Los Manolos suben al escenario 25 a?os despu¨¦s de los Juegos Ol¨ªmpicos
Ocho de los integrantes del grupo editan un disco de grandes ¨¦xitos con colaboraciones como Peret, Victoria Abril, Delincuentes u Ojos de Brujo
Ten¨ªa voz de tipo duro. De esos que solo abrir la boca atemorizan. Era Constantino Romero, quiz¨¢s el actor de doblaje m¨¢s importante de Espa?a. Prest¨® su voz a Clint Eastwood o a Arnold Schwarzenegger. Como toda gloria patria, fue movilizado para trabajar en los Juegos Ol¨ªmpicos de Barcelona 92. Romero fue el encargado de poner voz a las ceremonias. Los Manolos eran entonces una formaci¨®n que hac¨ªa solo unos meses que hab¨ªa saltado al ¨¦xito gracias a versionar canciones en formato rumba. Su peculiar imagen?setentera con pantalones de pata de elefante, gafas de sol de espejo y patillas al m¨¢s puro estilo Curro Jim¨¦nez garantizaba la sonrisa del espectador. A su lado, el inconfundible Peret, en la ¨¦poca que cantaba tocado con peluqu¨ªn, y los Amaya pon¨ªan la guinda final a la ceremonia de clausura de los juegos. Los rumberos tardaron medio segundo en levantar los ¨¢nimos de unos deportistas que necesitaban muy poco para venirse arriba.
Los atletas se enlazaron en una conga y, sin que nadie lo impidiera, invadieron el escenario. Sonaba Gitana Hechicera mientras los deportistas ol¨ªmpicos saltaban sobre una estructura que no estaba preparada para tanto peso. Medio mundo estaba pendiente de aquella Barcelona ol¨ªmpica. La imagen de la ciudad pudo haber ca¨ªdo por los suelos si el escenario se hund¨ªa y se retransmit¨ªa en directo una tragedia. Romero respir¨® hondo y pronunci¨®, como solo ¨¦l sab¨ªa hacerlo, una frase que ha quedado grabada a fuego en toda una generaci¨®n: ¡°Atletas, bajen del escenario¡±.
Han pasado 25 a?os, la formaci¨®n original de los Manolos compuesta por una decena de chicos de barrio se disolvi¨® meses m¨¢s tarde. Ahora, con un cuarto de siglo m¨¢s sobre las espaldas la banda ha decidido volver con un nuevo disco y una gira que busca la complicidad con aquel hist¨®rico momento. El nuevo disco ha sido bautizado como: Manolos, suban al escenario.
¡°En la ceremonia de clausura hab¨ªamos hecho cinco ensayos. Todo estaba milimetrado, pero nadie pens¨® que los atletas subir¨ªan al escenario. A m¨ª, me entr¨® la risa¡±, recuerda Andreu Hern¨¢ndez, uno de los integrantes de los Manolos. ¡°En el momento, ninguno de nosotros pens¨¢bamos que aquel mandato de Constantino Romero fuera a tener tanta trascendencia¡±, confiesa Josep G¨®mez. ¡°Los deportistas estaban muy pasados de vueltas y pudo pasar una desgracia. Peret estuvo r¨¢pido y nos orden¨® que nos subi¨¦ramos en la grada de cemento, si pasaba algo que se cayeran ellos¡±, sonr¨ªe Rogeli Herrero. ¡°El h¨¦roe de la noche fue el regidor an¨®nimo que envi¨® a aquellas personas vestidas de mu?eco a subir al escenario para echar a los atletas¡±, sentencia Hern¨¢ndez.
Reconocen que aquella actuaci¨®n fue la m¨¢s importante de su carrera musical y eso que era un playback muy evidente. ¡°Es curioso, porque el p¨²blico cree que cantamos?Amigos para Siempre, pero no fue as¨ª. Lo cantamos, y en directo, en la clausura de los Juegos Paraol¨ªmpicos¡±, desvela Herrero. Seg¨²n el cantante, ¡°en los juegos deb¨ªa haber actuado Gato P¨¦rez, pero hab¨ªa fallecido en 1990. Los Gipsy Kings no quisieron venir y el Ayuntamiento de Barcelona apost¨® a caballo ganador, sab¨ªan que el p¨²blico nos aceptaba y nos quer¨ªa¡±.
La historia de Los Manolos comenz¨® a finales de 1989. ¡°?ramos diez colegas del barrio que toc¨¢bamos rumba en Hostafrancs, Sants, les Corts¡¡±, recuerda. ¡°Entonces todo el mundo iba de moderno y nosotros reivindicamos nuestro estilo de barrio, nos maque¨¢bamos el domingo con ropa de tergal y todo lo que encontr¨¢bamos en casa¡±, sonr¨ªe. ¡°En un carnaval fuimos todos as¨ª vestidos al Liceu de Sants, un bar donde al final pusimos a bailar a todos los clientes¡±, rememora G¨®mez.
