Todo es cierto, menos alguna cosa
Jos¨¦ Yoldi presenta 'La noche perdida', su segunda novela negra con la aguerrida reportera Paz Guerra como protagonista
Las pel¨ªculas de antes basadas en hechos reales advert¨ªan al espectador de que cualquier parecido con la realidad era mera coincidencia. Pero, ?y si los cr¨ªmenes y corrupciones narrados en La noche perdida, la segunda novela de Jos¨¦ Yoldi, fueran casi todos ciertos? Yoldi, veterano periodista de tribunales, ha armado una novela que ¨¦l mismo describe como cinematogr¨¢fica, para la que ha tomado como base hechos que aparecen descritos exactamente como fueron (fue testigo directo) para ponerlos en manos de Paz Guerra ¡ªla aguerrida reportera protagonista de sus dos obras¡ª hasta concluir una obra detectivesca con periodistas, polic¨ªas, jueces y mafiosos ajustada a los c¨¢nones de la novela negra del viejo S. S. Van Dine.
El s¨¦ptimo mandamiento de Van Dine dicta: "En la novela policiaca tiene que haber un cad¨¢ver, y cuanto m¨¢s muerto est¨¦ el cad¨¢ver, mejor (...) Trescientas p¨¢ginas son demasiadas para cualquier otro delito que no sea el asesinato". Y en La noche perdida (Editorial Mong, 353 p¨¢ginas) el muerto irrumpe en la primera frase, impactante, como debe ser: "El primer disparo le alcanz¨® en los test¨ªculos".
Ese crimen inicial perpetrado en N¨¢poles abre la puerta a una carrera mafiosa por el poder, cuyas consecuencias acaban aterrizando en Espa?a en los primeros noventa, cuando comenzaba a atisbarse que la mafia hab¨ªa montado aqu¨ª algo m¨¢s que sucursales y el litoral comenzaba a conocerse como la costa Nostra. Y cuando tambi¨¦n hab¨ªa comenzado a corromper a instituciones y personalidades.
Yoldi (San Sebasti¨¢n, 1954), Txetxo para los amigos y compa?eros de tajo, describe un mundo de venganza de familias mafiosas (ni olvido ni perd¨®n) inspirado en el caso Bardellino. Antonio Bardellino, Tonino, fue protagonista en Espa?a de un caso de gran resonancia p¨²blica al huir tras ser puesto en libertad en 1984 en circunstancias irregulares que llevaron a que dos magistrados ¡ªJaime Rodr¨ªguez Hermida, del Tribunal Supremo, y Ricardo Var¨®n Cobos, de la Audiencia Nacional¡ª fueran acusados de prevaricaci¨®n. El autor estuvo all¨ª cubriendo el caso para EL PA?S. Y Paz Guerra, su protagonista ox¨ªmoron, tambi¨¦n (para su diario, La Cr¨®nica).
¡°La mayor¨ªa de la novela est¨¢ basada en mi propia experiencia, cosas que yo he vivido en mi trabajo como periodista y an¨¦cdotas de otros¡±, cuenta Yoldi. ¡°De hecho, quise introducir algunas conversaciones reales, que ven¨ªan en el sumario, pero eran tan crudas que no parec¨ªan de verdad¡±. La misma realidad de su primera obra, El enigma Kungsholm, de corrupci¨®n urban¨ªstica, blanqueos y evasiones de capitales en la Espa?a de los noventa (y de ahora).
La obra de Yoldi refleja la relaci¨®n muchas veces inquietante entre el periodista y sus fuentes, esos intercambios de informaci¨®n entre quienes tienen la obligaci¨®n legal de no revelar secretos y quienes tienen por trabajo el hacerlos p¨²blicos. Y c¨®mo esos papeles pueden invertirse si hay una buena exclusiva de por medio. Describe tambi¨¦n la vida de una redacci¨®n, la del diario ficticio La Cr¨®nica, donde no siempre se pisa terreno firme.
De esa manera, La noche perdida superpone tramas puramente de novela negra con el trabajo del periodismo de sucesos, y con un punto de pel¨ªcula de tribunales. Pero para seguir el canon de Van Dine, la novela acaba tambi¨¦n con un crimen que cierra el c¨ªrculo vicioso de mafia y corrupci¨®n, pero tambi¨¦n de periodismo, en el que la primera ley de la novela negra se cumple: el lector y el detective (en este caso reportera) est¨¢n en igualdad de condiciones para resolver el caso sin trampas y por m¨¦todos puramente deductivos.
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