El hombre que pone sonido a las estrellas del rock
Daniel Lanois, productor de obras cumbre de Dylan o U2, actuar¨¢ en Madrid
M¨¢s all¨¢ de los c¨ªrculos mel¨®manos, su nombre no es conocido, pero en lo suyo es una estrella. Mejor dicho: un referente al que han acudido algunos de los creadores m¨¢s importantes de la m¨²sica popular para recibir su consejo y conocimiento. Bob Dylan, Neil Young, U2, Brian Eno, Willie Nelson, Emmylou Harris, Peter Gabriel, Robbie Robertson¡ La lista de colaboraciones del canadiense Daniel Lanois (Quebec, 1951), uno de los grandes productores contempor¨¢neos, quita el hipo. Y, sin embargo, poco o nada se habla de su notable carrera por su cuenta, con m¨¢s de una decena de ¨¢lbumes, entre ellos algunos tan delicados como For the Beauty of Wynona o Shine o el m¨¢s reciente, el ambiental bajo un prisma electr¨®nico Goodbye to Language, publicado el a?o pasado y que le trae en un concierto ¨²nico a Madrid, el pr¨®ximo 28 de marzo en el Teatro Lara.
¡°He pasado muchas horas de mi vida trabajando para otros, aprendiendo de otros. En solitario intento seguir m¨¢s mi instinto y llevar a la pr¨¢ctica todo lo que he aprendido¡±, confiesa por tel¨¦fono Lanois desde su casa de Los ?ngeles. El productor canadiense, tambi¨¦n compositor, cantante y guitarrista, habla con amabilidad exquisita. Desde hace a?os tiene un estudio casero, donde mezcla instrumentos de vieja escuela como el pedal steel ¡ªguitarra con pedal muy usada en el country¡ª con la tecnolog¨ªa m¨¢s depurada. Es una persona inquieta con el sonido desde ni?o. ¡°Empec¨¦ tocando la guitarra a los nueve a?os. Mi madre me daba un d¨®lar semanal con el que sol¨ªa ir al cine, pero un d¨ªa me compr¨¦ un disco y mi vida cambi¨®. Me hice con una guitarra y aprend¨ª por mi cuenta a tocarla y desde entonces no ha dejado de interesarme todo lo que sali¨® de ese instrumento¡±, rememora. Tampoco todo lo que sal¨ªa de los programas de radio nocturnos, que escuchaba cada d¨ªa. ¡°Pasaba del folk de la Carter Family al soul de Sam Cooke Era un sentimiento especial. Conectabas con lugares remotos a trav¨¦s de canciones¡±, explica.
Su primer estudio lo tuvo en Canad¨¢. All¨ª tambi¨¦n aprendi¨® de forma autodidacta, pero siempre con la fijaci¨®n en las canciones que le marcaron. ¡°Me encantan el g¨®spel y el blues. Creo que siempre hay que mirar hacia las ra¨ªces. Es bueno entenderlas para componer un material m¨¢s interesante¡±, afirma, aunque reconoce que son muchos elementos los que juegan su papel en una sala de grabaci¨®n: ¡°Se trata de crear algo. Coges las ra¨ªces pero las evolucionas. Un ejemplo que me gusta es Motown. Hab¨ªa ra¨ªz pero aportaron un sonido nuevo. O James Brown. Se nota que hab¨ªa una gran producci¨®n detr¨¢s¡±.
Sus producciones tienen un sello personal desde que en los setenta se puso a los mandos de Jackie Washington, un bluesman canadiense. Pero fue en los ochenta, tras asociarse del tir¨®n con Brian Eno, U2 y Bob Dylan, cuando se habl¨® del sonido Lanois. ¡°Creo que fue m¨¢s por las texturas con Eno. Luego, he estado m¨¢s supeditado a la visi¨®n de los m¨²sicos con los que he trabajado¡±, dice.
Ese sonido Lanois, en realidad un talento de saber mejorar las cualidades de cada artista, se extendi¨® en las siguientes d¨¦cadas en todas direcciones: desde el country de Emmylou Harris o Willie Nelson a propuestas tan dispares como Mother Superior, Sin¨¦ad O¡¯Connor, The Killers o Ron Sexsmith, pasando por el funk de The Neville Brothers. ¡°Interrumpo bastante mis grabaciones personales¡±, reconoce. ¡°Pero merece la pena. Es excitante. En cada actuaci¨®n en solitario intento llevar todas las ense?anzas de un estudio al escenario¡±.
Una huella indeleble en grandes discos
Para Daniel Lanois, todo cambi¨® en los ochenta, cuando Brian Eno, impresionado por su talento, le fich¨® para desarrollar el ¨¢lbum?Ambient 4: On Land. El productor se deshace en elogios con el exmiembro de Roxy Music, pero m¨¢s con U2, a los que dot¨® de una capa sonora que funcion¨® como la seda en los ochenta en The Unforgettable Fire y, especialmente, en los exitosos Achtung Baby y The Joshua Tree. "The Edge es un gran guitarrista. Disfrut¨¦ mucho. Trabaja duro pero se divierte. Nos centramos en trabajar con algo distinto. Un buen ejemplo es With or Without You. El sonido de esa guitarra es fenomenal. Son muy inteligentes y me siento muy orgulloso".
Con ¨¦l, U2 alcanz¨® una est¨¦tica identificable y una audiencia masiva, pero existe un logro menos reconocido, aunque no menos importante. Estuvo detr¨¢s de la resurrecci¨®n de Bob Dylan, que demostr¨® ser ingobernable, desquici¨¢ndole en m¨¢s de una ocasi¨®n durante la grabaci¨®n de Oh Mercy en 1989.
Lanois le excusa, pues, asegura que Dylan estaba en una etapa de desorientaci¨®n. Tambi¨¦n afirma que su colaboraci¨®n con ¨¦l es la m¨¢s valiosa, sobre todo tras el monumental Time Out of Mind (1997), la ¨²ltima vez que el premio Nobel de Literatura cont¨® con un productor. "Fue incre¨ªble. Trabajar con Dylan era un reto. Es un tesoro nacional. Estoy muy orgulloso de los dos discos. Ambos son oscuros pero tienen una f¨®rmula para que no sonaran excesivamente profundos".
Una sensaci¨®n similar le qued¨® con Neil Young en Le Noise. "Le gusta trabajar de una forma muy org¨¢nica. Va a la ra¨ªz de los sonidos. Grabar con ¨¦l es muy divertido y transmite mucho sentimiento. Existen formas de grabar un disco: la acad¨¦mica, la no acad¨¦mica y la de Neil Young (r¨ªe). Utiliza un micr¨®fono, mete a toda la banda en la habitaci¨®n alrededor del micro y sobre una alfombra y se ponen a tocar. Si no fuera as¨ª, no ser¨ªa Neil Young".
Babelia
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