Una estrella nacida de un libro
Obstinado lector y traductor, Lutero revolucion¨® la cultura occidental hace 500 a?os
Ahora que los libros de papel, tan anal¨®gicos, no pasan por su mejor momento, est¨¢ bien recordar que hubo un tiempo en que eran capaces de lanzar a alguien al estrellato. Por ejemplo, a un monje que en 1517 clav¨® en las puertas de la iglesia de Wittenberg una hoja con 95 tesis nacidas para criticar el supermercado vaticano de indulgencias y que terminar¨ªan desatando la Reforma protestante. Coincidiendo con los 500 a?os de aquel portazo, la editorial Trotta publica Mart¨ªn Lutero. Vida, mundo, palabra, una biograf¨ªa traducida por Irene Stephanus en la que Thomas Kaufmann retrata al agustino como ¡°la primera estrella medi¨¢tica de la historia¡±, alguien que supo usar como nadie la revoluci¨®n medi¨¢tica de la ¨¦poca: la imprenta. Seg¨²n su bi¨®grafo, Lutero no solo es el alem¨¢n de la historia antigua del que m¨¢s sabemos sino tambi¨¦n la figura de mayor impacto del siglo XVI, algo a lo que no fue ajena la propaganda que le hizo su amigo Lucas Cranach el Viejo retrat¨¢ndolo una y otra vez.
M¨¢s all¨¢ de las disputas pol¨ªtico-teol¨®gicas que documenta, y que dibujaron el Occidente que conocemos, la biograf¨ªa de Kaufmann puede leerse como el retrato de alguien que basaba toda su fuerza en su agudeza como lector y como traductor. ¡°Yo s¨¦ traducir, ellos no¡±, dec¨ªa contra los partidarios del Papa. Los 3.000 ejemplares de su versi¨®n completa de la Biblia, publicada en 1534, no tardaron en agotarse. Hasta su muerte, 12 a?os despu¨¦s, despach¨® m¨¢s de 400 ediciones. Cualquier editor firmar¨ªa hoy esos n¨²meros. Si tenemos en cuenta que el invento de Gutenberg no ten¨ªa ni un siglo, se comprender¨¢ la trascendencia cultural de la obra de Lutero y su contribuci¨®n a la unificaci¨®n de la lengua alemana. Tampoco a eso fue ajeno el viejo Cranach: suyo era el monopolio de la edici¨®n de biblias.
Los maestros de la sociolog¨ªa moderna rastrearon hace d¨¦cadas la relaci¨®n entre la ¨¦tica protestante y el esp¨ªritu del capitalismo. Haciendo por su cuenta la guerra del pensamiento libre, Pasolini se pas¨® la vida denunciando que el consumismo hab¨ªa logrado algo que el fascismo ni siquiera se atrevi¨® a so?ar: construir una sociedad individualista, conformista y despolitizada, es decir, m¨¢s d¨¦bil. Sus art¨ªculos finales est¨¢n recogidos en un volumen titulado, no por casualidad, Cartas luteranas. Todas las paradojas conducen a Roma.
Babelia
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