Arco hincha el optimismo
El entusiasmo de la delegaci¨®n de Argentina, el pa¨ªs invitado, y la confianza de los galeristas marcan la jornada inaugural de la feria de arte contempor¨¢neo
A la jornada inaugural de Arco, celebrada el mi¨¦rcoles en el recinto ferial de Ifema en Madrid, acudieron como cada a?o desde hace 36 ediciones artistas, galeristas, coleccionistas, periodistas, cantantes de rock y arist¨®cratas, famosos o no. Tambi¨¦n se citaron la sensaci¨®n inevitable de d¨¦j¨¤ vu, un cierto aire conservador y la raci¨®n anual de impresiones abstractas. Despu¨¦s de a?os de ¡°pesimismo¡± y ¡°desaliento¡±, esta se antoja la feria del ¡°optimismo¡± y la ¡°esperanza¡±. A falta de datos que ayuden a aterrizar la cosa, conviene recordar, como bien sabe el cr¨ªtico cultural marxista Terry Eagleton, que el optimismo tiene m¨¢s que ver con la confianza que con la esperanza. Y as¨ª, confiado, se mostr¨® en mitad del ajetreo propio del mediod¨ªa el director de la cita, Carlos Urroz, quien explic¨® que ¡°la presencia de galer¨ªas importantes que llevaban tiempo sin participar y que todas traigan piezas m¨¢s grandes hace confiar en que las cosas funcionen¡±. ¡°A partir de ah¨ª, solo queda dejar trabajar a la magia¡±, a?adi¨®.
A la aparici¨®n de la magia esperaron impacientes desde primera hora de la ma?ana marchantes de todos los tama?os y colores (200 en total), como Joaqu¨ªn Garc¨ªa, que se estrenaba en el programa general; el presidente del consorcio de galer¨ªas, Alberto de Juan, de Max Estrella, ¡ªquien celebr¨® que la organizaci¨®n haya logrado convocar a ¡°coleccionistas extranjeros muy potentes y con muchas ganas¡±; m¨¢s de 300¡ª; Lisson, que estuvo el a?o pasado y ha decidido repetir, o Hauser & Wirth, ausente desde 2009. Los dos buques de bandera multinacional y origen londinense y suizo se disputaron, atracados uno enfrente del otro, la atenci¨®n de los visitantes con cer¨¢micas de Ai Weiwei o una especie de pozo de los deseos de un mill¨®n de euros de Roni Horn.
Piezas de museo, precios prohibitivos

La mayor presencia de piezas de gran tama?o e igual coste, esas que en la jerga se conocen como "de museo", hab¨ªa sido anunciada por el director de Arco, Carlos Urroz en lo d¨ªas previos a la feria. Ayer se pudo comprobar que no ment¨ªa; abundan en el recorrido las obras que superan el medio mill¨®n de euros.
En una de las entradas a la feria, el visitante se topa con una muestra de ello en el apabullante estand de Elvira Gonz¨¢lez. Junto a una peque?a sala dedicada a las cer¨¢micas y pinturas de Miquel Barcel¨®, se puede ver una de las piezas m¨¢s caras: una escultura de Juan Mu?oz, cuyo precio es de 1,55 millones de euros. Mientras, un poco m¨¢s all¨¢, en el espacio de Guillermo de Osma, Constructif avec quatre figures, de Torres Garc¨ªa (1,8 millones) presenta candidatura a la pieza m¨¢s costosa de la cita.
Otro cl¨¢sico de la muestra, Leandro Navarro, reconoce que en esta ocasi¨®n se ven m¨¢s piezas de museo que en los ¨²ltimos a?os. ?La raz¨®n? "Hay m¨¢s dinero para comprar", opina. En lo que a ¨¦l respecta, propone un dal¨ª, El triunfo del Nautilo (1941), ¨®leo de 30,5 X 35,5 cent¨ªmetros procedente de un coleccionista suizo, a la venta por 1,4 millones de euros.
La t¨®nica se repite en algunas de las galer¨ªas internacionales de mayor renombre. Si en la brit¨¢nica Lisson una serie de cer¨¢micas de Ai WeiWei y un espejo de Anish Kapoor esperan comprador por 200.000 y 620.000 euros respectivamente, en Lelong una escultura en bronce de Joan Mir¨® alcanza los 470.000 euros. Su director, Patrice Cotensi, explica que hace unos a?os estas piezas no se hubieran tra¨ªdo a Arco: "La crisis ha durado mucho. No hab¨ªa coleccionista que viniera a gastar m¨¢s de 300.000 euros. Creemos que es el momento de arriesgarse".
