Los malos son los padres
M¨¢s all¨¢ del morbo por el suicidio de la protagonista, ¡¯13 reasons why¡¯ falla en una cuesti¨®n fundamental: la relaci¨®n de los padres con sus hijos
(?Ojo!, spoilers)
Hannah Baker intenta reengancharse a la vida tras una cadena de experiencias nefastas. La protagonista adolescente de 13 reasons why, el ¨²ltimo hit de Netflix, vive de decepci¨®n en decepci¨®n: amigos que no lo son tanto, un acosador que le persigue con su c¨¢mara de fotos, una violaci¨®n que atestigua y, por ¨²ltimo, una que sufre ella misma.
Baker lo intenta. Las cintas de casete que deja grabadas antes de quitarse la vida lo atestiguan. Se sobrepone una y otra vez y Clay, su ¨²nico amigo, que escucha sus tribulaciones cuando ya no puede hacer nada, sufre cada golpe como si fuera propio. Al final, Hannah sucumbe. La serie son los recuerdos de la protagonista, su historia, sus heridas y decepciones.
Clay es el que escucha las cintas. Y se da cuenta del sufrimiento de su amiga. Y su proceso, el hilo conductor de la serie, es un animal televisivo casi perfecto, cadencioso, pringoso: engancha.
Pero falla en algo.
Los guionistas que escribieron la serie quisieron que Hannah Baker buscara refugio en cada una de las personas de su entorno. Primero en una amiga que se cambia de escuela, despu¨¦s en un popular jugador del equipo de b¨¢squet, luego en la coordinadora de asuntos estudiantiles, en el compa?ero de la coordinadora, en Clay. Cuando ya est¨¢ desahuciada, busca la comprensi¨®n del consejero escolar... Que tambi¨¦n la decepciona.
A lo largo de la serie, el espectador observa que la relaci¨®n entre Hannah y sus padres es francamente buena. El se?or y la se?ora Baker gestionan una farmacia en el centro del pueblo. Son una de esas parejas que creen en el valor de lo cercano. Atosigados por las cadenas que ofrecen condiciones insuperables a sus clientes, el matrimonio y su hija tratan de salir adelante. Hannah les ayuda, su madre se preocupa por ella, su padre tambi¨¦n...
Entonces, ?c¨®mo es que nunca acude a ellos antes de tomar la decisi¨®n final? ?C¨®mo es que su madre o su padre no son una opci¨®n antes que el consejero escolar? WTF??
Ya, ya, es una adolescente y por definici¨®n va a la suya, no cuenta nada en casa y sus viejos son, a sus ojos, una nulidad emocional. Eso funciona en condiciones normales pero, ?se va a suicidar!
Una vez, mi yo adolescente motorizado pens¨® que era muy buena idea salir derrapando de una rotonda. Una rotonda que ten¨ªa una fuente en medio. El pavimento estaba mojado y... Total, que me romp¨ª el brazo. Y lo primero o lo segundo que hice fue llamar a mi madre. ?Qu¨¦ iba a hacer? Al guionista que escrib¨ªa mi vida no se le ocurri¨® que llamara 13 personas antes que a mi madre; ni que, desahuciado, eligiera desangrarme junto a la fuente de la rotonda. No.
Y no es solo cosa de Hannah. Clay, que tambi¨¦n se lleva bien con sus padres, no dice una palabra de lo que descubre sobre el pasado de su amiga. Prefiere golpearse contra los silencios y las suficiencias de Tony que abrir la boca en casa. Tony, por cierto, tiene un padre medio bruto y se entender¨ªa que no dijera nada en casa. Pero Tony, con su padre medio bruto, es gay y no parece tener demasiados problemas con demostrarlo. Es un tipo duro, s¨ª, pero sensible en el fondo. Con buen coraz¨®n, como Sam Neill en Jurassic Park. Un clich¨¦.
La pasi¨®n de Hannah se habr¨ªa evitado si los guionistas hubieran puenteado el lugar com¨²n de las series adolescentes: la inopia de los padres. Pero claro, entonces no ser¨ªa un best-seller llevado con ¨¦xito a una plataforma de streaming.
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