¡°Somos el resultado de la suma de miedo y esperanza¡±
Rafael Argullol construye un largo ¡®Poema¡¯ con los versos escritos d¨ªa a d¨ªa a lo largo de tres a?os
Desde el uno de enero de 2012 hasta el uno de enero de 2015, d¨ªa a d¨ªa durante tres a?os, Rafael Argullol fue escribiendo las piezas que componen ¡®Poema¡¯ (Acantilado). ¡°Despu¨¦s de publicar unos treinta libros, necesitaba volver a experimentar mi propia relaci¨®n con la escritura, y saber cu¨¢l es mi situaci¨®n en la vida, qu¨¦ he avanzado en el camino de la verdad, c¨®mo fui conquistando las incertidumbres¡±, explica. Luego subraya: ¡°Ha sido un reto muy f¨ªsico. Escribir cada d¨ªa, estando sano o enfermo, en medio de dificultades o sin ellas, sea como sea¡±.
En los versos del primer d¨ªa hay una balsa flotante y un r¨ªo helado, y ¡°los c¨ªngaros coreando una canci¨®n interminable¡±; los que abren el ¨²ltimo fragmento dicen: ¡°Llegar¨¢ el d¨ªa / en que pueda verme / con el tierno ojo del caballo / y con el afilado ojo del gato (¡)¡±, y terminan con una rotunda afirmaci¨®n: ¡°Toca vivir sin miedo. Toca vivir¡±.
¡°Ha sido un reto muy f¨ªsico. Escribir cada d¨ªa, estando sano o enfermo, con dificultades o sin ellas¡±
Nada m¨¢s empezar a leer ¡®Poema¡¯, el 6 de enero Argullol recuerda un ataque repentino que lo llev¨® al hospital ese mismo d¨ªa en 2001. El d¨ªa 10 sostiene rotundamente: ¡°No creo en Dios¡±, y luego confiesa que Dios no deja de incordiarlo. Escribe sobre el d¨ªa en que Nietzsche abraz¨® a un caballo en Tur¨ªn y, m¨¢s adelante, sobre una visita que hace a la tumba de Walter Benjamin, habla de la risa del monje Dokyo Etan antes de morir. ¡°He intentado mezclar continuamente dos canales para acercarme a las cosas¡±, explica Argullol, ¡°el del microscopio, para intentar vislumbrar lo m¨¢s entra?able, lo m¨¢s ¨ªntimo, lo m¨¢s subjetivo, y el del telescopio, para atrapar lo universal, el mundo objetivo. Fui creando un juego de espejos entre esas dos realidades, y vi que eso me iba alterando, que me llevaba a un proceso de metamorfosis: quer¨ªa apreciar esas peque?as alteraciones que nos hacen cambiar, morimos y resucitamos, volvemos a morir y regresamos a la vida. Centenares, miles de veces¡±.
En 2014 Argullol compuso dos poemas sobre el genocidio que los turcos cometieron contra los armenios durante la Gran Guerra. Otro d¨ªa recogi¨® que su madre de noventa a?os le hab¨ªa dicho que es feliz. ¡°No es un diario, no pretendo hacer ning¨²n tipo de recuento. Se trataba de escribir todos los d¨ªas con una disciplina que ten¨ªa algo de asc¨¦tico. Igual me sal¨ªa una meditaci¨®n o aprovechaba una noticia para convertirla en mito. El mito nos moldea. Ingenuamente cre¨ªmos que ya hab¨ªamos pasado del mito a la raz¨®n. Pues no: a medida que m¨¢s compleja es nuestra raz¨®n, mayor es el poder del mito y m¨¢s fuerte esa polifon¨ªa m¨ªtica que nos rodea y lo abraza todo. Lo m¨¢s desnudo de esa mitolog¨ªa es que la que nos dice que somos el producto de la suma de miedo y esperanza. Es la f¨®rmula m¨ªnima para definir al ser humano. Y de ah¨ª surge un caudal inagotable¡±.
¡°A medida que m¨¢s compleja es nuestra raz¨®n, mayor es el poder del mito¡±
En uno de los fragmentos, Argullol cuenta que no le gustan los talibanes. En otro habla de la asediada Homs y se acuerda de Troya. Un d¨ªa le roban la cartera, otra vez lamenta que la mentira se haya apoderado de la sociedad, le gusta escribir con una copa de vino cerca. ¡°No es un libro de poes¨ªa al uso, su escritura es transversal: po¨¦tica, ensay¨ªstica, reflexiva, ficcional. Va apareciendo el ritmo de los d¨ªas, seg¨²n el ciclo de las estaciones¡±.
¡°Para m¨ª la poes¨ªa no es un g¨¦nero, no tiene que ver con si rimas o no rimas: es una forma de desnudamiento de la escritura¡±, explica Argullol. En su ¡®Poema¡¯ salen la m¨²sica de Bach, los soldados de Gengis Kan, el Sebastopol de la guerra de Crimea, la hechicera Medea y el taimado Jas¨®n, Stalin y Bulg¨¢kov, el Edipo que se dirige a Colonos a morir. ¡°Somos espectadores de un cortejo de sombras / y al mismo tiempo, sin saber la raz¨®n, / somos una de las sombras que desfila¡±, escribi¨® el 22 de marzo de 2014. ¡°Es un libro de nuestra ¨¦poca¡±, comenta, ¡°he partido del presente, y a veces iba al pasado y otras, al futuro: hay presentimientos, sue?os, visiones. Un baile de m¨¢scaras entre el ayer y el ma?ana¡±. Y confiesa: ¡°Padezco insomnio hace tiempo, as¨ª que hubo un tiempo en que quer¨ªa interpretar mis sue?os, que son abundantes. Ahora, en cambio, son una fuente de conocimiento en igualdad de condiciones que el estado de vigilia. El horizonte se ampl¨ªa mucho. Y as¨ª no existe s¨®lo una raz¨®n pragm¨¢tica sino tambi¨¦n una raz¨®n on¨ªrica, con lo que se rompen las coordenadas espacio temporales¡±.
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