Cuando Blasco Ib¨¢?ez invent¨® los ¡®best sellers¡¯
Escritores y expertos defienden en el 150? aniversario de su nacimiento al autor espa?ol al que adaptaban en Hollywood
Fue el primer autor de best-seller, el primer periodista que cobr¨® por palabras, el primero que tuvo a grandes de Hollywood como Rita Hayworth, Greta Garbo o Rodolfo Valentino llevando sus personajes al cine. A Vicente Blasco Ib¨¢?ez (Valencia 1867- Francia 1928), autor de Los cuatro jinetes del Apocalipsis o La barraca, el ¨¦xito lo inund¨®. ¡°Y es sabido que el fracaso es m¨¢s est¨¦tico que el ¨¦xito¡±, opina el escritor Manuel Vicent acerca de si Blasco Ib¨¢?ez es una figura reconocida en su pa¨ªs. La Generalitat valenciana y la ciudad donde naci¨® hace 150 a?os, dedicar¨¢n todo 2017 a la figura del controvertido escritor, periodista y pol¨ªtico.
Blasco Ib¨¢?ez es muchas cosas a la vez. Era un escritor que conoci¨® la fortuna pronto, un pol¨ªtico republicano y populista ¡ªalma del blasquismo, movimiento que gobern¨® Valencia durante a?os¡ª, tan conservador en algunos aspectos como anticlerical y antimon¨¢rquico, tratado con desd¨¦n por muchos de sus contempor¨¢neos de la Generaci¨®n del 98. Manuel Vicent en su libro Los ¨²ltimos mohicanos, donde retrata al fundador del diario Pueblo, recoge una an¨¦cdota sobre la reacci¨®n de Valle-Incl¨¢n a la muerte del escritor, en Menton: Cuando la noticia lleg¨® a Madrid, el dramaturgo gallego exclam¨®: ¡°?Ha muerto Blasco Ib¨¢?ez? Nada. Pura publicidad¡±.
El escritor valenciano era una m¨¢quina literaria, en palabras de Vicent. Comenz¨® como negro de un conocido autor de folletines, firm¨® m¨¢s tarde en peri¨®dicos, fund¨® dos de ellos, y cre¨® el Partido Republicano Populista. De buen car¨¢cter, iba por Madrid invitando a muchos de sus contempor¨¢neos del 98, a los que el heterodoxo escritor les debi¨® de parecer un tanto hortera. Cualquier ¨¦xito tiene un punto hortera¡±, comenta Vicent. ?l escrib¨ªa sin corregir, apenas se paraba un segundo para cambiar un adjetivo por otro; ¨¦l tiraba hacia delante y ya est¨¢. Era un hombre con todas las costuras deshilachadas, prosigue Vicent en su descripci¨®n.
El autor de Son de mar o Tranv¨ªa a la Malvarrosa prefiere otros escritores valencianos como Azor¨ªn o Gil-Albert pero reconoce que Blasco Ib¨¢?ez fue quien mejor retrat¨® la Valencia de principios del siglo XX. ¡°Si fuera profesor de Historia y tuviera que mostrar a mis alumnos c¨®mo era la Valencia de entonces, sin duda les dar¨ªa a leer las novelas de Blasco¡±, a?ade.
¡°Merece la pena leerlo¡±, reivindica el historiador Javier Varela, autor de una biograf¨ªa del controvertido personaje. ¡°Blasco Ib¨¢?ez es un cl¨¢sico de las letras espa?olas y me atrevo a decir que hay un periodo de su producci¨®n, a finales del siglo XIX, que comprende desde Arroz y tartana hasta Sangre y arena, en el que escribe novelas sobresalientes. La barraca o Ca?as y barro son obras del naturalismo literario, un testimonio de la ¨¦poca vistoso y que tiene actualidad¡±, opina el historiador.
Varela recuerda el perfil pol¨ªtico de Blasco Ib¨¢?ez, al que considera un art¨ªfice de la pol¨ªtica moderna en Espa?a: la de los partidos pol¨ªticos, las elecciones y la agitaci¨®n de masas. ?Fue mejor pol¨ªtico o escritor? ¡°Son facetas compatibles, aunque en el momento en que Blasco Ib¨¢?ez dej¨® de ser activista pol¨ªtico, la calidad de su obra literaria mengu¨®¡±, opina el especialista.
La Generaci¨®n del 98 nunca le perdon¨® que fuera un escritor de ¨¦xito, aunque cont¨® con amistades como Ramiro de Maeztu o Azor¨ªn y colabor¨® con Unamuno. Su propia manera de escribir result¨® pasada de moda tras la gran guerra y la eclosi¨®n de las vanguardias literarias. Poco ayud¨® que fuera socialmente conservador y acentuase su espa?olismo tras sus giras por Am¨¦rica. ¡°Su perfil de comecuras, su radicalismo feroz, su identificaci¨®n con un caudillo de masas no le granjearon simpat¨ªas en la derecha, sobre todo, la cat¨®lica. Y tampoco acab¨® de cuadrar en la izquierda¡±, considera Varela. Es un personaje inclasificable.
