Andres Serrano, el creyente blasfemo
La imagen de un crucifijo sumergido en su propia orina le lanz¨® a la fama y desde entonces la pol¨¦mica no ha abandonado a este fot¨®grafo. Una retrospectiva nos muestra porqu¨¦
Entre lo sagrado y lo profano oscila la obra de Andres Serrano, uno de los artistas m¨¢s controvertidos y provocadores del momento, cuya obra seduce tanto como conmociona con sus descarnados planteamientos sobre la religi¨®n, el sexo, la raza, la muerte, el orden pol¨ªtico o los valores sociales, entre otros. Para Serrano no existen los l¨ªmites: ¡°El territorio del arte es tan extenso, que solo las limitaciones propias de la imaginaci¨®n previenen su expansi¨®n¡±, subraya el artista.
¡°Am¨¦rica debe demostrar que no tiene miedo al arte o a los artistas y lo debe hacer apoyando al NEA (National Endowments for the Arts )¡±, enfatiza Andres Serrano. La cuesti¨®n viene al hilo de la reciente decisi¨®n de Donald Trump de eliminar al NEA de los presupuestos nacionales. Es la primera vez que un presidente ha pedido la abolici¨®n (Reagan lo intent¨® en 1981, pero fue disuadido por sus consejeros) de este fondo establecido en 1965 por Johnson bajo la premisa de que ¡°una civilizaci¨®n avanzada debe valorar enteramente las artes, las humanidades y las actividades culturales¡±. Andres Serrano fue el destinatario de 5,000 d¨®lares en 1986. Un a?o m¨¢s tarde realiz¨® Piss Christ, una fotograf¨ªa de un crucifijo sumergido en un bote lleno de su propia orina. La controversia estaba servida: en 1989 el senador republicano Jesse Helms lo utilizar¨ªa como ejemplo (junto con las obras m¨¢s sexualmente expl¨ªcitas de Mapplethorpe) para condenar el uso de dinero p¨²blico por parte de la NEA para promocionar la blasfemia y la inmundicia. La pol¨¦mica le catapult¨® a la fama y desde entonces la obra ha sido constantemente censurada, criticada y en ocasiones vandalizada.
Piss Chirst simboliza la relaci¨®n entre lo sagrado y lo inmundo, para este artista que se declara cristiano. De la misma forma que Cristo derram¨® sangre durante la crucifixi¨®n, tambi¨¦n derram¨® orina. ¡°No creo que deba convencer a nadie de quienes me acusan de blasfemo de que soy cristiano. Y todo aquel cristiano, si realmente lo es, deber¨ªa creerme. En el caso contrario yo les creer¨ªa¡±, dice el artista. ¡°Lo que me gustar¨ªa es que vieran lo que yo veo en esa obra, realizada dentro del contexto de mi trabajo con el arte religioso. Mi gran esperanza es que un d¨ªa me reciba el Papa, no para que me d¨¦ la bendici¨®n, sino para poder contarle al mundo que Andres Serrano es un artista. Me gustar¨ªa hacer algo con la Iglesia de la misma forma que los artistas del pasado trabajaron para ella¡±.
"Yo dir¨ªa que soy cristiano gracias a Dios", dice Serrano en relaci¨®n con la famosa cita de Bu?uel ("Soy ateo gracias a Dios"). "Creo que en el cristianismo hay sitio para todos nosotros. Incluso para los ateos. Dios es muy indulgente, y nos entiende mucho mejor que nos entendemos nosotros mismos". ?Admira mucho al cineasta. En ¨¦l observa un claro elemento cat¨®lico, a pesar de su lucha por desprenderse de este. Tambi¨¦n admira a Caravaggio, a Picasso, a Leonardo de Vinci y a Marcel Duchamp. ?De este ¨²ltimo dice haber aprendido todo lo que sabe sobre arte. "Me ense?¨® que cualquier cosa, incluso una fotograf¨ªa, puede ser una obra de arte".
Serrano se siente reflejado en el arte barroco, aquel de quien la iglesia utiliz¨® su grandiosidad y complejidad para sus fines lit¨²rgicos. ¡°Soy barroco en el sentido que pienso a lo grande. El arte barroco trata de lo grande, del ego, de aquello que es m¨¢s grande que la vida misma, de lo monumental¡±, se?ala el artista.
