Un ¡®thriller¡¯ de provincias

En la l¨ªnea de otras tantas producciones recientes, el thriller espa?ol sigue mirando a la crisis econ¨®mica y a la corrupci¨®n, a la insostenible situaci¨®n de muchas familias, como el entorno ideal en el que retratar la violencia inherente del g¨¦nero. Quebrados por las argucias de los bancos, por la ignorancia y por la irresponsabilidad, demasiados espa?oles se han visto acuciados por situaciones sociales que nunca imaginaron. Hasta la ilegalidad, hasta el crimen, ese que pocas veces salta a las primeras p¨¢ginas de los peri¨®dicos por su falta de glamour, y que los medios policiales y, como consecuencia, los de comunicaci¨®n suelen resolver con el sambenito del "ajuste de cuentas".

Un estado de ilegalidad en el que entran banqueros de baja estofa con gris¨¢cea imagen, amiguetes que lo saben todo, peque?os empresarios, y mafias de andar por casa, y en el que se introduce Garant¨ªa personal, debut en el largometraje de Rodrigo Rivas, muy interesante en el guion, aunque demasiado convencional en su puesta en escena. Una pel¨ªcula modesta pero m¨¢s que digna, que profundiza en las soluciones desesperadas para problemas irresolubles; los de la gente de a pie, habitantes del pueblo grande o ciudad peque?a, que nunca fueron millonarios pero se acercaron a una estimada burgues¨ªa de provincias, casi siempre alrededor de la burbuja inmobiliaria. Aqu¨ª, un peque?o empresario de la carpinter¨ªa y su esposa, due?a de una tienda de ropa, con sus cochazos y su buena casa e imagen de puertas afuera, pero arruinados de puertas adentro tras la crisis.

Rivas, tambi¨¦n coguionista, dibuja un panorama certero y cercano, en el que, con apuntes de personajes de cine negro, todo resulta cre¨ªble, desde las relaciones extramatrimoniales hasta el puticlub como centro de decisi¨®n. Sin embargo, dos apartados rebajan las prestaciones de su solvente escritura. Primero, una direcci¨®n y montaje que, en las escenas de violencia, se acercan m¨¢s a lo posibilista que a lo creativo. Y un reparto en el que la mayor¨ªa de los protagonistas resultan aut¨¦nticos (Bel¨¦n L¨®pez, Roberto Enr¨ªquez y Raquel Infante, a la cabeza), pero en el que varios de sus secundarios rozan lo aficionado.