¡°Hubo un momento de popularidad de la obra de Blasco Ib¨¢?ez, cuando se rodaron las series de televisi¨®n de Ca?as y barro o La barraca, a finales de los setenta, pero luego se ha sumergido en un cierto olvido. Ser¨ªa el momento de aprovechar para rescatarlo¡±, propone Varela.
El escritor Joan Francesc Mira, premio de Honor de las Letras valencianas y catalanas, no cree que Blasco Ib¨¢?ez est¨¦ olvidado. Es un personaje presente, que sigue vendiendo y del que se escriben art¨ªculos y libros. ¡°No se ha olvidado; durante alg¨²n tiempo, una serie de escritores le han mirado por encima del hombro; eran intelectuales que lo ve¨ªan como algo vulgar, pero ha sido aceptado en su pa¨ªs y me parece enormemente interesante reivindicarlo como escritor, personaje p¨²blico y pol¨ªtico. Por supuesto, desde una perspectiva objetiva, no a modo de exaltaci¨®n¡±, apunta Mira.
Escrib¨ªa como un loco, deprisa, abundantemente y en cualquier lugar. En comparaci¨®n con la Generaci¨®n del 98, de ideolog¨ªa castellana radical, Blasco proced¨ªa de otro territorio, otro paisaje, otra est¨¦tica y otro modo de vida. No era un intelectual ni un pensador en sentido cl¨¢sico, sino ¡°un escritor que intent¨®, sobre todo, tener ¨¦xito y lo consigui¨®. ?l no trataba de ser un gran escritor, refinado ni moderno. Se integr¨® en la corriente naturalista y ah¨ª fue bueno¡±, prosigue Mira. Las novelas de su ¨²ltima etapa no tienen, literariamente, ning¨²n inter¨¦s, en opini¨®n de Mira. Era enormemente espa?olista pero el franquismo lo borr¨® por anticlerical. ¡°Los republicanos s¨ª lo reivindicaron, y mucho, pero una vez acab¨® la Rep¨²blica, no hab¨ªa nadie m¨¢s¡±. Mira destaca las novelas de la primera ¨¦poca.
¡°Es muy importante haber tenido un personaje como Blasco Ib¨¢?ez, que es pr¨¢cticamente el primer autor de superventas a nivel mundial¡±. Cuando a principios del siglo XX hizo su gira por Argentina, a su llegada a Buenos Aires miles de personas estaban esper¨¢ndole en el puerto. Fue un personaje inmensamente popular, cuyas obras se pod¨ªan leer en decenas de idiomas y vend¨ªa miles de ejemplares.
Un Blasco Ib¨¢?ez rico se afinca, definitivamente, en Menton (Francia) ¨Cdonde muri¨®- en una villa en plena Costa Azul, desde donde escrib¨ªa art¨ªculos incluso para la cadena de diarios del magnate americano de la prensa William Randolph Hearst. ¡°Es el primer escritor que tiene un ¨¦xito personal masivo, multitudinario. Fue una cosa extraordinaria¡±, reconoce Mira.
Tono Herrero, responsable de la red de museos de Valencia y de la Casa Museo del escritor en la capital, entiende que la memoria sobre Blasco Ib¨¢?ez ha tenido una suerte desigual. ¡°El problema de los h¨¦roes es que la gente exige que sean de una pieza y Blasco Ib¨¢?ez no era de una pieza; parad¨®jicamente es m¨¢s un personaje de pel¨ªcula¡±.
Que no sea flor de un d¨ªa
La Generalitat public¨® hace unas semanas el decreto declarando 2017 a?o de Blasco Ib¨¢?ez. El Ayuntamiento de Valencia tiene programadas actividades y encuentros hasta agosto y negociar¨¢ este a?o el convenio con la Fundaci¨®n del escritor para que su legado permanezca en la capital valenciana. "Lo l¨®gico es que el convenio contin¨²e pero hay que escuchar a la otra parte", dice la concejal de Cultura de Valencia, Gl¨°ria Tello.
El Ayuntamiento ha hecho un esfuerzo presupuestario importante con la Casa Museo, situada en la playa de la Malvarrosa, y el aniversario. El museo -la que fuera residencia de Blasco, reconstruida tras d¨¦cadas de abandono durante el franquismo-, no mide su ¨¦xito por el n¨²mero de visitantes. Su valor es m¨¢s especializado, orientado a facilitar la investigaci¨®n y la difusi¨®n internacional de su obra. ¡°Las efem¨¦rides pueden ser la excusa para dise?ar toda una serie de actividades durante 2017 pero no tendr¨ªa ning¨²n sentido que fuera flor de un d¨ªa¡±, concluye Tello, que ha puesto el acento en escuelas, bibliotecas y entre los m¨¢s j¨®venes.
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