Superman, el ministro y el paquete

Si yo hubiera sido fot¨®grafo destacado en la gala de los Goya habr¨ªa tenido un orgasmo, perd¨®n, un flashazo a eso de las diez y media de la noche. La imagen de Dani Rovira como Superman al lado de I?igo M¨¦ndez de Vigo como ministro del Cine marca un antes y un despu¨¦s en la historia de la televisi¨®n espa?ola. Sobre todo un despu¨¦s: a ver qui¨¦n supera eso. Ya nada ser¨¢ igual.

La presidenta de la Academia, Yvonne Blake, le pidi¨® que le ense?ara el paquete. A Superman, no al ministro. El caso es que ninguno de los dos se lanz¨®. Fue el ¨²nico momento de la noche en que el chistoso (Rovira) qued¨® a merced del chiste de otro, en este caso de otra (Blake, que le dijo que m¨¢s que Superman parec¨ªa Superl¨®pez, bien visto).

Claro que para chiste el super¨¢vit comercial que el Gobierno logr¨® en 2016 con el asunto del cine espa?ol, tal y como anunci¨® Mariano Barroso. Dieciocho millones de personas fueron a ver producciones espa?olas y, como 18 millones de moscas no pueden equivocarse y menos ante una extraordinaria a?ada como esta del 16, pues resulta que las arcas del Estado, v¨ªa el entusiasta Crist¨®bal Montoro ¨Cdesde hace ya demasiado tiempo el aut¨¦ntico ministro de Cultura de este pa¨ªs- se sac¨® 28 milloncetes para las arcas p¨²blicas con el tema del IVA. Lo que est¨¢ bien. Tan bien que a lo peor se le ocurre al Gobierno insistir en la receta. ?Para qu¨¦ cambiar las cosas que funcionan?

?Como dijo el maestro de ceremonias, y aunque s¨ª hubo durante la noche cr¨ªticas a la pol¨ªtica cinematogr¨¢fica del Gobierno, se le dedic¨® "proporcionalmente el mismo tiempo que le dedican ellos a la cultura en sus debates". Pero por favor, no invoquemos aqu¨ª con demasiada facilidad, una vez m¨¢s, el ejemplo franc¨¦s como caso contrario: ni una palabra sobre cultura y alrededores fue pronunciada en los recientes debates televisivos de cara a las elecciones presidenciales, ni a derecha ni a izquierda.

¡°No me ha compensado presentar los Goya¡±, dijo el a?o pasado Dani Rovira despu¨¦s de que los mastuerzos habituales le masacraran en las redes. Para alegr¨ªa de sus fans y de la propia ceremonia, cambi¨® de opini¨®n. Y hace unos d¨ªas dijo: ¡°no quiero que esa gente puede decir lo que le d¨¦ la gana siempre¡±. Tambi¨¦n dijo: ¡°Ma?ana no mirar¨¦ twitter¡±. ¡°Presentar los Goya es una patata caliente que nadie se quiere comer¡­ pero a m¨ª me gusta¡±, le o¨ª decir ayer en una grabaci¨®n emitida antes de la gala. ¡°Dani, est¨¢s fatal¡±, le tiraba a la cara Maru Valdivieso en uno de los spots rodados por Leticia Dolera para publicitar los Goya. Al final de la gala dijo Rovira: "Pues al final s¨ª me ha compensado presentar los Goya". Todas esas frases componen en cierto modo un personaje: el de Dani Rovira, uno de esos c¨®micos que ya han traspasado el umbral del ¨¦xito solo por una cosa: da casi igual ya lo que digan porque el c¨®mo lo dicen lo justifica casi todo. Le pasa un poco lo mismo a Pen¨¦lope Cruz: la c¨¢mara ya decidi¨® hace tiempo que la quer¨ªa, ella no tiene m¨¢s que sonre¨ªr o re¨ªr y se reanuda la magia.

Era la tercera gala de los Goya para el presentador. No hubo dos sin tres, pero esperemos que a la tercera no haya ido la vencida. Aunque el salvaje beso de tornillo que le asest¨® Karra Elejalde igual le ha quitado voluntades.