El vac¨ªo dejado por los desaparecidos de la dictadura argentina
Milagros Mumenthaler habla de ni?ez y silencios en el filme ¡®La idea de un lago¡¯
Al otro lado del tel¨¦fono, la voz de la argentina Milagros Mumenthaler (La Falda, 1977) suena cristalina y curiosamente infantil, todo lo contrario a lo imaginable en una directora de cine que controla con minuciosidad todo el proceso de sus trabajos. Por esa intervenci¨®n exhaustiva, sus dos pel¨ªculas son precisas y preciosas. Precisas, porque no se le escapan las riendas jam¨¢s aunque encare dolorosos mundos infantiles. Preciosas porque reflejan esos a?os en los que la imaginaci¨®n se superpone y triunfa sobre la realidad. Con Abrir puertas y ventanas (2011), gan¨® el prestigios¨ªsimo Leopardo de Oro del festival de Locarno. Con La idea de un lago, que se estrena ahora en Espa?a tras pasar por los cert¨¢menes de Locarno y San Sebasti¨¢n, Mumenthaler confirma: hay cineasta para rato.
Ahora bien, que haya cineasta de largo recorrido no quiere decir que est¨¦ dispuesta a explicar su obra. No le gustan las entrevistas. Poco a poco va entrando en calor verbal, desgranando c¨®mo convirti¨® el libro Pozo de aire, de Guadalupe Gaona, en el que la fot¨®grafa indag¨® en la ausencia de su padre, un desaparecido de la dictadura argentina, en una pel¨ªcula tan contundente. ¡°El libro contiene poemas y fotograf¨ªas de Gaona, de su familia y de archivos. M¨¢s all¨¢ de ello, lo que construyo es c¨®mo fue para ella pensar y hacer aquel libro. Despu¨¦s le a?ad¨ª algo m¨ªo ¡ªno entiendo el cine de otra manera¡ª, me abr¨ª, y de ah¨ª que sea ficci¨®n escrita con mis propias investigaciones¡±.
In¨¦s, la protagonista, va a ser madre. De su progenitor solo conserva una foto en la que aparece, ella con dos a?os, ¨¦l juvenil y risue?o, junto al lago en el que veraneaban. Con esa imagen In¨¦s ha exprimido sus recuerdos: un Renault verde, un hermano beb¨¦ en el asiento de atr¨¢s del coche, varios veranos rodeados de amigos y familia. Sin embargo, son recuerdos infantiles, alterados por la imaginaci¨®n, as¨ª que en las im¨¢genes vemos a aquella ni?a bailando con el veh¨ªculo sobre el agua o distorsionando sus memorias de jugar al escondite de noche. ¡°No quer¨ªa contar los hechos, sino mostrar c¨®mo se vive con una p¨¦rdida as¨ª, que no es cualquier cosa, y a la vez rehuir de los estereotipos del hijo de desaparecido. Son personas, viven sus altibajos, con deseos y momentos cotidianos. Busqu¨¦ el equilibrio de lo narrativo con lo po¨¦tico, lo sensorial, lo on¨ªrico¡±. Y Mumenthaler confiesa que le cost¨® mantener ese balance.
La idea de un lago es tambi¨¦n un drama ¨ªntimo y femenino. ¡°Me interesa qu¨¦ es lo que un personaje puede decir y qu¨¦ se guarda. Hay muchas cosas que In¨¦s no sabe y no podr¨¢ saber sobre su padre. Esa intimidad enlaza con su futura maternidad, con el ¨²ltimo intento al afrontar este libro antes de dar a luz de encontrar respuestas que ofrecerle a ese hijo a punto de llegar¡±.
A Mumenthaler le hace gracia que la califiquen de ni?a bonita de Locarno, aunque reconoce: ¡°Cuando una hace pel¨ªculas que no ans¨ªan llenar salas, tiene que buscar otros objetivos, como participar en ciertos festivales y que all¨ª la consideren¡±.
Una nueva generaci¨®n de cineastas argentinos encara la narraci¨®n de la ¨¦poca de la dictadura. Muchos no vivieron aquellos a?os, como Mumenthaler, hija de exiliados, que se crio en Suiza y regres¨® a estudiar cine a Buenos Aires con 19 a?os. La cineasta suena tajante: ¡°No creo que haya derecho al olvido. Solo la memoria sana una sociedad, logra que esta avance. No me refiero solo a la dictadura, sino a otros temas hist¨®ricos que es necesario abordar en la pantalla. Pero a lo mejor ya no es necesario referirnos a los hechos concretos, sino a c¨®mo afectaron a la cotidianeidad de la gente de la calle¡±.
Babelia
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