La utop¨ªa socialista que no pudo ser
Un investigador reconstruye la historia del proyecto de falansterio de C¨¢diz, que estuvo a punto de erigirse en un id¨ªlico paraje
¡°Si el ed¨¦n de los habitantes fuera posible, s¨®lo se encontrar¨ªa en el sitio en el que se pretende formar esa poblaci¨®n¡±. La comisi¨®n de la Diputaci¨®n Provincial de C¨¢diz se dej¨® llevar por el entusiasmo en su dictamen y respondi¨® as¨ª al proyecto que nac¨ªa de una clara utop¨ªa. En 1841, un grupo de intelectuales gaditanos se propuso con ah¨ªnco crear un falansterio, es decir una comunidad rural autosuficiente inspirada en el socialismo ut¨®pico del franc¨¦s Charles Fourier, del siglo XIX. Ten¨ªan el lugar, llamado Tempul, un paradis¨ªaco entorno natural cercano a Jerez de la Frontera; dispon¨ªan del capital e incluso llegaron a perfilar los planos. Tan solo restaba el s¨ª de las instituciones. Pero, como buen ed¨¦n, se qued¨® en eso: en un para¨ªso inalcanzable. El proyecto de falansterio acab¨® en un caj¨®n. Hubo alguna otra experiencia como esta en Espa?a, por ejemplo la colonia de Santa Eulalia, en Alicante, de finales del XIX, declarada bien de inter¨¦s cultural.
Pablo Mart¨ªnez Cousinou, investigador, fot¨®grafo y profesor en el centro adscrito a la Universidad de Sevilla EUSA, se ha propuesto desempolvar el recuerdo de esta quimera gaditana y ha puesto en marcha la investigaci¨®n Utop¨ªa Tempul. ¡°Me llam¨® la atenci¨®n el potencial que ten¨ªa el proyecto y que llegara a convertirse en la propuesta m¨¢s consolidada de socialismo ut¨®pico que hubo en Espa?a¡±, relata el investigador. As¨ª surgi¨® el acercamiento de Mart¨ªnez Cousinou a la idea del pol¨ªtico liberal exaltado Joaqu¨ªn Abreu y Orta (1782-1851).
Tras ser uno de los diputados que, en el Trienio Liberal (entre 1820 y 1823), defendi¨® la vuelta de la Constituci¨®n de 1812, Abreu sufri¨® 11 a?os de exilio. En su periplo por Europa, conoci¨® durante junio y julio el falansterio de Cond¨¦-sur-Vesgre, la propuesta piloto de comunidad del propio Fourier. ¡°Propon¨ªa una sociedad de vida en armon¨ªa y trabajo comunitario, una utop¨ªa de lo dom¨¦stico, pac¨ªfica y libertaria. Era un replanteamiento de la vida, vista como un todo relacionado¡±, relata Mart¨ªnez. Fourier planteaba una apuesta por la ruralidad, donde ¡°todo ten¨ªa una l¨®gica num¨¦rica y cuantitativa, muy positivista¡±, contin¨²a el fot¨®grafo. El falansterio ideal no deb¨ªa incluir m¨¢s de 1.800 personas, 400 familias, y una extensi¨®n no mayor a la legua cuadrada (algo m¨¢s de 23 kil¨®metros cuadrados).
Cuando Abreu regres¨® a C¨¢diz, se rode¨® de una ¨¦lite intelectual que le apoy¨® en su deseo de importar las ideas de Fourier. Uno de ellos fue Manuel Sagrario de Beloy, hombre con recursos econ¨®micos que acab¨® firmando la propuesta de creaci¨®n de la comunidad societaria en un lugar poco habitado en la Sierra de C¨¢diz, con una ubicaci¨®n que no era casual. La alta pluviosidad de la zona propicia la riqueza natural y contaba con un manantial que ya surt¨ªa de agua fresca al acueducto romano de Tempul. Parec¨ªa el sitio ideal para materializar las precursoras ideas de Fourier sobre ¡°ecologismo, cooperativismo y feminismo¡±, se?ala Mart¨ªnez.
Un sue?o inconcluso
Sagrario de Beloy entreg¨® el proyecto a la Diputaci¨®n de C¨¢diz el 10 de diciembre de 1841. En un primer informe favorable la instituci¨®n provincial no ahorra halagos: ¡°El terreno que se solicita es adecuado para recibir las mejoras que le quiere dar la mano del hombre cuanto que en ¨¦l puede muy bien aclimatarse el azafr¨¢n, el arroz, la ca?a dulce, el lino, el trigo y dem¨¢s cereales¡±. Con ese benepl¨¢cito, De Beloy entrega una segunda versi¨®n de la propuesta en febrero de 1842.
En su idea, aparecen planos del falansterio, con una edificaci¨®n principal y otras m¨¢s peque?as a su alrededor. De Beloy incluso determina que para ¡°formar la asociaci¨®n personal, agr¨ªcola e industrial de los pobladores capitalistas, podr¨¢ abrirse una suscripci¨®n p¨²blica¡± y plantea que el coste total de levantarlo ser¨ªa de 20 millones de reales.
¡°Sin embargo, hasta aqu¨ª hemos llegado. No existe constancia de qu¨¦ pas¨® para que no se hiciese. Probablemente, el proyecto encontr¨® el desinter¨¦s del Consejo Jerezano que ve¨ªa la cesi¨®n de los terrenos como una fragmentaci¨®n de su t¨¦rmino municipal¡±, detalla Mart¨ªnez. Abreu, casado con una adinerada sobrina suya, 24 a?os m¨¢s joven que ¨¦l, acab¨® sus d¨ªas como administrador de loter¨ªas en Algeciras. Sagrario de Beloy termin¨® invirtiendo en la industria minera.
Ahora, Pablo Mart¨ªnez rescata del olvido la idea de Abreu para realizar un trabajo en Internet (fotograf¨ªas, texto y sonido) titulado Utop¨ªa Tempul. El proyecto ya puede verse en la web y se convertir¨¢ en una exposici¨®n para la primavera de 2018. El investigador enlaza conceptos como el tiempo, la utop¨ªa, la memoria o el horizonte con ese falansterio frustrado. Como el propio Mart¨ªnez aclara en el portal, su pretensi¨®n no es m¨¢s que ¡°caminar tras las huellas de esta iniciativa, explorar el lugar elegido: un manantial del mismo nombre, y descubrir la memoria compartida del agua como bien com¨²n¡±.
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