¡°El destino de la m¨²sica es conquistar la libertad¡±
El compositor alem¨¢n J?rg Widmann estrena su ¡®Quinteto con clarinete¡¯ en el Auditorio Nacional
![El músico Jörg Widmann.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/4ZWMMJCFDRPWTSR76Y3B6VEGLQ.jpg?auth=1ad0def074396eb8bcfe34ed47429cda685fa37637921d2c09ed5030ba1b2c2a&width=414)
Con J?rg Widmann se viene abajo el principal estereotipo de la m¨²sica contempor¨¢nea. Esa separaci¨®n actual entre la fantas¨ªa sonora de quien compone y el int¨¦rprete virtuoso que la hace realidad. El compositor y clarinetista alem¨¢n (M¨²nich, 1973) ejerce como agente doble. Y lo explica con la misma normalidad con la que atendi¨® a EL PA?S en la cafeter¨ªa de su hotel. ¡°Para muchos compositores el sonido puede ser algo abstracto, pero para m¨ª siempre es algo f¨ªsico, incluso aunque no cante o toque el viol¨ªn trato siempre de empatizar con el cantante o el violinista¡±, confiesa sin dejar de gesticular con las manos. La naturalidad que irradia envuelve su relato: ¡°Mis padres no eran m¨²sicos profesionales, pero ten¨ªan un cuarteto amateur con amigos y crec¨ª viendo como algo habitual hacer m¨²sica de c¨¢mara en casa¡±. Widmann recuerda vivamente haber escuchado bajo el piano el Cuarteto La alondra, de Haydn, evitando la penosa obligaci¨®n de irse a la cama, pero tambi¨¦n c¨®mo empez¨® con el clarinete: ¡°Me enamor¨¦ perdidamente del instrumento con siete a?os tras una exhibici¨®n en el colegio. Llegu¨¦ a casa, reun¨ª a mis padres y les dije seriamente que iba a tocar el clarinete¡±, confiesa entre risas. Incluso esa misma espontaneidad justific¨® su necesidad de componer. ¡°De ni?o me pasaba todo el d¨ªa improvisando, pero no pod¨ªa conservar lo que hac¨ªa si no era capaz de escribirlo. Obviamente despu¨¦s descubr¨ª que componer era algo m¨¢s complicado que poner por escrito lo que uno improvisa¡±, recuerda el compositor alem¨¢n inmerso estos d¨ªas en su residencia en el Centro Nacional de Difusi¨®n Musical (CNDM).
Widmann es un verdadero m¨²sico total que ejerce como virtuoso del clarinete e incluso dirigiendo orquestas. El pasado lunes inici¨® su residencia en el CNDM con un recital en el Auditorio 400 del MNCARS con obras a solo propias o escritas especialmente para ¨¦l por Peter Ruzicka, Wolfgang Rihm o Gerhard E. Winkler, que incluso vino a Madrid para controlar la electr¨®nica interactiva de su obra. Abri¨® el recital con Lied, de Berio, e incluso toc¨® dos veces con un enfoque completamente diferente la brev¨ªsima Pour Pablo Picasso, de Stravinski. ¡°Admiro profundamente en Stravinski y Picasso esa voluntad que tuvieron de hacer algo nuevo con cada obra¡±, sostiene Widmann que lo ejerce incluso como int¨¦rprete con una famosa cita de Busoni: ¡°La m¨²sica nace libre y su destino es conquistar la libertad¡±. En 2009 empez¨® incluso a dirigir su m¨²sica y se ha convertido hace un a?o en el director principal de la Orquesta de C¨¢mara de Irlanda con la que est¨¢ inmerso en la grabaci¨®n de las sinfon¨ªas de Mendelssohn combinadas con obras propias para el sello Orfeo.
El plato fuerte de su residencia en el CNDM tendr¨¢ lugar el lunes, 24 de abril, con el estreno mundial de su nueva composici¨®n, su Quinteto con clarinete, que tocar¨¢ junto al Cuarteto Hagen en el Auditorio Nacional. La nueva obra se combinar¨¢ en el mismo concierto con un referente cl¨¢sico como marco conceptual, tal como hizo con Schubert en su Octeto (2004) al que dedicar¨¢ precisamente una clase magistral el pr¨®ximo martes en la Escuela Reina Sof¨ªa. ¡°En esta ocasi¨®n mi nueva obra se combina con el Quinteto de Brahms, pero la relaci¨®n no es tan obvia como en el Octeto. He intentado reflejar esa belleza tan melanc¨®lica como peligrosa que irradia la obra, pero est¨¢ estructurada en un movimiento lento de unos 25 minutos¡±, confiesa Widmann que asegura haber escrito una de sus composiciones m¨¢s ¨ªntimas. ¡°Quiz¨¢ he tardado mucho en componer un verdadero quinteto con clarinete porque Mozart, Brahms o Reger murieron poco despu¨¦s de escribir el suyo¡±, admite bromeando. El momento ha surgido ahora que ha encontrado una nueva relaci¨®n ideal con los miembros del Cuarteto Hagen, tras la disoluci¨®n del Cuarteto Arcanto: ¡°Los Hagen incluso han inventado para m¨ª una nueva t¨¦cnica sonora que utilizo en mi obra, un tipo de tr¨¦molo que hemos bautizado como ¡®Toppan¡¯ en honor a la sala de Tokio donde naci¨®¡±, reconoce.
