El extra?o caso de Andrea Motis

Vale. Andrea Motis vende discos. Muchos. Y hay un p¨²blico que se la rifa, aqu¨ª y en Jap¨®n o Estados Unidos. Lo suyo es un fen¨®meno global que va m¨¢s all¨¢ de lo musical. El s¨ªntoma m¨¢s evidente del nuevo y parad¨®jico orden jazz¨ªstico imperante. Lo ¨²ltimo: el disco que acaba de editar con Impulse!, el mismo sello para el que grabaron John Coltrane y Charles Mingus, entre otros; dif¨ªcil compaginar la m¨²sica desaforada de aquellos ilustres francotiradores de la New Thing con la imagen c¨¢ndida y pastoril de la barcelonesa. ?Qu¨¦ tiene Andrea Motis que no tienen otros?: that?s the question.

Emotional dance fue grabado en los estudios Carriage House, de Nueva York, en marzo de 2016. Como coproductores del asunto figuran Brian Bacchus (Norah Jones, Gregory Porter) y el ganador de un premio Grammy al mejor ¨¢lbum Jay Newland, adem¨¢s de la propia artista y Joan Chamorro, su descubridor y gu¨ªa espiritual. El dato es importante: Andrea Motis no ser¨ªa qui¨¦n es sin el susodicho, y viceversa. Arropa a la protagonista un amplio elenco de solistas invitados para la ocasi¨®n, junto al equipo r¨ªtmico habitual de la artista: Ignasi Terraza, espl¨¦ndido, al piano; Esteve Pi, a la bater¨ªa; Josep Traver, a la guitarra, adem¨¢s del propio Joan Chamorro, al contrabajo.

El resultado es un men¨² ligero y bien condimentado, am¨¦n de pluriling¨¹¨ªstico (interpretaciones en ingl¨¦s, portugu¨¦s y catal¨¢n), apto para el consumo de un p¨²blico de amplio espectro. Un total de 14 piezas de entre 2,29 y 6,51 minutos de duraci¨®n; ni demasiado largas, ni demasiado breves. Dominan los evergreens ¡ªHe¡¯s Funny That Way, I Remember You...¡ª en lecturas correctas y escasamente imaginativas. Nada que pueda reproch¨¢rsele a la artista, ni a su equipo de colaboradores. La exni?a prodigio ha ganado peso art¨ªsticamente hablando, y si bien no es la mejor trompetista ni la mejor cantante del mundo, tampoco es la peor. Su problema es el de los tantos pre/post adolescentes metidos a m¨²sicos de jazz: su falta de credibilidad.

Resulta dif¨ªcil emocionarse escuchando a Andrea Motis interpretando un repertorio como este. Comparada con cuantas le han precedido en el oficio, de Billie Holiday en adelante, la barcelonesa sigue siendo una ni?a cantando canciones de adultos. Andrea recita la lecci¨®n de carrerilla y sin tachones. Es una alumna aplicada; la primera de clase. Solo le falta todo lo dem¨¢s. Es, precisamente, cuando se sale de los l¨ªmites de lo jazz¨ªstico, que nos llega a sorprender siquiera por un momento. As¨ª, en su refrescante versi¨®n de Louisiana o els camps de cot¨®, de los barceloneses Amics de les Arts. Por el contrario, sus interpretaciones del repertorio jazz¨ªstico ¡ªSe?or Blues, Chega de Saudade¡ª apenas a?aden cosa nueva a lo ya conocido. Dato remarcable, el disco incluye tres composiciones originales de la titular, incluyendo la presumiblemente autobiogr¨¢fica If you give them more than you can ("si les das m¨¢s de lo que eres capaz de dar, vas a sentirte tan vac¨ªo que llorar¨¢s").

Total, que uno escucha Emotional dance, y entiende algunas cosas mientras que otras, la mayor¨ªa, siguen constituyendo un misterio insondable.