Su obra se ve ahora expuesta en la Jackshainman Gallery, The School (Nueva York). Andres Serrano. Selected Works 1984-2015. La muestra?recorre una trayectoria de tres d¨¦cadas. ¡°Serrano entrelaza lo mortal con lo espiritual, lo sagrado con lo diab¨®lico y lo puro con lo mancillado, permitiendo que el desorden de la existencia carnal rebose sobre lo sacro¡±, destaca la nota de prensa.
¡°La gente piensa que estoy tratando de ser provocador o controvertido. No se dan cuenta de que solo estoy tratando de ser yo mismo¡±, dice el artista. No se considera un fot¨®grafo, aunque la fotograf¨ªa es su principal medio de expresi¨®n: ¡°Estudi¨¦ pintura y escultura en el Brooklyn Museum Arts School. Despu¨¦s de terminar mis estudios sent¨ª que no pod¨ªa pintar ni esculpir de la manera que quer¨ªa. As¨ª que comenc¨¦ a utilizar la c¨¢mara de la chica con la que viv¨ªa entonces. Pero siempre me he visto a m¨ª mismo como un artista que utiliza una c¨¢mara en vez de un pincel¡±, explica Serrano. Naci¨® en Nueva York en 1950. Se cri¨® en Williamsburg, Brooklyn, solo con su madre, americana de origen cubano, en un ambiente cat¨®lico. Su dedicaci¨®n al arte fue su tabla de salvaci¨®n, y puso fin a un periodo en el que se dedic¨® a vender drogas en las calles del East Village.
La exposici¨®n recorre varias de sus series m¨¢s famosas, incluida America (2001-2004), en la que despu¨¦s de 11-S, y durante tres a?os, fotografi¨® a m¨¢s de doscientas personas, distintos representantes de las diversas clases sociales, en un intento de ver por s¨ª mismo qui¨¦nes eran aquellos que los atacantes consideraban su enemigo. En esta serie se incluye un retrato de Donald Trump. ¡°Durante la sesi¨®n no hablamos mucho, ni yo, ni ¨¦l¡±, recuerda el artista. ¡°Por entonces era conocido como un extraordinario hombre de negocios, representaba el sue?o americano para mucho, y a?os m¨¢s tarde sigue represent¨¢ndolo para algunos¡±.
La muestra tambi¨¦n incluye obras de The Morgue (1992), una investigaci¨®n sobre la muerte, History of Sex (1995-1996) (de la que varias obras han tenido que ser restauradas despu¨¦s de haber sido vandalizadas durante una exposici¨®n en Suecia), o la dedicada a los fluidos del cuerpo (incluidos los excrementos), a los homeless o los miembros de Ku Klux Klan. En Torture (2015), su ¨²ltima serie, incluye las im¨¢genes de cuatro irlandeses mantenidos en cautividad por las autoridades brit¨¢nicas en los a?os setenta, y que estuvieron encapuchados durante todo el cautiverio. ¡°Cuando los fotografi¨¦, lo hice con la capucha porque no quer¨ªa retratarlos como individuos, sino como encapuchados, sin caras, ni identidad¡±, explica Serrano. ¡°Pero en cambio el t¨ªtulo de la fotograf¨ªa es el nombre del retratado. Si hubiese sido un fot¨®grafo me hubiese interesado en su rostro, para darle una identidad, pero para mi solo era un hombre encapuchado. El s¨ªmbolo es m¨¢s importante que el individuo¡±.
?Podr¨ªamos decir que el autor busca la belleza en lo inconfortable, pero Serrano a?ade un matiz: ¡°Siempre trato de buscar la belleza en todo¡°. Creo que en eso se apoya mi obra y es parte de su tensi¨®n, quiz¨¢s tambi¨¦n de la controversia. Puede tratar de algo horripilante, la imagen de una mierda por ejemplo, es horroroso , pero tambi¨¦n puede ser bello. Existe una tensi¨®n entre la belleza y la idea de lo que est¨¢s observando, pero las im¨¢genes son frecuentemente bastante bellas¡±.
El arte es un universo para Serrano, un gran mundo de ideas en las que el artista tiene la capacidad de decidir su camino. ¡°Creo que las im¨¢genes, como la palabra, tienen poder para cambiar las cosas. Conservan aun la capacidad de asombrar, confundir y sobresaltar¡±.
Andres Serrano, Selected Works, 1984-2015. Jackshainman Gallery, The School. Nueva York. Hasta el 13 de mayo
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