Dos casquillos de bala: de Lorca, nada

Dos casquillos de bala y un corrimiento de tierras en torno a un pozo no han podido a?adir apenas nada a lo que las distintas teor¨ªas apuntan sobre la muerte de Federico Garc¨ªa Lorca. La tercera excavaci¨®n, si bien concluy¨® en octubre de 2016 con m¨¢s resultados que las anteriores, cierra con pruebas confusas, tal como se desprende del informe que sobre ella han presentado los t¨¦cnicos en Madrid.

Javier Navarro, arque¨®logo jefe y Miguel Caballero, historiador, han estado al frente de un equipo de expertos que en tres ocasiones han actuado sobre el terreno. Han trabajado con infinitos obst¨¢culos pol¨ªticos y administrativos. Apenas han dispuesto de medios materiales, han removido hasta siete metros de altura sobre el lugar indicado: el Caracolar, a menos de un kil¨®metro de Alfacar (Granada). Pero tras haber apilado 1.347 metros de terreno, apenas hay pruebas concluyentes.

La investigaci¨®n que en los a?os setenta public¨® Molina Fajardo, que difer¨ªa en 500 metros de la que hizo Ian Gibson, sirvi¨® a Caballero de base. Tambi¨¦n el testimonio del general Fernando Nestares, a quien llevaron al lugar tres miembros del pelot¨®n de fusilamiento, todav¨ªa vivos en 1977. ¡°Podemos concluir que el crimen se cometi¨® en esa zona por la munici¨®n hallada, que los cuerpos fueron enterrados all¨ª al haber encontrado evidencias de que el terreno fue removido y se utilizaron unos pozos para hacer la fosa, pero creemos que fueron tambi¨¦n exhumados antes de que llegaran a descomponerse del todo¡±, asegur¨® Navarro.

Para Caballero, las excavaciones han sido un ¨¦xito y permiten seguir una l¨ªnea de investigaci¨®n futura basada en la teor¨ªa que abri¨® Molina Fajardo. ¡°Pero la clave de todo est¨¢ en unos informes elaborados por el Ministerio del Interior en los a?os cincuenta y sesenta, a cargo del comisario de Granada, a la saz¨®n Mingorance Jaraba, que hemos pedido ya que mucha gente apunta a que se redactaron, pero que no constan en su expediente¡±.