Los creadores de la nueva Edad Media

En el arranque de El reino de los cielos, la pel¨ªcula de Ridley Scott sobre las Cruzadas, dos individuos entierran a una mujer que se ha suicidado. Tienen que cortarle la cabeza al cad¨¢ver. ¡°Peor ser¨ªa si fuese bruja¡±, afirma uno de ellos. En 10 minutos de metraje, ya han surgido la servidumbre, el derecho de pernada, el hambre, la suciedad¡­ Y un protagonista que asegura: ¡°Pensaba ser enterrado a 100 metros de donde nac¨ª¡±. Es imposible concentrar m¨¢s t¨®picos sobre la Edad Media en tan poco tiempo. Porque, por ejemplo, las grandes cazas de brujas en Europa tuvieron lugar entre los siglos XV y XVII, en la Edad Moderna, como muchos otros horrores que autom¨¢ticamente situamos y relacionamos con el medievo.

¡°En Europa, el periodo en el que las poblaciones fueron m¨¢s desdichadas no es la Edad Media, sino el siglo XVII. Y no hay forma de corregir ese prejuicio¡±, explicaba en una entrevista el medievalista franc¨¦s, experto en animales y colores, Michel Pastoureau. Su libro Una historia simb¨®lica de la Edad Media Occidental (Katz, 2006) es uno de los ensayos que explican el profundo cambio que se ha producido en nuestra percepci¨®n de este largu¨ªsimo periodo medieval, que se prolong¨® durante casi 1.000 a?os. Pastoureau pertenece a la segunda generaci¨®n de la llamada Escuela de los Anales, de la que surgieron dos de los grandes medievalistas europeos: los franceses Jacques Le Goff (1924-2014) y Georges Duby (1919-1996).

Umberto Eco (1932-2016) fue un gran admirador del trabajo de estos dos investigadores y manej¨® muchas de sus ideas para escribir El nombre de la rosa, la novela m¨¢s popular sobre esta ¨¦poca ¡ªcon perd¨®n de Ivanhoe, de Walter Scott, y Los pilares de la Tierra, de Ken Follett¡ª. Pero Eco fue tambi¨¦n un importante te¨®rico e investigador, uno de los primeros que supieron encontrar el hilo que nos conecta directamente con la ¨¦poca de los castillos y de los caballeros. ¡°La Edad Media fue una inmensa operaci¨®n de bricolaje en equilibrio entre la nostalgia, la esperanza y la desesperaci¨®n¡±, escribi¨® en La nueva Edad Media (Alianza, 1997), un libro colectivo que tuvo una gran repercusi¨®n en los setenta, cuando las obras de estos autores comenzaron a encontrar una difusi¨®n importante.

Le Goff hab¨ªa ofrecido una visi¨®n similar en uno de sus ensayos m¨¢s populares, En busca de la Edad Media (Paid¨®s, 2003). En esa obra rechaza, por un lado, la visi¨®n idealizada de este periodo, la del amor rom¨¢ntico y las gestas, pero tambi¨¦n se niega a caer en el oscurantismo. ¡°Si toda ¨¦poca pasada vive en el presente, creo que la Edad Media est¨¢ particularmente viva y es fundamental para comprender la sociedad actual. Estoy seguro de que seguir¨¢ inspirando su futuro. Mi Edad Media se ha formado en la reflexi¨®n com¨²n sobre el pasado, el presente y el futuro¡±, afirma en este ensayo-entrevista.

Pero probablemente el ensayo m¨¢s perdurable sobre el periodo sigue siendo La ¨¦poca de las catedrales (Alianza, 2003), de Georges Duby. Su tesis es que esos templos inmensos del medievo representan el resurgir de las ciudades ¡ªsostiene que Par¨ªs es la primera gran capital de un reino en Europa¡ª y, a la vez, encarnan el intercambio de ideas y de personas. Las rutas de peregrinos, como el Camino de Santiago, eran la savia del continente. ¡°En la Europa de las catedrales se impone el poder¨ªo de los reyes¡±, escribe Duby. Los Estados modernos comienzan a surgir entonces, como la divisi¨®n del tiempo o redes comerciales que todav¨ªa hoy utilizamos. Umberto Eco ten¨ªa raz¨®n cuando dec¨ªa que vivimos una nueva Edad Media.