La traviata, de Valentino
El legendario dise?ador italiano se convierte en el gran protagonista de la producci¨®n verdiana en el Palau de Les Arts junto a la veteran¨ªa de Pl¨¢cido Domingo
Las producciones de ¨®pera suelen apellidarse con el nombre de su director esc¨¦nico, su responsable musical o incluso sus cantantes, con aditamentos de lugar y a?o. Pero no ser¨¢ as¨ª en esta ocasi¨®n. Y el cartel del ilustrador de moda David Downton lo dejaba claro: ¡°Valentino. La Traviata¡±. El legendario dise?ador italiano Valentino Garavani desembarca en el mundo de la ¨®pera a sus 84 a?os. Y lo hace con una producci¨®n propia de la ¨®pera m¨¢s famosa de Giuseppe Verdi, estrenada en Roma en mayo pasado, y que ahora recala en el Palau de Les Arts de Valencia. Una propuesta que defiende el glamour y se opone a las puestas en escena modernas. Pero que prioriza el bello envoltorio a la profundidad de contenido. La imagen al teatro, el ojo al cerebro y hasta el coraz¨®n.
LA TRAVIATA
M¨²sica de Giuseppe Verdi. Con Marina Rebeka, Arturo Chac¨®n-Cruz y Pl¨¢cido Domingo. Cor de la Generalitat Valenciana. Orquestra de la Comunitat Valenciana.
Direcci¨®n musical: Ram¨®n Tebar.
Direcci¨®n esc¨¦nica: Sofia Coppola. Escenograf¨ªa: Nathan Crowley. Vestuario: Valentino Garavani.
Palau de les Arts, Valencia. Hasta el 23 de febrero.
La traviata, de Valentino, ser¨¢ seguramente recordada por el suntuoso vestuario de la protagonista. Con un dise?o para cada acto o escena que inclu¨ªa su caracter¨ªstico color rojo reservado para la fiesta en casa de Flora, el momento dramat¨²rgico de la cat¨¢strofe en que Violetta es humillada p¨²blicamente por Alfredo. Quiz¨¢ tambi¨¦n destac¨® por el ambiente glamuroso que incluy¨® la presencia de la reina Sof¨ªa junto a varias caras conocidas en torno al modisto italiano, como la actriz Monica Bellucci.
Pero no pasar¨¢ a la historia por la direcci¨®n esc¨¦nica de Sofia Coppola ni tampoco por la escenograf¨ªa de Nathan Crowley. Es bien conocido el reto que supone para un director de cine calzarse las botas de la direcci¨®n esc¨¦nica de una ¨®pera. Adaptar el movimiento de la c¨¢mara al que viene impuesto por la m¨²sica y el canto. Pero no vimos por ning¨²n lado a la directora de Lost in Translation o Mar¨ªa Antonieta. Y no por su ausencia f¨ªsica de Valencia, sino porque no hubo el menor atisbo de direcci¨®n de actores, precisamente en donde han destacado otros colegas suyos como Visconti o Haneke. Su propuesta result¨® est¨¢tica y convencional en un entorno lujoso pero carente de dramatismo dise?ado por el responsable de producci¨®n de El caballero oscuro e Interstellar. Buen ejemplo fue la enorme escalera marm¨®rea del primer acto que sirvi¨® tan s¨®lo para lucir la cola verde del vestido negro de la protagonista.
El reparto vocal tampoco ayud¨® teatralmente a mejorar las cosas. La Violetta de la letona Marina Rebeka fue sonoramente aclamada por el p¨²blico por una evidente solvencia t¨¦cnica, pero su canto resulta tan fr¨ªo e inexpresivo como su forma de actuar. Qued¨® claro en, ¡°Amami, Alfredo¡± ese momento clim¨¢tico que Verdi construye musicalmente en medio de la nada. Mejor su escena del tercer acto, que la del primero donde tir¨® de pirotecnia al cerrar la cabaletta con el tradicional Mi bemol . El tenor mexicano Arturo Chac¨®n-Cruz fue un Alfredo superficial, con poco fraseo y voz estrangulada. Y Pl¨¢cido Domingo como Giorgio Germont ejerci¨® de contrapeso moral tanto en la trama como en la representaci¨®n. A pesar de sus evidentes limitaciones de registro y fiato fue el ¨²nico que record¨® que a la ¨®pera no se viene por el glamour sino a so?ar y emocionarse.
La velada se vio lastrada por tres innecesarios descansos, que alargaron la representaci¨®n casi hasta la media noche, aunque compens¨® en parte por la brillante direcci¨®n musical de Ram¨®n Tebar. El joven maestro valenciano demostr¨® criterio y pulso dram¨¢tico, aunque tom¨® alguna decisi¨®n cuestionable como aplicar cortes innecesarios en la partitura de Verdi. Buena actuaci¨®n del Cor de la Generalitat, pero tambi¨¦n de la Orquestra de la Comunitat Valenciana que sigue siendo la mejor formaci¨®n espa?ola en un foso de ¨®pera.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.