Un mes¨ªas chileno busca la fe en el desierto de Atacama

Michael (el debutante en el cine, Michael Silva), de 30 a?os, es un mec¨¢nico que dice haber vivido una revelaci¨®n divina en el desierto. Sus d¨ªas pasan en un rec¨®ndito pueblo del desierto de Atacama ¨Ca casi 2.000 kil¨®metros de Santiago de Chile-, pero no es cualquier habitante. ?l es Cristo. Sus vecinos, lejos de creerle, lo tratan como el loco del pueblo. Una tarde se entera que un amigo de la infancia ha sufrido un accidente en una localidad lejana. Por lo que decide abandonar todo para hacer un peregrinaje a pie descalzo y sanarlo con un milagro. Su andar comienza a llamar la atenci¨®n en la gente empobrecida por el abuso de las mineras, quienes lo ven como un mes¨ªas capaz de aliviar su cruda realidad. Con esta premisa inicia El Cristo ciego, dirigida por Christopher Murray, un filme que oscila entre el conflicto social terrenal y el existencial.

¡°?Eres mec¨¢nico o evang¨¦lico?¡±, le pregunta Nina a Michael, una mujer que casi fue v¨ªctima de un feminicidio a manos de su expareja. Este le responde: ¡°No, no creo en ninguna religi¨®n¡±. A lo que ella le cuestiona: ¡°Entonces, ?por qu¨¦ andas escribiendo tonterias de Dios?¡±. ?l le replica: ¡°Yo no hablo con la Iglesia, hablo con las personas¡±. Para Silva (Antofagasta, 1987), El Cristo ciego no es una pel¨ªcula cristiana, ya que no difunde doctrinas, ni principios b¨ªblicos, aunque hace analog¨ªa constante con la escritura de la Biblia y otros elementos del relato religioso, como el desierto, el mes¨ªas, el peregrinaje, los seguidores de Michael y las par¨¢bolas que este cuenta. ¡°Es un filme humanista, que tiene que ver con c¨®mo el hombre por si mismo puede obrar y aportar sin la necesidad de un ser superior. La pel¨ªcula instala principalmente la construcci¨®n de un mito religioso al cual aferrarse ante una situaci¨®n de desolaci¨®n, desesperanza, despojo y marginaci¨®n¡±, explica Silva.

La fotograf¨ªa de Inti Briones retrata la dureza de los parajes des¨¦rticos, junto con la situaci¨®n precaria en la que viven muchas personas en la Pampa del Tamarugal, ubicada en la regi¨®n de Atacama, y de pueblos aleda?os como La Tirana y Pisagua. ¡°Grabamos en el desierto, no hay nada en estudio. Las casas que se ven son las de ellos mismos [los habitantes de estas locaciones] o de los vecinos, hay un trabajo muy lindo de fotograf¨ªa y arte respecto a eso¡±, agrega el protagonista.

Un problema social latente

Silva, el ¨²nico actor como tal, se mete en el mundo de sus coprotagonistas, gente real del lugar, de los cuales se obtuvieron los relatos para las par¨¢bolas religiosas. El protagonista cuenta que el guion se aliment¨® de las experiencias de vida de estas personas y su d¨ªa a d¨ªa. As¨ª nacieron historias con las que se encuentra Michael, como la del sicario reformado que encontr¨® el amor; la de un adicto a la coca¨ªna con una angustia en el pecho o la de una anciana postrada en cama por unas quemaduras, entre otras, todas en una situaci¨®n de olvido, pero con una capacidad de poder resistir frente a la diversidad. ¡°Esa capacidad es admirable, por donde se la mire¡±, agrega el actor.

Silva solo tiene elogios para sus coprotagonistas. Considera que compartir c¨¢mara con ellos fue un privilegio y un desaf¨ªo, ya que pudieron mostrar la realidad de ellos desde la ficci¨®n. ¡°Me hicieron cuestionar mi trabajo, mis capacidades. Me pusieron en contradicci¨®n constante. Les agradezco montones a ellos, a su verdad, su honestidad, su humildad que me hizo pensar mi trabajo y canalizarlo de una forma distinta¡±, a?ade.

El director explicaba en una nota que la historia de El Cristo ciego sucede en un lugar de desarraigo, soledad, inestabilidad y malas condiciones laborales, adem¨¢s de altos niveles prostituci¨®n y alcoholismo. Todo esto, seg¨²n Murray, es fruto de la explotaci¨®n que empresas han hecho de esta regi¨®n salitrera, sin que la riqueza extra¨ªda pueda ser aprovechada por las comunidades locales. Silva afirma que se trata de un problema social de Chile que es real y existe desde hace a?os en el interior de la ciudad de Iquique y zonas cercanas. ¡°Es un pueblo olvidado, sin necesidades b¨¢sicas. Hacia fuera del pa¨ªs, Chile se muestra como la gran naci¨®n en desarrollo y progreso dentro Latinoam¨¦rica, lo cual no es una realidad. Hay un sector minoritario que se adjudica la riqueza y puede vivir c¨®modamente, pero a la mayor¨ªa de las personas no les sucede as¨ª¡±, manifiesta el actor.

El filme, que fue parte de la selecci¨®n del Festival de Venecia el pasado septiembre, se proyectar¨¢ para la gente del lugar y todos los que participaron de la producci¨®n el 11 de abril, dos d¨ªas antes de su estreno en territorio chileno. Las expectativas de Silva son que la mayor cantidad de gente vaya a ver la pel¨ªcula y as¨ª puedan pensar en ella, en ese territorio y su gente.