El c¨®ctel de sus influencias musicales resulta desconcertante. La cl¨¢sica convivi¨® en sus inicios con el pop, el hip-hop, el jazz o el funk. Por ejemplo, en su libro de conversaciones con Markus Fein (Schott, 2005) recuerda el shock que le produjo ver a Miles Davis en la Philharmonie im Gasteig, pero tambi¨¦n su fascinaci¨®n por la m¨²sica de Fritz Kreisler que estudiaba su hermana, la violinista Carolin Widmann. Charlando surge una impresi¨®n que coloca por encima de todas. ¡°Con quince a?os mi padre me llev¨® a Estrasburgo para ver a Pierre Boulez y la Ensemble Intercontemporain. Y algo cambi¨® en m¨ª para siempre tras escuchar R¨¦pons y Dialogue de l¡¯ombre double¡±, reconoce. Recuerda que no encontr¨® esa m¨²sica intelectual, racional o dogm¨¢tica. ¡°Todo lo contrario. Nunca hab¨ªa experimentado tal libertad sonora. Creo que no pude cerrar la boca en todo aquel concierto¡±, afirma risue?o.
Widmann estudi¨® en los noventa con dos figuras se?eras de la composici¨®n contempor¨¢nea en Alemania, como Henze y Rihm. Cuenta a sus 43 a?os con un cat¨¢logo muy variado de casi un centenar de obras y est¨¢ considerado entre los compositores m¨¢s importantes de la actualidad. Ha cultivado principalmente composiciones a solo y para diversas combinaciones camer¨ªsticas, pero tambi¨¦n dispone de un nutrido conjunto de conciertos y obras sinf¨®nicas, resultado de sus residencias con las principales orquestas del mundo, e incluso de varias ¨®peras, como su monumental Babylon, que estren¨® en 2012 en M¨²nich con una puesta en escena de La Fura dels Baus. Siglind Bruhn destaca en la principal monograf¨ªa publicada sobre su m¨²sica (Gorz, 2013) su fascinaci¨®n por lo po¨¦tico, lo vocal y hasta lo f¨ªsico en el uso del sonido instrumental o su pasi¨®n por organizar su obra en ciclos de composiciones, como su colecci¨®n de seis ¨¦tudes para viol¨ªn solo, sus cinco cuartetos de cuerda o sus veinticuatro d¨²os para viol¨ªn y violonchelo, de los que podremos escuchar ejemplos el pr¨®ximo martes. Su ¨²ltima composici¨®n, estrenada para la inauguraci¨®n de la Elbphilharmonie de Hamburgo en enero, es el impresionante oratorio Arche para m¨¢s de doscientos m¨²sicos entre solistas, coros y orquesta, que se inicia con la creaci¨®n del mundo y culmina en nuestra tecnologizada actualidad. ¡°Al ser una obra semiesc¨¦nica creo que Arche puede considerarse mi siguiente ¨®pera tras Babylon. Desde luego, uno no puede escribir una obra con estas dimensiones cada a?o, pues incluso en esta ocasi¨®n seleccion¨¦ los textos que conforman el libreto¡±, admite.
Los miembros del Cuarteto Hagen tocar¨¢n tambi¨¦n el martes una selecci¨®n de obras de Widmann. Se escuchar¨¢ su Chorale Quartet (2003), donde combina un motivo de Las Siete Palabras, de Haydn, con el terror¨ªfico sonido de la crucifixi¨®n. Pero tambi¨¦n el ?tude II para viol¨ªn solo (2001) y una selecci¨®n de sus 24 D¨²os para viol¨ªn y violonchelo (2008), una colecci¨®n que incluye varios homenajes cl¨¢sicos que culminan con una divertida cita del famoso Tema de James Bond, de John Barry. Por su parte, Widmann tocar¨¢ su Fantasie (1993) y el concierto culminar¨¢ con el famoso Quinteto con clarinete, de Mozart, del que comenta tarareando detalles sorprendentes. ¡°Es que para m¨ª los cl¨¢sicos son incre¨ªblemente modernos¡±, concluye.
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