Esperando a Macri

El entusiasmo corri¨® a cargo de la nutrida representaci¨®n argentina, pa¨ªs invitado de esta edici¨®n, que el jueves aporta la presencia de su presidente, Mauricio Macri, durante la inauguraci¨®n oficial, a la que tambi¨¦n asistir¨¢n los reyes de Espa?a. La delegaci¨®n, seg¨²n c¨¢lculos de Sheila Cremaschi, directora del Hay Festival de Segovia, ¡°suma unos 200 o 300 compatriotas¡±, porque ¡°al argentino no le gusta hacer las cosas a medias¡±. La presencia de artistas y galer¨ªas (todas bonaerenses) se reparte entre el programa espec¨ªfico (bautizado Plataforma, con 12 espacios con 24 artistas seleccionados por In¨¦s Katzenstein) y el general.
Entre las primeras, destacan las presencias de Luis Frangela, Alberto Greco, con una obra p¨®stuma, Besos Brujos, que despert¨® el inter¨¦s del Reina Sof¨ªa, y Eduardo Estup¨ªa, que muestra en Jorge Mara La Ruche delicados dibujos en blanco y negro que vienen a probar, seg¨²n el artista, que ¡°las po¨¦ticas [de los creadores argentinos] se acomodan a los l¨ªmites econ¨®micos que impone la realidad¡±.
Entre las galer¨ªas del programa general que apuestan por artistas del pa¨ªs invitado tambi¨¦n las hay extranjeras. Valgan dos ejemplos: el sutil trabajo con papel de Marie Orensanz llega de la mano de Alejandra von Hartz desde Miami, mientras que el deslumbrante conceptualismo del sur de Edgardo Antonio Vigo puede admirarse en la londinense Richard Saltoun.
Argentinos son tambi¨¦n algunos de los creadores elegidos por tres comisarias para el programa Di¨¢logos, una de las novedades de esta edici¨®n. Entre ellas est¨¢ la exdirectora del Reina Sof¨ªa Mar¨ªa de Corral, que ha seleccionado a 11 galer¨ªas y 11 parejas de artistas para que conversen, verbo que, bien es sabido, se conjuga mucho ¨²ltimamente en los salones del arte contempor¨¢neo. ¡°Hemos intentado elegir galer¨ªas que trabajen pr¨®ximas a sus creadores y montar una secci¨®n que huya de lo comercial¡±, explic¨® De Corral.
As¨ª, los dibujos de Jorge Macchi se enfrentan a la denuncia de los asesinatos de mujeres en Ciudad Ju¨¢rez de la mexicana Teresa Margolles (en Peter Kilchmann), mientras que en la brasile?a Nara Roesler dos argentinos se ven las caras: Eduardo Navarro y Julio LeParc. Este ¨²ltimo, que cuenta tambi¨¦n con obra en el programa de Proyectos Especiales (con esculturas de gran formato de Alicia Framis o Los Carpinteros), result¨® ayer ubicuo. Una azafata repart¨ªa un manifiesto con su firma, titulado Desmitificar el arte.En ¨¦l, desde la altura de sus 88 a?os, LeParc se pregunta ¡°qu¨¦ puede hacer en la actualidad un artista¡± de su generaci¨®n, que ve ¡°con qu¨¦ facilidad la burgues¨ªa asimila toda novedad que se haga en arte¡±.
Con Albert Pla
Pese a tanta actividad y flujo de ideas del otro lado del Atl¨¢ntico, el primer protagonista del programa argentino en Arco fue, curiosamente, un catal¨¢n. El cantautor situacionista Albert Pla despert¨® las primeras oleadas de inter¨¦s a las 11.30, en el primero de los 17 pases (hasta el domingo, d¨ªa en que Arco cierra las puertas) de su performance No soy tan joven como para saberlo todo; la interpret¨® en el espacio dedicado al arte en directo de la galer¨ªa Barro de Buenos Aires. Sus responsables invitaron al d¨²o Mondongo, que, a su vez, extendi¨® la invitaci¨®n al m¨²sico espa?ol. Pla, por resumir la pieza, comparece vestido de Pinocho con una m¨¢scara met¨¢lica y se mueve muy lentamente en una suerte de r¨¦plica de la galer¨ªa de los espejos del palacio de Versalles. Corta sendos trozos de dos tartas con las banderas de Espa?a y de Argentina y se deja acariciar por un bosque de manos antes de que las cortinas cierren el hueco por el que los espectadores miran apretujados.
Las ferias acostumbran a programar en los ¨²ltimos a?os actividades como esta para hacer pasar la experiencia de la visita por algo m¨¢s que un paseo por ese lugar en el que la propiedad sobre las cosas (art¨ªsticas) cambia de (unas pocas) manos. A ello tambi¨¦n contribuyen ciertas piezas que tratan de distraer el fin ¨²ltimo de todo esto para emparentarlo con aquello que se persigue en una bienal. ?Un ejemplo? La propuesta de Jos¨¦ de la Mano, que recuerda la heroica aventura del Centro de C¨¢lculo, que, a finales de los sesenta trat¨® de unir en Madrid arquitectura racionalista, la incipiente ciencia inform¨¢tica y el arte.
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