuestos y una pol¨ªtica laxa con la protecci¨®n del medioambiente. "Todo eso es malo para la clase trabajadora, pero esa parece la direcci¨®n en la que Theresa May quiere llevar las cosas".
Pese a ello, Loach reconoce que incluso Daniel Blake, el protagonista de su historia, "quiz¨¢" habr¨ªa votado por el Brexit. "La gente en el ¨¢rea donde rodamos vot¨® principalmente por marcharse", dice sobre el norte de Inglaterra. "Creo que ahora todo va a peor", afirma, y ejemplifica la actual precariedad del empleo con lo que en Reino Unido llaman contratos de cero horas (zero-hour contracts), en los que "el trabajador tiene que comprometerse a estar disponible a cualquier hora, pero no hay ning¨²n compromiso por parte del empresario".?
"Necesitamos lideres que conf¨ªen en que la clase obrera puede ganar"
El director equipara esas zonas deprimidas con las que en EE UU votaron masivamente por Donald Trump. "Hay ¨¢reas que llevan 40 a?os sin que nadie hable a su favor ni defienda sus intereses. Ahora llega un populista de derechas que les dice que el responsable es la persona que esta a su lado, su vecino, porque es diferente y habla un idioma distinto". Es un mensaje directo que, seg¨²n Loach, cala mejor que el de la izquierda, que es "complicado" y debe apuntar a un movimiento para "reescribir la Uni¨®n Europea desde cero". Para ello ¡ªdice, con una mezcla de fastidio y esperanza¡ª "necesitamos lideres que conf¨ªen en que la clase obrera puede ganar".