Esa-Pekka Salonen, un maestro diferente
El director y compositor finland¨¦s estrena en Espa?a ¡®Canto f¨²nebre¡¯, la composici¨®n redescubierta de Igor Stravinski, dentro de los ciclos de Iberm¨²sica
Hay m¨²sicos cl¨¢sicos que viven en su propio mundo, y luego est¨¢ Esa-Pekka Salonen (Helsinki, 1958) que habita en el nuestro. Pudimos verle en 2014 por televisi¨®n dentro de una campa?a publicitaria de Apple. Componiendo y dirigiendo su Concierto para viol¨ªn. Mostrando su inspiraci¨®n en lo cotidiano. E incluso con el popular iPad en su quehacer creativo. ¡°Me interesa la tecnolog¨ªa¡±, reconoce. ¡°Es algo normal entre compositores. Wagner estaba entusiasmado ante cualquier avance t¨¦cnico, al igual que Beethoven, y no digamos a partir del siglo XX¡±. Proclama las enormes posibilidades que ofrecer¨ªa la realidad virtual en una sala de conciertos. ¡°Creo que tambi¨¦n atraer¨ªa m¨¢s p¨²blico joven¡±, a?ade. Salonen mismo posee el magnetismo de quien aparenta menos a?os de los que tiene. Recibe a EL PA?S en la cafeter¨ªa del Hotel Mondrian de Londres, ese espacio dise?ado por Tom Dixon a medio camino entre el pasado y el futuro. Un lugar ideal para comentar sus pr¨®ximos conciertos de la serie ¡°Inspiraciones¡± con la Orquesta Philharmonia. Dos programas con cl¨¢sicos intemporales, como Beethoven y Strauss, iconos del siglo XX, como Ravel y Stravinski, revolucionarios como Ligeti, pero sin olvidar la creaci¨®n actual que representa una nueva obra de Tansy Davies. El director finland¨¦s visitar¨¢ Madrid con la orquesta brit¨¢nica para actuar en los ciclos de Iberm¨²sica el pr¨®ximo viernes y s¨¢bado.
Cualquier conversaci¨®n con Salonen empieza por el compositor. Habla a ritmo pausado y afila cada idea como una frase musical. ¡°No creo que los m¨²sicos cl¨¢sicos representemos algo que tuvo su punto ¨¢lgido hace d¨¦cadas o siglos. Pienso que hay siempre un futuro¡±, afirma. Habla de falsedades al confundir lo econ¨®mico con lo art¨ªstico. ¡°Hay instituciones que no pueden adaptarse a los cambios, pero la m¨²sica siempre lo hace¡±, opina. Ahora est¨¢ cada vez m¨¢s implicado en la composici¨®n. En madurar un estilo completamente ecl¨¦ctico que parte de Stravinski y Messiaen para abarcarlo todo por influencia de la cultura de la Costa Oeste de los Estados Unidos. Algunas de sus obras empiezan a programarse con asiduidad al margen de su labor como director. Por ejemplo, en junio pasado la Orquesta Nacional de Espa?a interpret¨® Helix y ha programado Karawane en abril pr¨®ximo. ¡°El mes que viene estrenar¨¦ mi Concierto para violonchelo con Yo-Yo Ma en Chicago, que supone un cambio en mi obra y donde incorporo por vez primera la electr¨®nica en vivo¡±, informa. Sue?a con escribir una ¨®pera, pero reconoce que no ha encontrado todav¨ªa el proyecto ideal.
De la composici¨®n saltamos a la direcci¨®n orquestal. Salonen inici¨® en 1979 su labor en el podio para interpretar su propia m¨²sica. Entonces formaba parte de la sociedad finlandesa de compositores llamada ¡°O¨ªdos abiertos¡± junto a Magnus Lindberg y Katja Saariaho. Pero todo cambi¨® en 1983 con una simple llamada de su agente. ¡°Me propuso sustituir a Michael Tilson Thomas frente a la Philharmonia con la Tercera sinfon¨ªa, de Mahler, una obra que yo no conoc¨ªa ni tampoco hab¨ªa escuchado nunca¡±, recuerda. Salonen estudi¨® la partitura durante su viaje desde Helsinki a Londres y dirigi¨® unas interpretaciones legendarias. ¡°Los m¨²sicos de la Philharmonia fueron muy amables y solidarios conmigo. Iniciamos entonces una relaci¨®n muy especial que dura hasta hoy en que soy su director principal¡±, reconoce. A ese impresionante debut asisti¨® el director ejecutivo de la Filarm¨®nica de Los ?ngeles, que le abri¨® las puertas a su otra orquesta donde hoy ostenta el cargo de director laureado. All¨ª Salonen hizo una verdadera revoluci¨®n modernizadora durante diecisiete a?os que ahora contin¨²a Gustavo Dudamel. Su labor carece de secretos: ¡°La clave est¨¢ en dirigir la m¨²sica que amas de verdad y te aporta algo¡±, confiesa.
Los dos programas de Salonen y la Philharmonia en Iberm¨²sica incluyen el Concierto ¡°Emperador¡±, de Beethoven, con el pianista franc¨¦s Pierre-Laurent Aimard como solista, y el poema sinf¨®nico As¨ª habl¨® Zaratustra, de Richard Strauss. La versi¨®n completa de Dafnis y Cloe, de Ravel, que en Madrid interpretar¨¢n junto al coro de la ORCAM, y la nueva composici¨®n titulada Bosque, de Tansy Davies, un concierto para cuatro trompas donde la joven compositora brit¨¢nica reivindica el poder creativo de la naturaleza donde surgi¨® ese instrumento. Pero la principal novedad ser¨¢ el estreno en Espa?a de Canto f¨²nebre, la obra m¨¢s importante de la etapa rusa de Stravinski. Una composici¨®n orquestal de 1908 como tributo f¨²nebre a su maestro Rimski-Korsakov que se ha podido recuperar en 2015. Salonen dirigi¨® el domingo pasado su estreno ingl¨¦s en el Royal Festival Hall, al que seguir¨¢n otros doce m¨¢s hasta mayo de 2018 en que el espa?ol Juanjo Mena se har¨¢ cargo de su premi¨¨re en Dinamarca. El director finland¨¦s reconoce su emoci¨®n cuando recibi¨® la partitura: ¡°Pens¨¦ que era un momento importante en mi vida¡±. Aunque no oculta las dudas que le ha generado: ¡°Es completamente diferente a lo que me imaginaba. Hay algo de El p¨¢jaro de fuego, pero sorprende la cantidad de referencias a Wagner que Stravinski odiaba expresamente. Parece imposible que el mismo compositor escribiera La consagraci¨®n de la primavera cinco a?os despu¨¦s¡±, remata.
Babelia
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