A toda m¨¢quina con Gerardo Vera

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El artista del espect¨¢culo total | Gerardo Vera

Coincidencias astrales: estoy en el bar del C¨ªrculo (de Bellas Artes de Madrid) leyendo la ¨²ltima entrada de los Diarios de Gonz¨¢lez Ruano (¡°El terror es blanco. La soledad es blanca¡±) cuando aparece Gerardo Vera y me cuenta que est¨¢ sumergido en los ensayos de los Sue?os de Quevedo, del Quevedo agonizante que en la versi¨®n libre de Jos¨¦ Luis Collado repasa su vida y su obra de juventud, y que el infierno quevedesco, ¡°para ¨¦l casi una liberaci¨®n¡±, ser¨¢ blanco, blanco como el vac¨ªo, porque ¡°el hombre no puede luchar contra lo blanco, dice el poeta, y el infierno blanco se adelanta y hace posible todo cuanto pueda so?arse¡±, y que el detonante fue el blanqu¨ªsimo balneario de Ocho y medio, y la pasi¨®n por Quevedo, claro, ¡°porque sigue siendo un gran desconocido¡±, y que Juan Echanove, que ya lo encarn¨® en el Alatriste de D¨ªaz Yanes, volver¨¢ a serlo en la Comedia, ¡°estamos en plena cuenta atr¨¢s, no quiero ni pensarlo, nos hemos vuelto locos, contar esa cumbre barroca en hora y media¡±, y que Luc¨ªa Quintana es una enfermera en la que Quevedo cree ver a Aminta, su amor napolitano, ¡°y eso nos permite calzar sus grandes poemas amatorios, y todo tiene una l¨®gica on¨ªrica, muy strindbergiana en cierto modo¡±, y que es un reparto de diez int¨¦rpretes, y hay mucha m¨²sica, Monteverdi, Bach, Bartok, y danza, y¡­

Hablar con Gerardo Vera (escucharle, m¨¢s bien) es como ir en un tren a toda m¨¢quina, se lo digo y me dice que a prop¨®sito de trenes quiere hacer El idiota de Dostoievski ¡°inspirado en la pel¨ªcula de Kurosawa, que arranca en un tren abarrotado que va de Siberia a Jap¨®n ?no has visto esa pel¨ªcula? La novela es la historia de dos amigos enamorados de la misma mujer, y quiero convencer a B¨¢rbara Lennie. Pero antes¡­¡± Vera siempre dice que se quiere retirar, que de este a?o no pasa, aunque no hay m¨¢s que o¨ªrle hablar de proyectos y montajes inminentes, y ahora yo estoy intentando jugar un poco a imitar su ritmo verbal, su velocidad de crucero.

Antes de El idiota viene los Sue?os, claro, y luego Reina Juana, de Ernesto Caballero, que vuelve a la Abad¨ªa, y despu¨¦s ir¨¢ al Marquina. ¡°Y luego en el Espa?ol, la temporada pr¨®xima, un Ibsen que se hace muy poco, El constructor Solness, con Echanove, Miranda Gas y Jeaninne Mestre abriendo el elenco, en la versi¨®n contempor¨¢nea, dur¨ªsima, que Wallace Shawn hizo para Andr¨¦ Gregory y acab¨® dirigi¨¦ndola en cine Jonathan Demme hace cuatro a?os, una maravilla, A Master Builder se llama, la ha editado Criterion. Tengo otro Ibsen pendiente, John Gabriel Borkman, que ten¨ªa que hacer con Pou y con Amparo Bar¨®, pero se nos fue Amparo, con la que quer¨ªa montar tambi¨¦n The Revisionist, de Jesse Eisenberg, que en el off-Broadway hizo Vanessa Redgrave. Y quiero hacer una funci¨®n de Mayorga, ¨¦l me dijo ¡®la que quieras¡¯, y le he propuesto remontar El chico de la ¨²ltima fila pero cambiando el sexo del protagonista, porque yo creo que ser¨ªa un trueno con Blanca Portillo, pero ahora Blanca tiene gira larga con El cart¨®grafo. Ah, y Colubi quiere que le haga algo para el Marquina y estoy buscando una comedia. ?Un a?o, te he dicho? Bueno, quien dice un a?o dice cuatro¡±.