¡°La buena ingenier¨ªa se hace bajo presi¨®n, sin adorno¡±
Un libro y un documental repasan la trayectoria de Javier Manterola, autor del puente de la bah¨ªa de C¨¢diz, el m¨¢s largo de Espa?a. ¡°Los arquitectos nos ven como alguien que soluciona sus problemas¡±, dice
Javier Manterola Armis¨¦n (Pamplona, 1936) es uno de los grandes ingenieros espa?oles. Su ¨²ltima obra es el puente de la Constituci¨®n de 1812 en la bah¨ªa de C¨¢diz, el mayor del pa¨ªs, con 540 metros de luz en su tramo central. Aprovechamos la reciente publicaci¨®n del libro y documental Javier Manterola. El oficio de ingeniero, publicado por el C¨ªrculo de Bellas Artes de Madrid, para charlar con su protagonista.
PREGUNTA. La mayor parte de su vida profesional ha discurrido en la oficina de Carlos Fern¨¢ndez Casado. Este ingeniero defendi¨® la necesidad de la austeridad y lo estricto en sus obras, a diferencia del posicionamiento m¨¢s creativo de Eduardo Torroja. ?Su obra es una s¨ªntesis de la de estos dos ingenieros?
RESPUESTA. Es posible que yo sea un punto intermedio. Fern¨¢ndez Casado fue mi profesor y mi jefe, pero tambi¨¦n he sido un gran admirador de Torroja, un ingeniero con un talento extraordinario. Ambos defend¨ªan una suerte de metaf¨ªsica y trascendencia en sus obras. Hablar de la verdad estructural de los puentes en los a?os treinta era un posicionamiento contra todo lo anterior. Yo, en cambio, no creo en esa b¨²squeda de una supuesta pureza. Me siento mucho m¨¢s f¨ªsico que metaf¨ªsico.
P. La inauguraci¨®n del puente de Barrios de Luna el a?o 1983, un puente atirantado de hormig¨®n armado de 440 metros de longitud, le convirti¨® en uno de los ingenieros m¨¢s prestigiosos del pa¨ªs con apenas 40 a?os. ?Cu¨¢l cree que es su aportaci¨®n en el ¨¢mbito de las estructuras desde entonces?
R. Durante la construcci¨®n de Barrios sufr¨ª mucho. Ve¨ªa la otra orilla y pensaba, ?c¨®mo voy a llegar all¨ª? Pero esa tensi¨®n, ese atreverse a ir m¨¢s all¨¢, no saber c¨®mo lo vas a hacer pero hacerlo, es lo heroico de la ingenier¨ªa. Toda la buena ingenier¨ªa se ha hecho bajo presi¨®n, sin adorno, porque el adorno pesa. Yo soy ortodoxo con lo resistente, pero a lo largo de mi carrera he intentado investigar tipos estructurales nuevos a base de reinterpretar estructuras cl¨¢sicas. El puente de Euskalduna en Bilbao, por ejemplo, es una celos¨ªa curva que trabaja a torsi¨®n y flexi¨®n, una estructura ¨²nica en el mundo.
¡°Para m¨ª un puente es un problema resistente, y mi tarea es resolverlo. Si va a unir dos pueblos o si va a costar m¨¢s o menos, eso no me afecta¡±
P. El puente del AVE sobre el r¨ªo Ebro es una viga en celos¨ªa cerrada de hormig¨®n pretensado. En su libro usted usa el concepto de penetraci¨®n al describir el modo en el que el tren entra en la estructura, lo que parece remitir a cierta connotaci¨®n sexual, ?es as¨ª?
R. Claro, tiene un concepto sexual completo. Cuando proyecto tengo en mente 200.000 ideas, que son las que me han construido como ingeniero. No es una ocurrencia, sino un legado que llevo encima y que tiene que ver con mi vida o con mi pasi¨®n por el arte y la m¨²sica.
