¡®Guerrero¡¯, un retrato de la violencia en el Estado m¨¢s convulso de M¨¦xico
La cinta del franc¨¦s Ludovic Bonleux muestra la crueldad y la impunidad en la regi¨®n con mayor n¨²mero de desaparecidos del pa¨ªs
Mario, de unos 40 a?os, cava bajo un sol de justicia en el Estado de Guerrero en busca de fosas con cuerpos de personas asesinadas por el narco con la complicidad, en algunos casos, de las fuerzas de seguridad. Lo hace en un terreno cerca del municipio de Iguala, donde desaparecieron el 26 de septiembre de 2014 43 estudiantes de Magisterio. Es activista, desde que su hermano fue secuestrado, y uno de los protagonistas del documental de Ludovic Bonleux (Arcachon, Francia, 1974), estrenado el mi¨¦rcoles en el festival de este g¨¦nero Ambulante, que se celebra en Ciudad de M¨¦xico hasta el 6 de abril.
¡°Son huesos de una mano y huelen todav¨ªa. Ya los conocemos. Esos son de pie¡±. Habla una de las mujeres de un grupo que, liderado por Mario, recorre los cerros de la regi¨®n en b¨²squeda de los desaparecidos. Por el camino encuentran ropa interior, botas, mochilas¡ El buscador de fosas niega con la cabeza: ¡°Esto no deber¨ªa estar aqu¨ª¡±.
La agente de la polic¨ªa comunitaria Coni, quien ronda la cincuentena, y Juan, maestro de unos 30 a?os, son los otros dos protagonistas de la historia. Sus edades son diferentes; sus luchas, tambi¨¦n. Pero combaten un mismo problema: la impunidad imperante en uno de los Estados m¨¢s convulsos de M¨¦xico, que registr¨® 247 desaparecidos en 2014, muy por delante de Veracruz (167). Frente a unas fuerzas policiales que no proporcionan seguridad y al crimen organizado ligado al narcotr¨¢fico, surgieron grupos de autodefensa armados como la Uni¨®n de Pueblos y Organizaciones del Estado Guerrero (Upoeg) o el Frente Unido para la Seguridad y el Desarrollo del Estado de Guerrero (Fusdeg), al que perteneci¨® Coni en el municipio de Petaquillas. ¡°Nunca quise luchar con armas contra los narcos, pero contra el mal gobierno he querido luchar toda mi vida, eso s¨ª¡±, afirma la activista en el documental.
El director de la cinta lleg¨® a M¨¦xico en 1998 y trabaja en Guerrero desde hace 15 a?os. ¡°Creo que en M¨¦xico existen campos de secuestro. Conocemos los campos de concentraci¨®n, los campos de exterminio y aqu¨ª hay campos de secuestro. Son m¨®viles y con pocas personas, que trasladan de un lado a otro. Han sido secuestradas para pedir un rescate y despu¨¦s las matan o hacen lo que quieren con ellas¡±, explica Bonleux a EL PA?S.
La llama la encendi¨® la matanza de los 43 de Ayotzinapa. Las primeras im¨¢genes del documental datan de diciembre de 2014, apenas tres meses despu¨¦s: ¡°Era un momento de mucha efervescencia, de rebeld¨ªa, casi de revoluci¨®n porque se bloqueaban las carreteras, tomaban los ayuntamientos, los familiares de los desaparecidos empezaban a salir a buscarles¡±, recuerda el cineasta. Juan, el corpulento maestro, particip¨® en la ocupaci¨®n de la casa consistorial de Tlapa. Por su activismo sufri¨® amenazas: ¡°Queremos agarrar al alto¡±, le avisaban los vecinos de que hab¨ªan o¨ªdo decirlo a los polic¨ªas estatales. ¡°Si no hacemos nada es a¨²n m¨¢s peligroso, porque [autoridades y narcos] seguir¨¢n haciendo de las suyas¡±, zanja ¨¦l.
Los primeros espectadores ya han visto el documental y Bonleux ha empezado a recibir las primeras cr¨ªticas. El director piensa que, con esta cinta, est¨¢ "haciendo vivir" lo que sinti¨® ¨¦l cuando lleg¨® a Guerrero: una violencia enraizada en la cotidianidad, donde la muerte se muestra bajo cada piedra y la injusticia tensa el aire. Una de las razones que le llev¨® a grabar el documental es haber conocido al activista Luis Olivares, fallecido en 2013. ¡°Es un homenaje a ¨¦l, porque me gustar¨ªa que lo viera¡±. Durante la grabaci¨®n tambi¨¦n fue asesinado un compa?ero de Juan, por quien siguen luchando en Tlapa para que haya justicia: ¡°To?o vive¡±, se lee en los muros.
Las ¨²ltimas im¨¢genes datan de diciembre de 2016, dos a?os despu¨¦s. Mario sigue buscando a su hermano, pero ahora colabora con la Brigada Nacional de B¨²squeda de Desaparecidos, una unificaci¨®n de fuerzas creada en 2016, y recorre todo el pa¨ªs para capacitar a la gente para encontrar a sus familiares. En cuanto a Coni, ¡°el Fusdeg ya casi no existe y, por varias razones, est¨¢ trabajando ahora en un proyecto con un colectivo de mujeres del hogar de alfabetizaci¨®n¡±, explica Bonleux. Juan contin¨²a siendo maestro, ¡°pero anda ahora m¨¢s precavido¡±.
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