Muy pocos artistas apostaban entonces por la rumba. ¡°Peret se hab¨ªa apartado y estaba entonces dedicado al culto, Gato P¨¦rez en una de sus oscilaciones haciendo rumba m¨¢s elitista¡¡±, repasa Herrero. ¡°Fue casi de pel¨ªcula¡±, interrumpe Ramon Grau, ¡°Est¨¢bamos un d¨ªa tocando y un tipo nos escuch¨®, nos dijo que ten¨ªa un local, el Di¨¢metro, y nos pidi¨® si pod¨ªamos ir a tocar all¨ª. Nunca lo hab¨ªamos pensado, la rumba era algo que hac¨ªamos para pasarlo bien entre nosotros¡±, confiesa.
Pronto probaron suerte ¡°en la Meca¡±: Madrid. ¡°Fuimos al local del hermano del Gran Wyoming, Seju Monz¨®n, y le pedimos tocar all¨ª. Nos dijo que le pusi¨¦ramos una maqueta. Solo ten¨ªamos fotos. Se las ense?amos, nos vio las pintas y nos program¨® un d¨ªa sin escucharnos¡±, se carcajea Hern¨¢ndez. ¡°Conseguimos lo contrario de lo que nos propon¨ªamos. La modernidad de Barcelona, la de Mariscal y compa?¨ªa, nos acogi¨® con los brazos abiertos. Era la ¨¦poca en que todo eran grupos peque?os con una chica cantando. Nosotros ¨¦ramos diez t¨ªos en el escenario¡±, recuerda Herrero.
Del primer concierto salieron otros. ¡°Fuimos a Madrid un viernes y un s¨¢bado y el martes ya nos estaban volviendo a llamar. Llev¨¢bamos m¨¢s de diez a?os pagando nuestros discos en otros grupos, hab¨ªamos hecho muchas cosas sin ning¨²n resultado y ahora con los Manolos todo iba solo¡±, asegura G¨®mez.
Los Manolos llevaron Amigos para Siempre hasta Canc¨²n, Londres y Par¨ªs. Batieron muchos r¨¦cords, ¡°llegamos a actuar ante 90.000 personas en unas fiestas de la Merc¨¨ en el Sot del Migdia¡±, recuerda Hern¨¢ndez. Y, de la noche a la ma?ana, el grupo de deshizo. ¡°No conozco ninguna empresa, organizaci¨®n, colectivo o partido pol¨ªtico sin jerarqu¨ªas integrado por diez personas y que todos sean jefes¡±, apunta Grau. ¡°Adem¨¢s, en la carretera ¨¦ramos 27¡±, puntualiza G¨®mez. Aparecieron los roces y fueron incapaces de encontrar un camino com¨²n. ¡°Unos montamos una productora, otros otro grupo, otros siguieron tocando¡¡±, recopila G¨®mez. Herrero tambi¨¦n asegura que la discogr¨¢fica, BMG, no estaba por la labor. ¡°No quer¨ªan un grupo tan grande. Cuando grabamos el primer disco nos dijeron que si vend¨ªamos 10.000 har¨ªamos un segundo. Llev¨¢bamos 50.000 cuando rodamos un videoclip deprisa y corriendo¡±.
Han pasado 23 a?os desde la ¨²ltima actuaci¨®n del grupo con todos sus integrantes y ahora publican Manolos, suban al escenario. Una revisi¨®n de sus canciones m¨¢s populares con dos canciones in¨¦ditas. Cuatro productores han intervenido en la grabaci¨®n que ha contado con colaboraciones de lujo como Victoria Abril, Delincuentes, Ojos de Brujo, Manel Fuentes o El Sevilla entre otros. Pero quiz¨¢s la colaboraci¨®n que m¨¢s ilusi¨®n les ha hecho es la de Peret. ¡°Grabamos La Noche del Hawaiano con Peret muy enfermo. ?l siempre nos ha apoyado, nos respet¨® y fue la ¨²ltima colaboraci¨®n que hizo¡±, destaca Herrero.
Entre ellos discuten si el mundo musical era mucho mejor hace 25 a?os o ahora. ¡°Los grupos noveles lo tiene ahora mejor pero ahora producciones como Queen o Michael Jackson ser¨ªan imposibles¡±, lamenta Grau. Tienen contratadas una decena de actuaciones, la mayor¨ªa en Catalu?a, y est¨¢n deseando volver a la carretera. ¡°No tenemos predilecciones, queremos actuar en fiestas, que la gente pase un buen rato y que sonr¨ªan¡±, conf¨ªa G¨®mez.
Ocho de los diez integrantes est¨¢n preparados a saltar a los escenarios. ¡°En esta nueva etapa echaremos mucho de menos a Carlos Lord¨¢n, que falleci¨® en un tr¨¢gico accidente, y a Rafa Soriano que vive lejos de aqu¨ª¡±, remarca Toni Pelegr¨ªn.
Han pasado 25 a?os del sue?o ol¨ªmpico. La voz de Constantino Romero se apag¨® en mayo de 2013. Un a?o m¨¢s tarde, Peret fallec¨ªa tras una larga enfermedad. Los Manolos, supervivientes de aquel momento ol¨ªmpico hist¨®rico, suben ahora al escenario dispuestos a llevar la Rumba all¨ª donde ¡°quieran alegr¨ªa¡±.
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