P. Tambi¨¦n ha trabajado con muchos arquitectos como Rafael Moneo o S¨¢enz de Oiza, para quien calcul¨® Torres Blancas.
R. S¨ª, pero yo prefiero la libertad cuando proyecto mis puentes. Muchas veces los arquitectos nos ven como alguien que soluciona sus problemas. Pienso en el pabell¨®n puente de Zaha Hadid en Zaragoza. A m¨ª me gust¨® su proyecto, pero, a la hora de la verdad, para construirlo, tuvo que contar con un gran equipo de ingenieros y ocultar la estructura original. Eso no me gusta porque creo que le quita autenticidad a la obra.
P. Llegamos al puente de C¨¢diz. El m¨¢s grande de su carrera. En cambio, apenas aparece en el libro y se refiere a ¨¦l sin gran entusiasmo.
R. Lo aprecio much¨ªsimo y es original, pero quiz¨¢s no me ha hecho sufrir lo que otros puentes. El esfuerzo a veces no tiene relaci¨®n con el tama?o. Recuerdo puentes muy peque?os porque me han costado sangre, sudor y l¨¢grimas.
P. En el libro comenta que la gente solo ve la ingenier¨ªa como algo utilitario, pero en estos ¨²ltimos a?os tambi¨¦n se ha erigido como un ejemplo de mala planificaci¨®n y corrupci¨®n.
R. En las obras se mueve mucho dinero y las personas corruptas ven una oportunidad all¨ª para enriquecerse, pero eso no significa que la ingenier¨ªa sea una profesi¨®n corrupta. Siempre me he mantenido al margen de todo eso. Para m¨ª un puente es un problema resistente y mi tarea es resolver ese problema. Si el puente va a unir dos pueblos o si va a costar m¨¢s o menos, eso no me afecta.
P. ?Ha construido puentes que no fueran necesarios?
R. No lo creo, pero s¨ª que he evitado que se construyeran. Hace a?os me pidieron que hiciera una pasarela en la desembocadura del r¨ªo Urdaibai, en Bizkaia, y yo les dije que si lo hac¨ªa nos carg¨¢bamos el lugar. Al final nunca se construy¨® y todav¨ªa hoy me lo agradecen.
"Me gust¨® el proyecto del puente de Zaha Hadid en Zaragoza, pero para construirlo tuvo que contar con los ingenieros y ocultar la estructura. Eso le quita autenticidad"
P. Los ingenieros m¨¢s relevantes del pa¨ªs, como Juan Jos¨¦ Arenas, Julio Mart¨ªnez Calz¨®n o usted mismo, comenzaron a trabajar en los a?os sesenta y han mantenido su hegemon¨ªa hasta la actualidad. ?No teme que su generaci¨®n haya frenado la progresi¨®n de ingenieros m¨¢s j¨®venes?
R. Soy de la promoci¨®n de 1962, y los que nos formamos entonces hemos acabado teniendo puestos relevantes en el ¨¢mbito de la ingenier¨ªa, pero tambi¨¦n en el seno de las constructoras y de la pol¨ªtica. El boom constructivo de los sesenta nos permiti¨® trabajar mucho, adquirir experiencia, y el resultado es que actualmente la ingenier¨ªa espa?ola es buena, buena internacionalmente. Respecto a lo del relevo generacional, pues no s¨¦. Con los a?os que llevo de profesi¨®n deber¨ªa haber tenido chavales que me mordieran para quitarme del medio, y no ha ocurrido.
P. Hace a?os se refer¨ªa al uso de nuevos materiales sint¨¦ticos como una revoluci¨®n en el ¨¢mbito de la ingenier¨ªa. Se han construido pasarelas y puentes, pero el uso de ese tipo de materiales no se est¨¢ generalizando.
R. Es cierto, pero el germen del cambio est¨¢ all¨ª. La aparici¨®n del hierro o del hormig¨®n lo cambi¨® todo en la arquitectura y la ingenier¨ªa, pero el de los nuevos materiales est¨¢ por ver. A m¨ª ya no me ha dado tiempo de trabajar con ellos.
P. ?Cree que sus obras simbolizan una ¨¦poca?
R. Eso no es algo que me toque decir a m¨ª, pero ojal¨¢. Lo que he hecho es intentar poner al l¨ªmite la t¨¦cnica de mi momento, y ese es el motor fundamental del ingeniero.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.