El ni?o Adri¨¢n Hinojosa merece del toreo algo m¨¢s que un brindis al cielo
Ser¨ªa hermoso que quienes han llorado su muerte trabajaran por una nueva tauromaquia
El pasado 8 de abril, s¨¢bado, falleci¨® Adri¨¢n Hinojosa, el ni?o de ocho a?os que hab¨ªa so?ado con ser torero, y al que la cornada del c¨¢ncer no le permiti¨® m¨¢s que calarse la montera que le cedi¨® Rafaelillo en una vuelta al ruedo.
Adri¨¢n se hab¨ªa erigido en un s¨ªmbolo del toreo actual. Lo que comenz¨® como una ola de solidaridad con un chaval preso de una enfermedad irreversible se convirti¨® en una cruzada cuando unos desalmados profirieron insultos contra ¨¦l en las redes sociales.
Adri¨¢n alcanz¨® entonces la categor¨ªa de referente. Su figura inocente y fr¨¢gil consigui¨® unir al mundo del toro en la defensa de la tauromaquia. Adri¨¢n no solo produjo compasi¨®n y afecto entre los toreros; su irrupci¨®n en la fiesta fue una inyecci¨®n de orgullo para la profesi¨®n. Un ni?o indefenso de ocho a?os consigui¨® que los toreros volvieran a sentirse hombres valientes frente a la manifiesta hostilidad de los muchos enemigos. A¨²n se recuerda la imagen televisiva de Cayetano Rivera, cargada de emocionada tensi¨®n, el 11 de octubre en la feria del Pilar: ¡°Quiero brindar esta faena a todos los aficionados -dijo aquella tarde- por defender y apoyar nuestro mundo. Ojal¨¢ todos los que se hacen llamar antitaurinos sintiesen como m¨ªnimo el mismo amor y respeto hacia las personas que nosotros sentimos hacia el toro. Yo estoy dispuesto a morir por el toro y hacia lo que representa. ?Lo est¨¢n ellos? En especial, quiero brindarle esta faena a Adri¨¢n, que todav¨ªa es un ni?o, pero ya tiene coraz¨®n de torero. Te vas a curar valiente¡±.
Y al igual que Cayetano, muchos toreros recordaron de Adri¨¢n en aquellos d¨ªas, insuflados de una energ¨ªa desconocida hasta entonces.
Su figura inocente y fr¨¢gil consigui¨® unir al mundo del toro en defensa de la tauromaquia
Pero Adri¨¢n no se cur¨®; por esas circunstancias inexplicables de la existencia humana, falleci¨® cuando su vida no hab¨ªa hecho m¨¢s que comenzar, y sin tener la oportunidad de enfundarse alg¨²n d¨ªa el traje de luces para sentir la emoci¨®n del miedo que solo pueden apreciar los h¨¦roes.
Pero el bien ya estaba hecho. El toreo hab¨ªa recuperado su dignidad.
?Qu¨¦ curioso¡! Lo que no hab¨ªa conseguido la pol¨ªtica, la corriente animalista, la crisis econ¨®mica o la propia decadencia interna de la fiesta de los toros lo hab¨ªa servido en bandeja un ni?o de ocho a?os que quer¨ªa ser torero. Misterios de la vida¡
?Y ahora, qu¨¦? Bueno, pues ahora han continuado los brindis y los minutos de silencio. Las plazas de Las Ventas y la Maestranza se han puesto en pie para homenajear la memoria de Adri¨¢n, y los toreros han levantado la montera al cielo mientras un escalofr¨ªo se apoderaba de los espectadores.
Un simple gesto de cari?o no es m¨¢s que la utilizaci¨®n sentimental de la triste y dolorosa imagen de un ni?o enfermo
Bien, pero ?y qu¨¦?
Son entra?ables los gestos de cari?o y de recuerdo, pero tambi¨¦n insuficientes. Si se quedan en eso, en gui?os, el mensaje de Adri¨¢n habr¨¢ sido in¨²til; es m¨¢s, habr¨¢ sido una utilizaci¨®n sentimental, con buena intenci¨®n, sin duda, pero utilizaci¨®n, al fin y al cabo, en favor de la fiesta de la triste y dolorosa imagen de un ni?o enfermo.
Y a¨²n hay m¨¢s. Si todo queda en nada, los toreros, sus h¨¦roes, habr¨¢n decepcionado a Adri¨¢n.
Por todo ello, ser¨ªa hermoso y justo que el legado de este ni?o continuara en el tiempo; que quienes han llorado sinceramente con ¨¦l, Rafaelillo, Enrique Ponce, David Mora y tantos otros toreros, hagan honor a su hombr¨ªa de bien y se atrevieran a establecer las bases de una renovada fiesta de los toros. Porque no se trata de un homenaje a Adri¨¢n, que tambi¨¦n, sino del homenaje a la tauromaquia con la que so?¨® este aspirante a torero.
Ni?os y universitarios han conocido en la Venta del Bat¨¢n y la Maestranza los principios b¨¢sicos del toreo
Hay que entrar a saco en la fiesta para que recupere su pureza e integridad; hay que rebelarse contra los malos taurinos, contra las figuras que solo buscan su inter¨¦s y beneficio, contra el toro inv¨¢lido y tonto; hay que ilusionar de nuevo a los aficionados y ense?ar la tauromaquia a las nuevas generaciones. Hay que trabajar de verdad, y no solo con gestos, por el futuro de la fiesta; por esa nueva fiesta que hubiera permitido que Adri¨¢n vistiera alg¨²n d¨ªa el traje de torear. Y ese regalo se lo deben los toreros.
Si no es as¨ª, si la imagen de Adri¨¢n se difumina en el tiempo, la tauromaquia habr¨¢ perdido, otra vez, una ocasi¨®n de oro para renacer de sus propias cenizas.
Y son los toreros los que deben poner en marcha el proyecto de renovaci¨®n. Ellos son los que mandan en la fiesta, y ellos tienen en sus manos el futuro. Lo merece la memoria de Adri¨¢n, y lo merece este patrimonio cultural que puede desaparecer por los ataques de unos y la pasividad irresponsable de otros.
En una palabra, Adri¨¢n merece algo m¨¢s que un brindis al cielo...
P.D. Sin relaci¨®n alguna con Adri¨¢n se han celebrado estos d¨ªas dos actividades ilusionantes para el porvenir.
La Asociaci¨®n de Abonados de Las Ventas (ABOVENT) y la Escuela de Tauromaquia de Madrid celebraron el s¨¢bado 22 de abril la V Jornada Infantil Taurina en la Venta del Bat¨¢n. Numerosos ni?os iniciaron su conocimiento de la tauromaquia, y lo aprendido lo plasmaron en unos dibujos que compitieron en un concurso.
Por otra parte, la empresa Pag¨¦s, que gestiona la Maestranza, organiz¨® el pasado jueves en el ruedo sevillano una jornada de puertas abiertas en la que m¨¢s de mil alumnos de colegios y centros universitarios participaron en un taller en el que recibieron informaci¨®n sobre las distintas suertes del toreo. Al d¨ªa siguiente, el coso maestrante acogi¨® a los aficionados y curiosos interesados en la t¨¦cnica del toreo de la mano del diestro Eduardo D¨¢vila Miura y el Club de Aficionados Pr¨¢cticos.
Dos magn¨ªficas iniciativas.
Babelia
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